Los fondos reservados subvencionaron el espionaje a los partidos legales, seg¨²n el subcomisario Medina

El subcomisario Juan Jos¨¦ Medina, ex miembro de la Brigada de Informaci¨®n Interior, declar¨® el pasado 10 de junio ante el juez Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 21 de Madrid, que instruye la causa por espionaje a partidos pol¨ªticos legalizados, que al Hegar a su cargo en la brigada, en 1982, intent¨® "cortar" esa actividad, pero por "rutina" se continu¨® con esa pr¨¢ctica. Seg¨²n las actas del juzgado, que ha conocido este peri¨®dico, los infiltrados en AP y el PCE eran pagados con cargo "a los fondos reservados de la direcci¨®n".

El subcomisario Medina, destinado hasta finales de 1983 en la Brigada de Informaci¨®n Interior y actualmente procesado por el presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos, cree que los miles de informes que desaparecieron de los archivos policiales sobre pol¨ªticos y partidos obedeci¨® a que "miembros de la brigada tuvieron miedo, porque se d¨ªeron cuenta que no estaba bien, a pesar de que la autoridad les hab¨ªa dicho que se continuara investigando".El pasado 10 de junio el subcomisario Juan Jos¨¦ Medina reconoci¨® ante el juez V¨¢zquez Honrubia y ante los letrados del PCE y de AP, Jos¨¦ Luis N¨²?ez y Rosa Vindel respectivamente, que la polic¨ªa ten¨ªa infiltrados en dichos partidos y que sus servicios se pagaban con cargo a los fondos reservados. Medina afirma repetidamente que le puenteaban en su intento de acabar con esa pr¨¢ctica y que las informaciones obtenidas iban a parar a otros servicios, incluido el CESID (espionaje militar).

Medina reconoce igualmente que miembros de la Brigada de Interior destruyeron los libros de registro de entrada y salida de documentos sobre esos partidos, adem¨¢s de otros de profesionales, correspondientes a los a?os 1983, 1984 y 1985 y la desaparici¨®n de los mismos. Medina declara textualmente: "Lo primero que descubr¨ª es que los archivos estaban vac¨ªos. ( ... ) Lo primero que hice al ponerme al frente de la brigada es levantar un acta. ( ... ) En los archivos quedaba una ¨ªnfima parte del material que deb¨ªa obrar".

En el curso de la declaraci¨®n, el letrado del PCE, Jos¨¦ Luis N¨²?ez, le pregunta su opini¨®n sobre la causa por la que miles de documentos con investigaciones sobre el PCE, AP y particulares han desaparecido. "Creo que porque, seg¨²n miembros de la brigada, ten¨ªan m¨ªedo de lo que hab¨ªan recogido en notas y sab¨ªan que no estaba bien, y me dieron una relaci¨®n de nombres para los cuales hab¨ªan traba ado. Dec¨ªan que se lo hab¨ªa ordenado la autoridad, como el comisario general de informaci¨®n, que les dijeron que la rutina de investigar a partidos pol¨ªticos se continuara".

En su declaraci¨®n al juez, Medina asegur¨® que intent¨® por todos los medios impedir que siguiesen las investigaciones a fuerzas pol¨ªticas legalizadas. "Intentamos cortar radicalmente el sistema de investigaci¨®n a los partidos porque cre¨ªamos que no era el oficio de la brigada".

En cuanto al m¨¦todo de espionaje, Medina se?ala: "Ten¨ªamos un infiltrado en el PCE y otro en AP que proporcionaban informaci¨®n mediante precio o recompensa". "El se?or [ilegible en el acta] me dijo que ten¨ªa una serie de colaboradores a los que ten¨ªa que pagar, y que nos dar¨ªa informaci¨®n desde el tr¨¢fico de armas hasta otras co sas, y les llegamos a pagar".

El juez pregunta con cargo a qu¨¦ fondos, y ¨¦sta es la respuesta: "De los fondos reservados de la direcci¨®n. Una vez le dimos 30.000 pesetas, pero nos trajo discursos de AP en el Parlamento y no ten¨ªan importancia". En otros momentos Medina vuelve a hacer referencia a la trivialidad de los documentos que faci litaban los confidentes y al esca so inter¨¦s policial que supon¨ªan los informes sobre la vida privada de algunos pol¨ªticos.

El magistrado pregunta s¨ª est¨¢ en lo cierto al suponer que desde la llegada al poder del PSOE la investigaci¨®n se centr¨® en los partidos de oposici¨®n y concretamente sobre AP y PCE. Medina responde: "No es que se centrase la investigaci¨®n en el PCE o AP como oposici¨®n, sino que se sigui¨® la misma rutina que hasta ese momento: siempre el partido de la oposici¨®n, fuera quien fuera. Ahora, las informaciones, siento decirlo, creo que, a t¨ªtulo personal, puede que a alguien le interesen, pero realmente sentido policial no tienen".

Reafirmaci¨®n

El interrogatorio del juez termina -no sin recordar a Medina que el falso testimonio es delito- de esta forma: "?Se reafirma en que la Brigada de Informaci¨®n estaba obteniendo informaci¨®n por medio de colaboradores pagados?". Medina contesta: "S¨ª, s¨ª".

V¨¢zquez Honrubia contin¨²a: "?A partidos pol¨ªticos legalizados, en concreto a AP y al PCE?". "S¨ª, s¨ª; me ratifico. E incluso a particulares".

El letrado del PCE, Jos¨¦ Luis N¨²?ez, pregunta a Medina si no cree que por encima de sus ¨®rdenes "el grupo segu¨ªa funcionando e investigando a los partidos". Medina dice: "Sab¨ªamos que se nos segu¨ªa puenteando para hacer llegar esa informaci¨®n a otros servicios de la polic¨ªa". N¨²?ez insiste: "Y estos servicios pertenec¨ªan a la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n". Medina aclara: "S¨ª, pero en un caso fueron al CESID".

El letrado del PCE resume se?alando que determinados ftincionarios realizaban una actividad oficialmente, pero que en la pr¨¢ctica utilizaban la informaci¨®n para otros fines. A lo que el jefe policial asiente. Cuando N¨²?ez pregunta nombres de funcionarios, dice: "No recuerdo los nombres de la brigada; yo s¨®lo conoc¨ªa a los que directamente controlaba".

Las abogadas de AP Rosa Vindel y Pilar Bus¨® pedir¨¢n el procesamiento del comisario general de Informaci¨®n, Jes¨²s Mart¨ªnez Torres, y del jefe de esa Brigada, Alberto El¨ªas, por su presunta responsabilidad en la desaparici¨®n de los documentos, fruto del espionaje, acci¨®n a la que se unir¨¢ el letrado del PCE, Jos¨¦ Luis N¨²?ez.