J¨®venes parados
Si el art¨ªculo 35 de la Constituci¨®n dice que todos los ciudadanos tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, y el art¨ªculo 42 de la ley b¨¢sica de Empleo se?ala que es -principio fundamental de la pol¨ªtica de colocaci¨®n la igualdad de oportunidades, sin distinci¨®n de raza, sexo, opini¨®n pol¨ªtica u origen social, ?c¨®mo es posible que un Gobierno socialista consienta y practique habitualmente la conculcaci¨®n de estos art¨ªculos, con el benepl¨¢cito de las centrales sindicales, cuya misi¨®n fundamental deber¨ªa ser velar por el fiel cumplimiento del referido articulado, especialmente en un pa¨ªs cuya juventud en paro ve inalcanzable un puesto de trabajo, ante la carencia de los mismos, y adem¨¢s ha de soportar con rabia e impotencia el enorme tr¨¢fico de influencias que se est¨¢ produciendo?Se estima, por lo que observamos y o¨ªmos en nuestros pueblos y por los datos aparecidos en los medios de difusi¨®n, que son decenas de miles los empleados como eventuales, interinos, temporales, etc¨¦tera, que est¨¢n colocados en ayuntamientos y dem¨¢s organismos y empresas p¨²blicas del Estado o de las autonom¨ªas, que ocupan puestos de trabajo
Pasa a la p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior
sin oposici¨®n o prueba de conociniiento alguna; simplemente han conseguido el puesto de trabajo mediante la tarjeta de recomendaci¨®n, an-liguismo, etc¨¦tera; en resumen, por medio del largo dedo del tr¨¢fico de influencias en el empleo.
Los abajo firmantes hemos intentado por todos los medios acceder a esos puestos temporales de Correos, ayuntamientos y otros organismos, acudiendo a presentar nuestra solicitud de trabajo, obteniendo casi siempre como respuesta que los citados puestos est¨¢n reservados a j¨®venes que ya los vienen ocupando de a?os atr¨¢s. Naturalmente, son siempre los mismos y sin ning¨²n examen previo.
Por favor, no nos recriminen si pasamos de la pol¨ªtica o de la sociedad, y los m¨¢s desesperados terminamos en la delincuencia; si observamos con desesperaci¨®n c¨®mo nuestros gobernantes y las centrales sindicales, que deber¨ªan defender hasta el l¨ªmite nuestros intereses, por ser los m¨¢s desfavorecidos de esta sociedad, practican y consienten semejante y degradante tr¨¢fico de influencias en el empleo, en, perjuicio del colectivo, que no tenemos m¨¢s bagaje ni tarjeta de recomendaci¨®n que nuestros conocimientos, que no nos dejan poner a prueba. y tres firmas m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.