La mejor situaci¨®n posible
Las condiciones de la carrera benefician a Delgado
Pedro Delgado, a falta de una semana de carrera, mantiene el liderato en unas condiciones que, realmente, parecen haberse confabulado para serle propicias. Ninguno de sus rivales es m¨¢s completo que ¨¦l y las diferencias que estableci¨® en la contrarreloj de ayer -todo ganador del Tour debe ganar al menos una etapa, dice la tradici¨®n-, le permiten asistir a las etapas de los Pirineos con margen suficiente.
Hombre por hombre, los rivales que le restan a Delgado son cuatro: Rooks, Parra, Herrera y Bauer. Quedan tres etapas de monta?a y una contrarreloj llana. Ninguno es mejor que ¨¦l en la ¨²ltima, y los mejores en la monta?a, son, precisamente, Herrera y Parra, los m¨¢s alejados en la general de ese cuarteto. Delgado puede controlar los seis minutos de Herrera en condiciones normales -Herrera es el menos estratega de los cuatro y el m¨¢s proclive a una aventura alocada- y tener a Parra, a casi cinco minutos es una situaci¨®n m¨¢s que favorable -Parra es m¨¢s regular, pero tiene menos punta de escalada que su compatriota-.Tal y como est¨¢n las circunstancias, lo mejor que le puede suceder a Delgado es que los cuatro acepten la actual situaci¨®n, hecho que sucede muchas veces en este tipo de pruebas. Es decir, Rooks apenas pod¨ªa so?ar con el segundo puesto final en el Tour y puede limitarse a defenderlo, mientras que Bauer tampoco aspiraba a esta situaci¨®n. Herrera y Parra est¨¢n haciendo historia para Colombia, se odian mutuamente, ninguno desea el triunfo final del otro y adem¨¢s tienen que contar con que Delgado les saque m¨¢s tiempo en la contrarreloj del pen¨²ltimo d¨ªa. Estas cosas pasan en el Tour.
Pero si los aspirantes siguen teniendo ambici¨®n por la victoria, s¨®lo les quedan dos recursos: romper la carrera a cualquier precio, a riesgo de sufrir un hundimiento y perder su buena posici¨®n, o esperar hasta las cercan¨ªas de los puertos para ir lanzando ataques y recortar tiempos progresivamente. Y para ello les quedan tres etapas con final en puerto.
Luego, frente a todo posible cansancio, la situaci¨®n de l¨ªder a?ade un recurso marginal: la mentalizaci¨®n. El cerebro est¨¢ en la mejor disposici¨®n para soportar cualquier situaci¨®n de desgaste y act¨²a positivamente supliendo algunas deficiencias.
Qued¨® demostrado ayer, cuando Delgado, con fama de hombre irregular en las contrarrelojes, gan¨® la primera prueba conometrada de su carrera profesional. ?Por qu¨¦ la gan¨®? Fundamentalmente, porque era l¨ªder y no le quedaba duda alguna de que era superior a sus rivales m¨¢s peligrosos.
Por ¨²ltimo, Delgado tiene otro punto a favor, el equipo. A diferencia de otras formaciones espa?olas, el Reynolds se ha estructurado exclusivamente en su beneficio; es decir, han obviado incluso la posibilidad de contratar a un sprinter que les pudiera posibilitar alg¨²n triunfo en etapa. El Reyno1ds se ha hipotecado a Delgado, ha renunciado a ganar etapas o a realizar escapadas en solitario; se ha exclusivizado en trabajar para una sola funci¨®n y, en esa circunstancia, el equipo est¨¢ formado por hombres duros, disciplinados, capaces para resolver situaciones en alta monta?a y en llano, corredores cuya ¨²nica funci¨®n es acompa?ar a Delgado para darle agua, para cambiar la biciclet¨¢. No tienen otro objetivo.
A Delgado, como le ocurriera el pasado a?o, puede que tampoco le falte af¨¢n de colaboraci¨®n de otros equipos espa?oles en un Tour que, casualmente, tiene mayor¨ªa de conjuntos de su misma nacionalidad.
Est¨¢ mejor arropado que nunca, est¨¢ mejor que nunca, su mentalidad es m¨¢s fuerte que la de hace un a?o. Y, sobre todo, tiene los mejores rivales que le pod¨ªan caer en suerte. Es la mejor situaci¨®n posible, a falta s¨®lo de ocho etapas.
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