La CSIF pide la dimisi¨®n de Garc¨ªa Vargas por sus opiniones sobre la droga en la c¨¢rcel

La Confederaci¨®n Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) pidi¨® ayer la dimisi¨®n del ministro de Sanidad, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, despu¨¦s de que ¨¦ste se preguntara el lunes en Santander si para reprimir el tr¨¢fico de drogas carcelario la sociedad espa?ola "estar¨ªa dispuesta a admitir un control estricto sobre cada una de las personas que acuden a la prisi¨®n y sobre los funcionarios". Para el sindicato, el ministro da con ello un cheque en blanco a las mafias carcelarias y acusa por igual a presos y funcionarios.

En opini¨®n del CSIF, sindicato mayoritario entre los funcionarios de prisiones, las declaraciones del ministro, realizadas en un simposio cient¨ªfico, "acusan por igual a presos y funcionarios". Garc¨ªa Vargas dijo tambi¨¦n que cre¨ªa "inmoral" liberalizar el consumo de drogas en las c¨¢rceles, algo que implicar¨ªa "alterar principios y art¨ªculos de todas las constituciones occidentales".En un comunicado emitido ayer, la central recuerda que ha repetido "hasta la saciedad cu¨¢les son las v¨ªas de entrada de la droga en las prisiones", por lo que "considerar que la represi¨®n del narcotr¨¢fico disminuye los derechos de los presos es poco menos que dar un cheque en blanco a todas las mafias que mueven la droga", informa Europa Press.

"Garc¨ªa Vargas se ha pasado un poco", se?al¨® ayer un portavoz del sindicato, que, sin embargo, no reiter¨® la petici¨®n de dimisi¨®n del ministro. "El ministro de Sanidad tiene que tener cuidado con lo que dice, porque no conoce la situaci¨®n de las c¨¢rceles".

"No se pueden hacer controles en las comunicaciones vis a vis porque se violan los derechos de presos y visitantes, y luego se dice que hay drogas porque hay permisividad", dijo el portavoz.

El representante de la central sindical insisti¨® en que tanto la drogadicci¨®n como el SIDA en las c¨¢rceles son problemas sanitarios, y por ello los afectados "tienen que ser atendidos en instituciones paralelas a la c¨¢rcel, porque a los enfermos lo que hay que hacer es curarlos".

Seg¨²n esta fuente, "en muchos casos, cuando llegan a la prisi¨®n ya son drogadictos y entonces lo que hacen es estropear a los que no lo son; y miles de presos con el mono [s¨ªndrome de abstinencia] es una hecatombe social". El portavoz del CSIF record¨® que es s¨®lo un problema de dotaci¨®n presupuestaria que tiene que resolver el Ministerio de Justicia. Ayer no pudieron ser localizados representantes de CC OO y UGT, sindicatos con representaci¨®n entre los funcionarios de prisiones.

200 pastillas de Rohipnol

El pasado lunes, el mismo d¨ªa que el ministro hac¨ªa sus declaraciones, la polic¨ªa de El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) detuvo a una mujer cuando pretend¨ªa introducir en la prisi¨®n de cumplimiento Puerto-I, aprovechando una comunicaci¨®n vis a vis con un preso, m¨¢s de 200 pastillas de Rohipnol, conocido psicotr¨®pico que mezclado con alcohol potencia sus efectos hipn¨®ticos y relajantes, informa Antonio Y¨¦lamo desde C¨¢diz. La detenida, cuyas iniciales son I. E. T. P., de 27 a?os, portaba este f¨¢rmaco en varias bolsitas dentro de su vagina, as¨ª como algunos gramos de hero¨ªna e incluso papel de fumar.La mujer declar¨® que intentaba pasar la droga a su novio "para hacerle m¨¢s llevadera la vida en la c¨¢rcel". Puerto-I, con una capacidad para 350 internos, tiene actualmente 440, todos de primer grado o muy peligrosos o conflictivos, pese a lo cual no tiene equipo de rayos X para el control de esta forma de tr¨¢fico.