La novela es una fuente de an¨¢lisis de las mentalidades, seg¨²n Jover

El historiador Jos¨¦ Mar¨ªa Jover considera la novela como "una fuente privilegiada de an¨¢lisis de las mentalidades" y como "una atalaya privilegiada para ver c¨®mo las diferentes parcelas del estudio de la historia se funden en la vida cotidiana". Estas afirmaciones las hizo durante una mesa redonda que cerr¨® ayer en Valencia el curso Historia y novela, de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP).El escritor Jorge Sempr¨²n, que acaba de ser nombrado ministro de Cultura, era el director del curso y quien dise?¨® el programa y eligi¨® los participantes. No lleg¨®, sin embargo, a estar presente por motivos de salud, seg¨²n manifest¨® al director de la UIMP en Valencia, Jordi Palafox. La conductora del curso fue la profesora de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Valencia, Isabel Burdiel, que figuraba como secretaria del mismo. Los organizadores manifestaron ayer que la ponencia de Sempr¨²n, que llevaba por t¨ªtulo Discurso no,velesco y modernidad, ser¨¢ enviada por el escritor y publicada en la revista Debats, que edita la Instituci¨® Valenciana d'Estudis i Investigaci¨®.

Excepto Sempr¨²n intervinieron todos los ponentes previstos en el programa, de manera que el curso ha contado con la presencia de del periodista e historiador franc¨¦s Max Gallo, el novelista portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago, la periodista y escritora turca Kenitz¨¦ Mourard, los catedr¨¢ticos estadounidenses Larzer Ziff y Richard Herr, las historiadoras Isabel Belmonte y Ruth Beteg¨®n, el catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea Jos¨¦ Mar¨ªa Jover y Jorge Lozano, del Instituto Ortega y Gasset.

Visi¨®n global y cotidiana

Jover hab¨ªa hablado el d¨ªa anterior de la novela como fuente hist¨®rica, sobre el caso de la obra Mr. Witt en el cant¨®n, de Ram¨®n J. Sender y ayer, con referencia a O'Donell, de los Episodiso Nacionales, de P¨¦rez Gald¨®s, hizo hincapi¨¦ en el valor de visi¨®n global y cotidiana de los momentos hist¨®ricos que tiene la literatura. El historiador subray¨® que con la lectura de la obra percibi¨® un ambiente social de euforia, de optimismo y confianza en el porvenir en los a?os de 1850 a 1852 que no hab¨ªa advertido anteriormente con el estudio cient¨ªfico de esa ¨¦poca.Con referencia a un asunto distinto del ejemplo de Gald¨®s, el de las novelas contempor¨¢neas que tratan hechos pasados, Isabel Burdiel dijo que la lectura de Bomarzo, de Mujica La¨ªnez, le periniti¨® entender lo que fue el renacimiento. Esa afirmaci¨®n conectaba con la de Jover sobre el sentido de integraci¨®n de los diferentes aspectos estudiados por la historia que tiene la novela.

Un motivo recurrente fue el de las diferencias entre la narraci¨®n literaria y la hist¨®rica: "Un novelista puede teatralizar", dijo Isabel Belmonte, "yo no; siempre pienso que me faltan datos para llegar a construir un personaje". En relaci¨®n con ello, Jorge Lozano puso de relieve las constricci¨®nes que tienen tanto novelistas como historiadores.