Un cr¨¢ter en la luna de miel

Espa?a y Marruecos acaban de anunciar una pr¨®xima visita a Madrid de Hassan II. Las relaciones entre ambos pa¨ªses atraviesan ahora su mejor momento desde la independencia del reino jerifiano. Esa luna de miel no debe hacer pensar que Marruecos ha renunciado a su reivindicaci¨®n de Ceuta y Melilla. Con motivo de la reciente visita del ministro de Exteriores, Abdelatif Filali, a Madrid, toda la Prensa marroqu¨ª record¨® en tono moderado la reivindicaci¨®n territorial sobre esas dos ciudades."Las diferencias hispano-marroqu¨ªes sobre Ceuta y Melilla seguir¨¢n pesando en las relaciones bilaterales. Este tema ser¨¢ siempre el ¨²ltimo gran obst¨¢culo en el camino de una total cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses", afirman fuentes del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores. "Para Hassan II se trata de completar la obra hist¨®rica de liberaci¨®n y de recuperaci¨®n de la soberan¨ªa y dignidad de Marruecos emprendida por su padre, Mohamed V".

Cuanto m¨¢s grandes sean los intercambios en los aspectos pol¨ªtico, econ¨®mico, cultural y humano, cree la diplomacia espa?ola, el conflicto sobre las ciudades norteafricanas ser¨¢ menos agudo. Pero no es seguro que Marruecos mantenga siempre la tesis de que la suerte de Ceuta y Melilla estar¨¢ vinculada a lo que ocurra en Gibraltar.

Marruecos est¨¢ convencida de que el d¨ªa en que plantee el problema en los foros internacionales Espa?a se encontrar¨¢ aislada. Ni sus socios europeos ni Estados Unidos, ni tan siquiera la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos, la apoyar¨¢n, se cree en Rabat. La internacionalizaci¨®n del conflicto ser¨¢, no obstante, la ¨²ltima carta marroqu¨ª, y s¨®lo se producir¨¢ despu¨¦s de una soluci¨®n para el asunto del S¨¢hara y de una total reconciliaci¨®n con Argelia. La mayor o menor crispaci¨®n de la reivindicaci¨®n final marroqu¨ª depender¨¢ de las necesidades de pol¨ªtica interior.

Uno de los grandes problemas para un planteamiento marroqu¨ª m¨¢s en¨¦rgico de la reivindicaci¨®n de Ceuta y Melilla es la situaci¨®n de subdesarrollo de la zona norte del pa¨ªs magreb¨ª. "?Qu¨¦ puede ofrecer ahora Marruecos a los musulmanes de Ceuta y Melilla?", se pregunta un periodista rabat¨ª. Todo el mundo coincide en responder que, desde el punto de vista material, poco.