El helic¨®ptero que transportaba a Rosa Manzano y a otras cuatro personas entr¨® en una zona de fuertes turbulencias

Los restos del helic¨®ptero que transportaba en la ma?ana del jueves a la directora general de Tr¨¢fico, Rosa de Lima Manzano, y a los otros cuatro ocupantes que perecieron tambi¨¦n en el suceso estaban esparcidos en la madrugada de ayer en un radio de 150 metros. La violencia del choque del aparato contra el pico de Cancho Gordo, en la sierra de La Cabrera, y su posterior incendio dejaron el helic¨®ptero destrozado -salvo la cola-, y los cuerpos, pr¨¢cticamente incinerados. El itinerario seguido -del que no se ten¨ªa conocimiento en tierra-, con fuertes turbulencias debido a la tormenta, parece ser la causa del accidente.

En este suceso, ocurrido a unos 70 kil¨®metros de Madrid, han perecido, adem¨¢s de Rosa Manzano, el periodista y cr¨ªtico de arte Santiago Am¨®n, el diputado socialista por Palencia Alberto Acitores y los pilotos Santiago Aizpur¨²a y Manuel Moratifia. Todos ellos se dirig¨ªan a Aguilar de Campoo (Palencia), donde se iba a celebrar un acto oficial presidido por la Reina. Do?a Sof¨ªa hizo tambi¨¦n el jueves por la ma?ana el trayecto Madrid-Aguilar en helic¨®ptero, con objeto de asistir a la entrega de la medalla de honor de Europa Nostra al arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, Peridis, otorgada por su trabajo en la rehabilitaci¨®n del monasterio de Santa Mar¨ªa la Real, sito en aquella localidad palentina.El ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, subieron ayer por las escarpadas sendas del monte hasta el lugar del siniestro. "A pesar de que, lamentablemente, poco se puede hacer, he querido visitar el ¨²ltimo sitio donde estuvieron con vida estos amigos", dijo en pleno monte el ministro.

Barrionuevo no quiso pronunciarse sobre las causas del accidente, aunque los expertos se?alaban ayer las malas condiciones meteorol¨®gicas del jueves como determinantes para el siniestro.

El piloto escogi¨® una ruta altemativa para trasladarse desde Madrid hasta Aguilar de Campoo debido al mal tiempo con fluvia y niebla. Las labores de rastreo se retrasaron debido a que el helic¨®ptero no hab¨ªa escogido la ruta directa que une Madrid con la localidad palentina. La ¨²ltima vez que entr¨® en comunicaci¨®n con tierra lo hizo con la torre de control de la base del Ej¨¦rcito en Colmenar Viejo sobre las 9.25 de la ma?ana. Nadie tiene constancia de que la tripulaci¨®n del helic¨®ptero comunicara el nuevo itinerario elegido, en una zona batida por una fuerte tormenta, seg¨²n reconocieron fuentes del Instituto Meteorol¨®gico. La sierra de Guadarrama registr¨® ayer nieblas espesas y fuertes vientos.

Primer intento frustrado

El helic¨®ptero, que se estrell¨® entre las 9.30 y las 9.45 horas, estuvo ardiendo hasta las tres de la tarde del jueves, hora en la que vio el fuego un joven de 23 a?os vecino de Valdemanco, que no le dio importancia porque pens¨® que con la lluvia el incendio no tendr¨ªa consecuencias. Las llamas le volvieron a la memoria cuando vio el Telediario de las 20.30. Juan Carlos Garc¨ªa Cubillo avis¨® entonces a la Guardia Civil de Miraflores, que con focos de motor inici¨® el primer intento frustrado de subir a la monta?a de Cancho Gordo, de 1.564 metros de altitud.

La niebla impidi¨® el ascenso por la noche, hasta que a las 3.15 escamp¨® y seis j¨®venes del pueblo de Valdemanco acompa?aron a la Guardia Civil por los riscos. A pesar de que hab¨ªa luna llena y que llevaban linternas y focos, no comenzaron a ver los restos del aparato hasta las cinco de la ma?ana, una hora antes de encontrar la cabina, seg¨²n explic¨® el jardinero David San Jos¨¦, de 20 a?os, que particip¨® en la b¨²squeda. All¨ª se pudo observar que el helic¨®ptero se hab¨ªa estreHado en un oquedal, que, cuando explot¨® el dep¨®sito del aparato, con capacidad de 400 litros de combustible, se convirti¨® en un horno. Los cad¨¢veres de los ocupantes quedaron carbonizados y s¨®lo se pod¨ªan ver una mano y un rostro. Entre las piezas identificables hab¨ªa un medall¨®n con la foto de una ni?a y parte de los cascos del piloto Aizpur¨²a.

Una vez descubiertos los restos del accidente, efectivos de la Guardia Civil y miembros de la asociaci¨®n Detente y Ayuda (DYA) se trasladaron a los riscos de La Cabrera, en concreto en la falda del pico Cancho Gordo, en el l¨ªmite del t¨¦rmino municipal de La Cabrera, junto al del pueblo de Valdemanco, donde se instal¨® el cuartel general para organizar las labores de rescate.

El campo de f¨²tbol de este pueblo de 440 habitantes sirvi¨® de helipuerto para los aparatos de Protecci¨®n Civil, polic¨ªa, Servicio A¨¦reo de Rescate y Guardia Civil. El peque?o edificio que alberga la casa consistorial se convirti¨® en sala de reuniones para los altos cargos del Ministerio del Interior.

Alrededor de las once de la ma?ana Reg¨® la juez de Colmenar Viejo para ordenar el levantamiento de los cad¨¢veres. Los restos fueron trasladados en helic¨®ptero a Madrid. Dos de los 10 hermanos de Rosa de Lima subieron tambi¨¦n la monta?a. Seg¨²n explic¨® la juez, la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil es el organismo que tiene que determinar las causas del accidente.

De esta sierra de piedra, que ayer estaba ocupada por periodistas y guardias civiles, se extrajo el dolmen del monumento que hizo Dal¨ª para la plaza madrile?a de Felipe II.