La invalidez y el 'afeitado' de los toros es habitual en la mayor¨ªa de las plazas espa?olas
J. V. El toro que llaman descastado -que no embiste, que est¨¢ inv¨¢lido- lleg¨® este a?o a la reci¨¦n concluida feria de Pamplona, una de las pocas plazas donde el ganado no se ca¨ªa casi nunca. Sol¨ªan atribuirlo al encierro, por la puesta a punto que con su carrera matinal hace all¨ª el toro antes de la corrida, seg¨²n determinadas apreciaciones, en cierto modo ingeniosas, pero sin ninguna base cient¨ªfica. En los pasados sanfermines, sin embargo, pese a la puesta a punto matinal, los toros aparec¨ªan en el ruedo atacados de invalidez, y apenas embest¨ªan. En cuanto a la conformaci¨®n de sus cabezas, todos fueron astifinos, con excepciones. A diferencia de lo habitual en la mayor¨ªa de los cosos, donde todos son romos, con excepciones.
Para la conformaci¨®n cornicorta y roma de las astas, tambi¨¦n tienen los taurinos explicaciones, formuladas desde su l¨®gica particular e interesada: muchos toros padecen hormiguillo, y al aliviar la comez¨®n rasc¨¢ndose en ¨¢rboles y piedras, se autoafeitan. En ning¨²n caso admiten los taurinos que se produzca la mutilaci¨®n fraudulenta, y si fueran ciertos sus argumentos, habr¨ªa que deducir que el mayor mal que padece la ganader¨ªa de bravo espa?ola es, precisamente, el hormiguillo."M¨¢s que en los tiempos de El Cordob¨¦s se est¨¢ afeitando", afirman algunos ganaderos cuyos toros no padecen hormiguillo -o, si lo padecen, no los env¨ªan a las plazas- y saltan s¨ªempre a la arena con sus cornamentas desarolladas y astifinas. Estos ganaderos est¨¢n muy molestos con la situaci¨®n, pues tienen serias dificultades para vender sus toros, que no est¨¢n incluidos entre los que llaman "de garant¨ªa" y exigen las figuras.
La mayor parte de los ganaderos que seleccionan en pureza sus reses; que, fruto de esa selecci¨®n esmerada, poseen la casta caracter¨ªstica de la raza; las cr¨ªan a conciencia, de forman que puedan pelear en la lid¨ªa sin derrumbarse, e impiden que las afeiten, han de malvenderlas, destinarlas a festejos con carteles modestos, a espect¨¢culos de rejoneo, o enviarlas al matadero.
Los ganaderos ¨ªntegros se sienten v¨ªctimas de una competencia desleal, ya que su honestidad les resta el mejor mercado, y en privado manifiestan que si hubiera aut¨¦ntica voluntad de erradicar el fraude por parte de las autoridades y de la Uni¨®n de Criadores de Lidia, el n¨²mero de toros inv¨¢lidos y afeitados que salen a las plazas ser¨ªa m¨ªnimo.
El desarrollo de la temporada cuando ya ha transcurrido su primera mitad es, en este sentido, m¨¢s alarmante que nunca: invalidez y sospecha de afeitado fueron habituales en las ferias de Castell¨®n; fallas, de Valencia; buena parte de la de Sevilla; remiti¨® en las corridas de Las Ventas -incluidas las de la feria de san Isidro-, donde el ganado sali¨® ¨ªntegro en la mayor parte de las ocasiones, y apareci¨® de nuevo la invalidez generalizada en los festejos pamploneses de san Ferm¨ªn.
Administraci¨®n lenta
La Administraci¨®n lleva a?os incurriendo en aparente falta de diligencia y desinter¨¦s para erradicar el fraude, sin que los ganaderos serios y los aficionados alcancen a entender el motivo. Su lentitud en la tramitaci¨®n de los expedientes e incumplimiento de las sencillas normas de procedimiento, se reflejan en sentencias de la Audiencia Nacional referidas a recursos de ganaderos contra sanciones por afeitado.
La denuncia hecha por Antonio Mart¨ªnez Carrilo, veterinario de Colmenar, sobre el drogado de los toros de varias corridas que se lidiaron en aquella plaza, a la que uni¨® pruebas y an¨¢lisis de laboratorio, tampoco ha tenido el adecuado reflejo de la Administraci¨®n, que ni siquiera ha abierto una l¨ªnea de investigaci¨®n sobre esta posible corruptela.
La Direcci¨®n General de Polic¨ªa ha elaborado un informe sobre el afeitado, en el que incluye el dato de que entre 168 expedientes gubernativos abiertos a ganaderos en la temporada de 1987, 39 dieron positivo, 88 negativo, y los 41 restantes a¨²n se encuentran pendientes del correspondiente dictamen.
La Audiencia Nacional ha se?alado en dos sentencias, dice el informe, que este tipo de infracciones prescribe a los dos meses de cometerse el hecho, lo que obliga a la Polic¨ªa a iniciar el expediente sancionador cuando en el reconocimiento post mortem de la corrida se hace constar que se env¨ªan astas sospechosas a la Escuela Nacional de Sanidad, y, por tanto, sin esperar al informe pericial de este organismo.
Cuando el informe es positivo -a?ade el informe-, se contin¨²a el expediente sancionador y se remite al asesor ejecutivo del Ministerio del Interior para Asuntos Taurinos, quien decreta la sanci¨®n correspondiente, a propuesta de la secci¨®n de Espect¨¢culos.
Se?ala tambi¨¦n el informe que al haber sido traspasadas a las comunidades aut¨®nomas las funciones relativas a espect¨¢culos taurinos, aquellas instruyen los expedientes y deciden las sanciones, sin que la Direcci¨®n General de Polic¨ªa tenga conocimiento de ello (ni, por supuesto, las restantes comunidades), lo que da lugar a que no se apliquen las sanciones espec¨ªficas a los infractores reincidentes.
El informe incluye datos curiosos sobre otros aspectos de la fiesta. Por ejemplo, en una ¨¦poca en que el tercio de varas est¨¢ convertido en brutal carnicer¨ªa sin otro objetivo que destrozar al toro y, a tal efecto, los varilargueros efect¨²an la suerte con toda clase de trucos, el n¨²mero de picadores sancionados en 1987 fue de cinco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.