A la sombra de una central
Cuando a un ciudadano que vive cerca de una central nuclear lo bombardean con tanta seguridad, tantos sabios informes t¨¦cnicos, tanta tranquilidad, tantos alcaldes preocupados, tanta informaci¨®n, tanta absoluta normalidad, uno se siente ya demasiado contaminado por dentro.Cuando uno trabaja cerca de una central nuclear no tiene derecho a opinar, a hacer preguntas, quiz¨¢ objeciones; es decir, a ajercer la libertad de expresi¨®n. Si se dice algo, uno ya tiene ¨¢nimo alarmista y est¨¢ provocando a sus vecinos. En definitiva, uno no puede ser normal al lado de una central, porque todos estamos marcados por una especie de tranquila radiactividad que todos los poderes locales en¨²ten.
Vivo a 14 kil¨®metros de Almaraz, y aunque no entienda ni sepa nada de industria riticlear, como constantemente recuerdan los t¨¦cnicos a la poblaci¨®n del entorno, s¨ª me doy cuenta de que tenemos instalada cerca del pueblo una f¨¢brica poco limpia y que como tal ser¨ªa deseable que as¨ª se reconociera. No se trata de buscar falsas alarmas si se dice que la mayor¨ªa de los alcaldes de la zona ignoran el Plan de Emergencia en sus aspectos pr¨¢cticos (como as¨ª se puso de manifiesto en la ¨²ltima reuni¨®n llevada a cabo despu¨¦s del accidente de Chernobil), o si se afirma que las carreteras (le evacuaci¨®n de la zona provocar¨ªan m¨¢s accidentes si se requiriera su utilizaci¨®n. Pero mientras aparecen las graves o leves alarmas de accidente -es decir, mientras lo podamos contar-, la central lo ¨²nico que est¨¢ intentando es construir duchas descontaminantes, lo que la poblaci¨®n ve, con recelo, que no se trate de nuevos dep¨®sitos de material contaminado en un momento en que los propios de la central est¨¢n casi completos.
Despu¨¦s de una nueva alarma en los reactores de Almaraz, uno se pregunta: ?de qu¨¦ servir¨ªan unas duchas descontaminantes si no hay infraestructura para llegar a ellas y los responsables del Plan de Emergencia ignoran los procedimientos pr¨¢cticos que seguir?- Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez.
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