El profesor Dionisio Ollero, suspendido tres meses de empleo por dirigir expresiones soeces al alumnado

Dionisio Ollero, de 59 a?os, profesor titular de lat¨ªn de la facultad de Filolog¨ªa de la universidad Complutense, ha sido sancionado con tres meses de suspensi¨®n de funciones, con la consiguiente p¨¦rdida de haberes. La resoluci¨®n del rector Gustavo Villapalos -recurrible- le considera autor de una falta grave: dirig¨ªa a sus alumnas "expresiones que han podido denotar una minusvaloraci¨®n de la condici¨®n femenina y, por tanto, una ofensa".

Adem¨¢s, este fil¨®logo "ha pronunciado expresiones vulgares y soeces que, pronunciadas por un profesor universitario y en un aula, adquieren una relevancia insospechada". Se desestiman, en cambio, las acusaciones de discriminaciones sexistas, adoctrinamiento pol¨ªtico y abuso de autoridad, negligencia docente y acoso o abuso sexual. Es la primera sanci¨®n impuesta en esta universidad por excesos verbales."Ni un s¨®lo testimonio permite constatar la realidad de la pr¨¢ctica, ni una sola vez, de un 'derecho de pernada' unido al establecimiento de 'lazos de vasallaje' sobre las alumnas m¨¢s desvalidas, como se acusa en los escritos de demanda". "La propia testigo de cargo presentada por la parte demandante sobre estas cuestiones reconoce que el profesor Ollero no se ha extralimitado f¨ªsicamente con ella, y sus apreciaciones sobre insinuaciones o proposiciones no dejan de ser ambiguas, subjetivas y no fundamentadas en frases indubitadas", refleja el expediente.

La ambig¨¹edad, en este caso, ha jugado a favor de Ollero. "Nada impide considerar que la pregunta formulada por el profesor, '?qu¨¦ puedes hacerme para conseguir un aprobado, puede referirse a alg¨²n tipo de trabajo de car¨¢cter estrictamente acad¨¦mico y, por tanto, tener un sentido absolutamente lejano del atribuido. Simples presunciones no probadas, aun cuando fueran sinceramente entendidas en otro sentido por la testigo, no pueden justificar una sanci¨®n", refleja este documento.

El expediente califica de "inadmisible e incongruente la afirmaci¨®n de una declarante de que el demandado abusa en clase de una de sus alumnas, y sorprende que nadie haya afirmado haber sido testigo directo de tan ins¨®lita como osada manifestaci¨®n p¨²blica de procacidad".

Conducta discriminatoria

La "imputaci¨®n de conducta discriminatoria en raz¨®n del sexo u otras condiciones se fundamenta, en este caso y desde el punto de vista de las demandantes, en consideraciones subjetivas aisladas, no suficientemente probadas, cuando no denegadas o contradichas por otros testimonios, algunos de los cuales han sido aportados por testigos presentados por las mismas demandantes". Se constat¨®, en este sentido, que los ex¨¢menes en su seminario no constitu¨ªan ning¨²n privilegio interesado. Y se admite que "no es f¨¢cil determinar hasta qu¨¦ punto la intervenci¨®n m¨¢s activa de las alumnas en clase respecto de la de los alumnos responde a un prop¨®sito o a una directriz discriminadora del profesor en contra de ¨¦stos, cuando se constata que en los grupos de clase de filolog¨ªa en general la proporci¨®n de alumnas es de un 80%, frente al 20% de alumnos".

Y seg¨²n el informe, "no hay suficientes elementos razona bles para estimar que el demandado se ha prevalido de su condici¨®n de profesor para, mediante un comentario aislado, intervenir en una campa?a electoral influyendo en el sentido de voto de sus alumnos". "El demandado se limitaba a manifestar su personal proclividad hacia m¨¦todos dialogantes para resolver los conflictos en la Universidad, en lugar de m¨¦todos de lucha o radicales".

La resoluci¨®n admite que Ollero, "como miembro de un estamento que en alg¨²n momento pudiera tener que confrontar sus puntos de vista o intereses con el alumnado, no deja de ser leg¨ªtima su personal adscripci¨®n a un determinado m¨¦todo dial¨¦ctico". "Sentirse aludido por tal frase es una confesi¨®n de parte de postular un m¨¦todo que por s¨ª mismo se descalifica", se a?ade.

Acusaci¨®n desestimada

Se ha desestimado la acusaci¨®n de "inhibici¨®n o negligencia en el camplimiento de las tareas docentes, con la consiguiente falta, de rendimiento, que privar¨ªa a los alumnos del debido aprovechamiento de las clases, al tratar el profesor en ellas de cuestiones que exceden del propio programa de su asignatura".

Sobre este punto la resoluci¨®n apunta: "Entre los testimonios recogidos figuran abundantes cr¨ªticas que revelan deficiencias en la capacidad del demardado para transmitir eficazmente sus conocimientos, que no son por lo general puestos en duda, pero tales cr¨ªticas se compensan o neutralizan con los testimonios de apoyo".