Jos¨¦ Borrell cree posible que el d¨¦ficit p¨²blico se sit¨²e este a?o en el 3% del PIB

CARLOS SCHVARTZ ENVIADO ESPECIAL El secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, dijo ayer en un seminario sobre el gasto p¨²blico que el d¨¦ficit de presupuesto en 1988 puede quedar por debajo de la previsi¨®n oficial del 3,5% del producto interior bruto (PIB). Borrell arriesg¨® la cifra del 3%, a la luz de los ingresos logrados por el Estado en el primer semestre del a?o y a la contenci¨®n del gasto lograda.

El secretario de Hacienda dijo que su equipo ha preparado diversos escenarios con vistas a 1990, se?alando la evoluci¨®n del gasto p¨²blico en cada uno de ellos. Al respecto dijo que no es posible tina reducci¨®n del gasto, aunque s¨ª del d¨¦ficit seg¨²n los ingresos, y que "ninguna propuesta pol¨ªtica que se?ale como posible la reducci¨®n del gasto me merece confianza t¨¦cnica".

Borrell apunt¨® cinco factores que impedir¨¢n una reducci¨®n del gasto p¨²blico. El primero es el aumento del n¨²mero de pensionistas, que en los ¨²ltimos cinco a?os ha pasado de cinco a seis millones. El segundo es el incremento de las exigencias educacionales de la sociedad, que est¨¢n directamente vinculadas a la capacidad de combatir el paro. La fuerte presi¨®n social por una mejor asistencia sanitaria y la necesidad de regresar al pleno empleo o cubrir el d¨¦ficit con subsidios, m¨¢s la inversi¨®n en estructura, son los restantes.

Admiti¨® que el crecimiento del gasto no necesariamente coincide con una redistribuci¨®n ajustada a las necesidades populares, y que en todo gran aparato estatal hay vicios. Se?al¨® la existencia de minor¨ªas oligop¨®licas que, por su capacidad de presi¨®n, pueden desviar gasto hacia sus intereses. "En Espa?a, el papel de los impuestos es netamente redistribuidor de las rentas. El 20% de la recaudaci¨®n del impuesto sobre la renta es aportado por el 1% de los contribuyentes, mientras que el 46% lo aporta el 4%", argument¨®.

Borrell tambi¨¦n incidi¨® en la moda de criticar el gasto corriente del sector p¨²blico, se?alando que de ¨¦l depende la calidad de los servicios que brinda el Estado.

Finalmente, Borrell marc¨® diferencias entre los reg¨ªmenes de cotizaci¨®n, como las pensiones que deben permanecer amparados en el mismo sistema, y la atenci¨®n sanitaria que se brinda a toda la poblaci¨®n y deber¨ªa basarse en los impuestos.

"No es v¨¢lido que el sistema de cotizaciones a la Seguridad Social para las pensiones incremente los costes de producci¨®n el sistema de contribuciones es solidario. Los trabajadores de hoy pagan la pensi¨®n de que gozan los trabajadores de ayer. Lo hacen con la esperanza de que los trabajadores de ma?ana hagan lo mismo por ellos. ?ste es un r¨¦gimen que no se puede desmontar con el argumento de los mayores costes de producci¨®n".

Una breve conferencia de prensa celebrada ayer en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) puso frente a los periodistas a Enrique Fuentes Quintana y a Jos¨¦ Borrell.

Fuentes apunt¨® la necesidad de crear un debate sobre el objetivo del gasto p¨²blico, sobre el cual "los espa?oles est¨¢n mal informados". Borrell no escatim¨® alabanzas a la necesidad en nuestro pa¨ªs de abrir un debate serio en este sentido, deplorando el nivel "impresentable" que suele tener la discusi¨®n sobre el gasto p¨²blico y la pol¨ªtica fiscal.

Tampoco Fuentes se sinti¨® coartado para afirmar sobre el final de la conferencia de prensa que la pol¨ªtica de ajuste econ¨®mico espa?ola, iniciada en 1977, aunque luego proseguida a distinto ritmo", no tiene precedentes. Prueba de ello es la capacidad de crear 1.000 empleos diarios", dijo. "Unos 400.000 al a?o", matiz¨® Borrell.

El secretario de Estado dijo que si se registr¨® un mayor ingreso para el Estado sin aumentar los tipos fiscales es porque se redujo el fraude y por una fuerte mejor¨ªa de la econom¨ªa. Dijo adem¨¢s que la gravitaci¨®n de la masa salarial de los empleados del Estado se mantiene estancada en el 10,2% del PIB, "y permanecer¨¢ en este nivel". Advirti¨® que la mala remuneraci¨®n de los t¨¦cnicos del Estado har¨¢ decaer las prestaciones. "Corremos e riesgo de que la emigraci¨®n por motivos salariales de los mejores t¨¦cnicos del Estado deje a un gigante descerebrado. Es necesario pagar al nivel de la empresa privada a los servidores del Estado si se quiere tener servicios equiparables", dijo.