Alboroto en la conferencia

"Alboroto en la sala", una expresi¨®n empleada repetidamente por el diario oficial Pravda para caracterizar la atm¨®sfera de la 19? Conferencia del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), defini¨® el estado de ¨¢nimo de los 5.000 comunistas reunidos en el Palacio de Congresos del Kremlin durante cuatro d¨ªas, seg¨²n explicaba ayer uno de los participantes en el evento que aprob¨® la reforma pol¨ªtica en la URSS.

"Eran las once de la noche. La jornada hab¨ªa sido agotadora. Me desped¨ª del camarada que hab¨ªa estado sentado a mi lado y sal¨ª al vest¨ªbulo con sensaci¨®n de victoria. Busqu¨¦ a mis amigos. Nos miramos y coincidimos. La conferencia sali¨® bien. Ahora, m¨¢s que nunca, todo depende de nosotros mismos". Con estas palabras, un participante en la conferencia, comunista partidario de reformas radicales, explicaba cu¨¢l era su impresi¨®n al cierre del c¨®nclave.Nuestro hombre no fue delegado. Pertenece a los derrotados en las elecciones para tales puestos. No obstante, fue invitado y se apunt¨® en la lista de quienes pidieron la palabra. Su nombre est¨¢ entre los m¨¢s de 200 oradores que se quedaron sin hablar en los turnos de 15 minutos de los que se beneficiaron s¨®lo 65 personas.

Los economistas Gavril Popov y Nikolai Shmelov, el cr¨ªtico literario Yuri Kariakin, el dramaturgo Mijail Shatrov, la soci¨®loga Tatiana Zaslavskaia, el guionista cinematogr¨¢fico Alexandr Gelman y otros delegados frustrados tuvieron, no obstante, la posibilidad de asistir a los debates.

Sus intervenciones, si es que las hab¨ªan preparado, ser¨¢n incluidas como las dem¨¢s, pronunciadas y no pronunciadas, y se publicar¨¢n en las actas de la conferencia. "Este libro ser¨¢ un documento ¨²nico para los soci¨®logos, pol¨ªticos y psic¨®logos de todo el mundo que quieran conocer las tendencias y la situaci¨®n en la Uni¨®n Sovi¨¦tica", afirmaba el comunista.

Las resoluciones no aparecieron ayer en la Prensa, aunque Gueorgui Razumovski y Anatoli Lukianov, dos altos dirigentes del PCUS, hab¨ªan anunciado en la madrugada del viernes al s¨¢bado que "ma?ana" se publicar¨ªan ¨ªntegramente. Medios sovi¨¦ticos consultados no cre¨ªan ayer que hubiera motivo para inquietarse y atribu¨ªan la demora a motivos t¨¦cnicos.

Las resoluciones, elaboradas por comisiones especiales, fueron discutidas, enmendadas y completadas en una sesi¨®n final que dur¨® cuatro horas. "Fue el momento m¨¢s democr¨¢tico de la conferencia", dec¨ªa el testigo. "En los pasillos se form¨® una cola de gente que quer¨ªa intervenir".

Durante esa discusi¨®n, no recogida por la Prensa, Mijail Gorbachov se mostr¨® favorable a estudiar la cuesti¨®n de los privilegios de la clase dirigente sovi¨¦tica. El d¨ªa anterior, Egor Ligachov, miembro del Politbur¨® y secretario del Comit¨¦ Central, hab¨ªa negado la existencia de tales privilegios.

Yuri Chernichenko, el periodista de Literaturnaia Gazeta delegado por la Uni¨®n de Escritores de la URSS, fue quien propuso que se votara separadamente la concentraci¨®n en una misma persona de los cargos de secretario general del Partido y presidente del Soviet Supremo de la URSS.

La moci¨®n se acept¨® por mayor¨ªa absoluta y 209 votos en contra. "Es verdad que el m¨¦todo de recuento a ojo fue un poco primitivo, pero en el Kremlin no hay un tablero electr¨®nico", se?alaba el testigo.

Varios delegados, entre ellos el famoso oftalm¨®logo Fedorov, se expresaron sobre la responsabilidad de la Prensa. Fedorov, jefe de una pr¨®spera cl¨ªnica autogestionada y con gran libertad de movimientos, pidi¨® la introducci¨®n del derecho de r¨¦plica y tambi¨¦n la abolici¨®n de los privilegios sociales.

La glasnost o transparencia informativa provoc¨® una enconada pol¨¦mica entre el escritor conservador Yuri Bondarev, con quien se solidariz¨® Ligachov, y Grigori Baklanov, director de la revista literaria Znamia, defendido por Gorbachov del alboroto de la sala. "Quien hoy lucha contra la glasnost, lucha por su esclavizaci¨®n", dijo Baklanov. "?Acaso un sorbo de libertad es suficiente para atragantarnos?".

Baklanov pidi¨® una ley de prensa que garantice la libertad de expresi¨®n y establezca responsabilidades, y critic¨® a Bondarev, quien hab¨ªa calificado la labor de la Prensa como "un veneno dado como medicamento". Baklanov asegur¨® tambi¨¦n que algunos miembros candidatos del Politbur¨® se enteraron por los peri¨®dicos del env¨ªo de las tropas sovi¨¦ticas a Afganist¨¢n y opin¨® que no existen garant¨ªas para que tal tipo de acciones no se repitan.

La inscripci¨®n en la lista de oradores, controlada por el Presidium. de la Conferencia, se convirti¨® en una verdadera lucha, manifest¨® el testigo. El director de la Uni¨®n de Cineastas, Elem Klimov, el historiador Yuri Afanasiev y el director de Novedades de Mosc¨², Egor YakovIev, se dispon¨ªan a contestar a Ligachov (jefe de la comisi¨®n de lucha contra la burocracia), aunque ninguno de ellos tuvo ocasi¨®n de hacerlo.

Pedir sangre

"La mayor¨ªa del auditorio ped¨ªa sangre cuando sali¨® a la tribuna Vitali Korotich", relataba el testigo. Korotich, el director de Ogoniok, explic¨® el art¨ªculo donde dos altos jueces de instrucci¨®n acusaban a varios (cuatro) delegados de delincuentes. Pravda s¨®lo public¨® un resumen de esta intervenci¨®n.El azerbaiyano Gueidar Aliev, ex miembro del Politbur¨® vinculado a Leonid Breznev, participaba tambi¨¦n en la conferencia del partido comunista. A pesar de que su reputaci¨®n es cuestionada actualmente y su nombre se vincula a asuntos poco claros, Aliev sigue siendo miembro del Comit¨¦ Central y, seg¨²n revelaba el diario Izvestia, tiene todav¨ªa un cargo, como "consejero estatal adscrito al Gobierno".

Diferentes medios sovi¨¦ticos opinan que Mijail Gorbachov ha salido fortalecido de la conferencia. La falta de renovaci¨®n en el Comit¨¦ Central del PCUS preocupaba ayer al historiador Roy Medvedev, que goza ahora de reconocimiento oficial y va a publicar en la URSS sus libros editados en Occidente.

Otros medios consideraban que la renovaci¨®n o no de parte del Comit¨¦ Central ha perdido importancia para la consolidaci¨®n de Gorbachov, ya que ¨¦ste se lo ha "saltado a la torera", sac¨¢ndose de la manga a ¨²ltima hora la propuesta de concentraci¨®n de poderes y un proyecto de reforma cuya amplitud no estaba contenida en las tesis aprobadas en junio por esta instituci¨®n. El Comit¨¦ Central, que en 1964 destituy¨® al entonces secretario general, Nikita Jruchov, ha dejado de ser el eje del poder pol¨ªtico, afirmaban.