Despliegue armado en Sur¨¢frica para impedir homenajes a Nelson Mandela
La Iglesia de Ciudad del Cabo ha acusado a la polic¨ªa surafricana de impedir con pretextos las celebraciones en honor de Nelson Mandela, que ma?ana cumplir¨¢ en prisi¨®n 70 a?os. En Johanesburgo se ha prohibido un concierto al aire libre en honor del dirigente del Congreso Nacional Africano (ANC). Importantes efectivos militares y policiales han sido desplegados por el r¨¦gimen de Pretoria para evitar que se celebren homenajes al l¨ªder negro que aglutina la lucha contra la segregaci¨®n racial, encarcelado hace 26 a?os. Dos hombres negros fueron muertos por la polic¨ªa y otros cinco heridos en un enfrentamiento junto a la ciudad de Pietermaritzburg.
Bajo el estado de emergencia est¨¢n prohibidas en Sur¨¢frica casi todas las reuniones al aire libre, salvo las competiciones deportivas. Estaba previsto que el concierto pop se celebrara hoy en Fun Valley, en los l¨ªmites de la ciudad negra de Soweto y se esperaba que acudieran unas 25.000 personas a o¨ªr las actuaciones de los principales m¨²sicos surafricanos. La semana pasada la polic¨ªa detuvo a 13 personas en relaci¨®n con un festival cultura? en Ciudad del Cabo.El reverendo Allan Boesak, presidente de la Alianza Mundial de las Iglesias Reformistas, dijo el martes: "A pesar de todas las intimidaciones ( ... ) nuestra decisi¨®n es clara: celebraremos el cumplea?os. Si no podemos reunirnos en calles y salas lo celebraremos en las casas y las iglesias, pero queremos estar seguros de que el cumplea?os de Mandela no pasar¨¢ inadvertido", declar¨® el reverendo a la Prensa.
Nelson Mandela est¨¢ en la c¨¢rcel desde 1962. Dos a?os despu¨¦s fue condenado, junto con otros ocho dirigentes del ANC, a cadena perpetua por conspirar para el derrocamiento violento del Gobierno. Desde entonces se han prohibido sus declaraciones. Solamente se conoce una fotograf¨ªa suya, la que aparece furtivamente en los ayuntamientos, porque legalmente su reproducci¨®n est¨¢ prohibida.Su imagen permanece congelada desde hace 26 a?os en las mentes de los que le conocieron, que tienen m¨¢s de 26 a?os y que es el 50% de la poblaci¨®n blanca y negra. A pesar de todo, su nombre est¨¢ en boca de los ni?os m¨¢s peque?os de los barrios negros y los bailarines toyi-toyi lo cantan mientras se arrastran r¨ªtmicamente por las calles polvorientas cantando plegarias y consignas pol¨ªticas. Su nombre se ha convertido en s¨ªmbolo de la libertad en la Rep¨²blica de Sur¨¢frica.
Alegato
En 1964, antes de que le llevaran a la c¨¢rcel en Pretoria, pronunci¨® un alegato ante el tribunal que termin¨® con estas palabras: "He dedicado mi vida a luchar contra la supremac¨ªa blanca, pero tambi¨¦n contra la supremac¨ªa de la poblaci¨®n negra. Es un ideal que espero ver realizado en alg¨²n momento de mi vida, pero por el que estoy preparado para morir". Su abogado, Ismali Ayob, dice que goza de buena salud.
Pero no hay indicios de que el Gobierno del presidente Pieter Botha piense liberarle en un futuro pr¨®ximo o lejano. En los ¨²ltimos dos a?os muy poca gente ha podido verle. Ayob le visit¨® en marzo, por primera vez en dos a?os. Tras una operaci¨®n de pr¨®stata, estuvo convaleciendo en el hospital de la c¨¢rcel de Pollsinoor, separado de los dem¨¢s reclusos y de sus amigos, otros presos pol¨ªticos condenados a largas penas. "S¨®lo le ve su familia", dice Ayob. Lo que sea su pensamiento sobre cuestiones pol¨ªticas, sobre el ANC, el futuro de Sur¨¢frica o sobre ¨¦l mismo son meras especulaciones. Pero tal vez la actividad de su amigo ¨ªntimo, Govan Mbeki, liberado en noviembre del a?o pasado a sus 77 a?os, sea un indicio de c¨®mo pueda responder Mandela a su libertad. A las pocas horas de salir de la c¨¢rcel Mbeki declar¨® a la Prensa que segu¨ªa apoyando al ANC y al Partido Comunista de Sur¨¢frica. Al cabo de dos meses fue confinado en su casa, en el distrito de Port Elisabeth, con la prohibici¨®n de que los peri¨®dicos publicaran declaraciones suyas.
Un m¨¢rtir vivo
Quiz¨¢ no sea tan f¨¢cil silenciar a Nelson Mandela. Su peso es enorme en todas las capitales del mundo, desde Washington hasta Mosc¨², e incluso detr¨¢s de las rejas de la prisi¨®n de Pollsinoor es uno de los hombres m¨¢s poderosos de Sur¨¢frica. Si quisiera podr¨ªa salir de la c¨¢rcel a tiempo de celebrar ma?ana el cumplea?os en su casa de Soweto. Tendr¨ªa que aceptar las condiciones del presidente Botha y renunciar a la violencia como arma pol¨ªtica. En 1986 rechaz¨® la oferta a trav¨¦s de su hija Zindzi, y en cambio acus¨® al Gobierno de utilizar la violencia con su pol¨ªtica racial.
Se sigue especulando con el papel de Mandela si estuviera libre. Hace dos a?os, en la sede del Congreso Nacional Africano en Lusaka, se dijo que se preve¨ªa un "liderazgo" para ¨¦l, sin especificar. Pero ahora el ANC est¨¢ profundamente dividido. El control de su presidente, Oliver Tambo, ya no es tan firme como antes y hombres como Thabo Mbeki, carism¨¢tico y din¨¢mico, est¨¢n esperando para asumir la direcci¨®n de la organizaci¨®n.
En una reciente entrevista, Mbeki sostuvo que el ANC segu¨ªa manteniendo la pol¨ªtica de atacar exclusivamente objetivos militares dentro de Sur¨¢frica. Pero Chris Hani, nuevo dirigente del ala militar Umkontho We Sizwe (Flecha de la Naci¨®n), tiene otras ideas. Las ¨²ltimas bombas que estallaron en Johanesburgo y Pretoria iban dirigidas contra civiles de cualquier raza y no s¨®lo contra objetivos militares o gubernamentales.
?Sobrevivir¨¢ Mandela, con su aureola mesi¨¢nica, a la dura lucha interna entre los pol¨ªticos exiliados y los del interior? ?O est¨¢ mejor en la c¨¢rcel, donde sirve a su organizaci¨®n y su pueblo como m¨¢rtir viviente?.
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