Hungr¨ªa enterrar¨¢ dignamente al l¨ªder de la revuelta de 1956
El l¨ªder de Hungr¨ªa, Karoly Grosz, ha anunciado que conceder¨¢ permiso para que sean enterrados dignamente los restos de Imre Nagy, jefe del Gobierno h¨²ngaro durante el levantamiento de 1956 -aplastado por las fuerzas sovi¨¦ticas-, ejecutado dos a?os despu¨¦s por el r¨¦gimen de Janos Kadar. Imre Nagy se halla enterrado junto a otros dirigentes del levantamiento en tumbas an¨®nimas en un escondido rinc¨®n del cementerio Rakoskeresztur, en Budapest.
El anuncio de que la familia de Imre Nagy podr¨¢ darle una sepultura digna, que le ha sido negada durante tres d¨¦cadas, fue hecho por Grosz en Washington, al t¨¦rmino de un viaje de 10 d¨ªas por Estados Unidos, en lo que fue la primera visita oficial de un l¨ªder h¨²ngaro a Estados Unidos desde 1945. Grosz fue recibido por el presidente Ronald Reagan y se entrevist¨® con los dos candidatos a la presidencia Michael Dukakis y George Bush, con el secretario de Estado George Shultz y numerosos representantes de la industria, la econom¨ªa y los c¨ªrculos de h¨²ngaros emigrados.La visita ha vuelto a demostrar que en Hungr¨ªa se est¨¢n desmantelando a pasos forzados los dogmas vigentes desde la implantaci¨®n del poder comunista. La televisi¨®n h¨²ngara mostr¨® a Grosz con emigrantes, en su mayor¨ªa profundamente anticomunistas y en gran parte huidos del pa¨ªs por la represi¨®n que dio muerte a Nagy.
Grosz se encontr¨® con una t¨ªa suya en Los ?ngeles, en lo que supone asimismo un hecho sin precedentes. Hasta hace pocos a?os, tener contacto con familiares en Occidente era causa de sospecha por parte del r¨¦gimen y supon¨ªa un obst¨¢culo infranqueable para acceder a puestos de responsabilidad.
Apoyo estadounidense
Grosz ha recibido en Estados Unidos lo que buscaba, apoyo financiero para afrontar la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs, mayor cooperaci¨®n en el comercio y la industria y gratas palabras de Reagan para su pol¨ªtica de re formas, que exigir¨¢ grandes sacrificios a la poblaci¨®n h¨²ngara.Como antes en Bonn y Londres, Grosz ha sabido capitalizar las simpat¨ªas que despierta en Occidente el papel de Hungr¨ªa como pionero de la liberalizaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica en el Este de Europa.
Grosz dijo en Washington que est¨¢ "personalmente de acuerdo con Reagan", frase que hace pocos a?os le pod¨ªa haber supuesto a cualquier l¨ªder comunista un proceso por alta traici¨®n. Grosz hizo un balance de su visita al calificarla como el s¨ªmbolo de "una nueva era en la distensi¨®n". En fuentes h¨²ngaras se inform¨® que el presidente Reagan mostr¨® un inter¨¦s especial por las declaraciones anteriores del l¨ªder h¨²ngaro, en las que dijo que "las reformas econ¨®micas deben ir acompa?adas de reformas pol¨ªticas".
Sin embargo, Grosz ha. tenido que bajar el list¨®n de las expectativas creadas. Al anunciar el permiso para un entierro p¨²blico de Nagy, que conlleva ciertos riesgos para el orden p¨²blico, ha advertido que el partido no tiene intenci¨®n de rehabilitar al l¨ªder ejecutado. Esta afirmaci¨®n parece m¨¢s una concesi¨®n al anciano l¨ªder Janos Kadar, corresponsable en la muerte del que fuera su jefe y compa?ero en el Gobierno, que un fruto de la convicci¨®n del propio Grosz. Tarde o temprano, se dice en Budapest, a m¨¢s tardar cuando fallezca Kadar, la rehabilitaci¨®n de Nagy ser¨¢ un hecho.
Por otra parte, ha subrayado que la retirada de los 65.000 soldados sovi¨¦ticos que permanecen en Hungr¨ªa desde aquellas fechas s¨®lo se producir¨¢ si hay contrapartidas por parte occidental. Grosz confirm¨® haber hablado sobre la retirada de las tropas sovi¨¦ticas con el m¨¢ximo dirigente del Kremlin, Mijail Gorbachov. Confirm¨® que no hay una decisi¨®n tomada sobre la necesidad de medidas unilaterales por muy peque?as que sean.
En Budapest circulan informaciones seg¨²n las cuales la URSS hab¨ªa aceptado esta retirada de tropas en la cumbre del Pacto de Varsovia hace dos semanas en Polonia.
Mientras los representantes de Hungr¨ªa y Polonia la apoyaron, otros miembros como la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y Checoslovaquia vetaron la medida unilateral por temer consecuencias desestabilizadoras entre su poblaci¨®n.
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