'Apartheid' de la vivienda
Pretoria refuerza la cobertura legal para expulsar a los negros de las ¨¢reas residenciales blancas
El Gobierno surafricano ha desarrollado una serie de leyes que reforzar¨¢n su pol¨ªtica de apartheid y arrojar¨¢n a un cuarto de mill¨®n de negros de sus viviendas en ¨¢reas residenciales blancas. La reforma de la ley de ?reas de Grupo enmienda una de las piedras angulares de la legislaci¨®n racial del Gobierno del Partido Nacional. La ley prev¨¦ la creaci¨®n de inspectores de ¨¢reas ¨¦tnicas, encargados de controlar los barrios residenciales de blancos con poder para desalojar familias no autorizadas, por el color de su piel, para vivir en ellos.
El vicel¨ªder y parlamentario mestizo del Partido Laborista Miley Richards predice que los grupos de extrema derecha como el neonazi Movimiento de la Resistencia Afrikaner (MRA) "podr¨ªan disponer de f¨®rmulas legales" para cazar a los infractores.Mientras negros y blancos cr¨ªticos del apartheid califican a la nueva legislaci¨®n como "terror¨ªfica" y "draconiana", la oposici¨®n oficial del Partido Conservador, que hace pocos a?os rechazaba rotundamente la creaci¨®n de un peque?o n¨²mero de barrios integrados o ¨¢reas grises, ha dado ahora la bienvenida a la medida. "Nos encantar¨ªa que el Gobierno" haga cumplir las medidas, afirm¨® su portavoz, Moolman Mentz. El Partido Conservador, dijo, contribuir¨¢ en la medida de sus medios para lograrlo.
Hace seis a?os, una decisi¨®n del Tribunal Supremo abri¨® una peque?a grieta en la regulaci¨®n de los derechos de los no blancos -negros, indios y mestizos que viven ilegalmente en ¨¢reas residenciales para blancos. El juez R. Golstone dictamin¨® que una mujer india, Gladys Govender, no pod¨ªa ser expulsada de su hogar en el barrio blanco de Mayfair, en Johanesburgo, a no ser que tuviera otra posibilidad de alojamiento en una zona de su propio grupo ¨¦tnico. La decisi¨®n limit¨® posteriores persecuciones. Con una masiva escasez de vivienda en los suburbios de los surafricanos de color, viviendas vac¨ªas en zonas blancas y trabajadores de color desesperados por encontrar un techo y el dinero con que pagar los altos alquileres, los legisladores no pod¨ªan forzar a los negros a regresar a sus propias ¨¢reas. Unas 22.000 viviendas para blancos permanec¨ªan vac¨ªas, mientras las otras etnias necesitaban 100.000.
'Inter¨¦s culpable'
Algunos cr¨ªticos del sistema sospechan que el Gobierno tiene un inter¨¦s culpable en el asunto. En 1982, estaba planeando introducir su nueva Constituci¨®n, con Parlamentos para indios y mestizos. Cambiar la ley de ?reas de Grupo entonces y encajar a los residentes mestizos e indios en suburbios donde no hab¨ªa viviendas para ellos no resultaba conveniente. "Era pol¨ªticamente oportuno abstenerse de apretar las clavijas", indica Cassim Salojee, presidente de Alto a la Ley, una organizaci¨®n que proporciona ayuda legal a los afectados por esta legislaci¨®n.Sin embargo, despu¨¦s de las elecciones generales de mayo de 1987, cuando el Partido Conservador ense?¨® sus m¨²sculos, "result¨® necesario ganar puntos frente a los partidos derechistas, para indicar a los blancos que el Gobierno apoyaba a¨²n la segregaci¨®n residencial", se?ala Salojee. Ante las municipales para blancos y negros previstas para el 26 de octubre, el Gobierno espera impedir un desv¨ªo de votantes blancos hacia la derecha.
Dos son las ¨¢reas especialmente afectadas. Hillbrow, ¨¢rea residencial pr¨®xima al centro de Johanesburgo, y Woodstock, zona anteriormente de color, en expansi¨®n y densamente poblada en Ciudad del Cabo. Estos barrios han llegado a ser casi integrados y el Gobierno considera que ser¨ªa casi imposible volver atr¨¢s. Podr¨ªan ser considerados como "casos especiales", se?ala el viceministro de Planificaci¨®n, Roelf Meyer, aunque no garantiza que no se produzcan desalojos masivos. "Las condiciones de vida en Hillbrow deben ser elevadas", ha indicado. Pero Salojee se?ala: "La enmienda tendr¨¢ efectos devastadores en miles de personas...".
Al menos 250.000 personas pueden verse afectadas cuando el proyecto se convierta en ley. Se cree que el Gobierno la introducir¨¢ a trav¨¦s del Parlamento, a pesar de la esperada oposici¨®n de los diputados mestizos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.