Los motivos de Hussein
LA RECIENTE decisi¨®n del rey Hussein de Jordania de abandonar todas las reivindicaciones de su pa¨ªs sobre Cisjordania est¨¢ revestida de cierto car¨¢cter t¨¢ctico. Parece adoptada para colocarse en una postura de fuerza que le permita discutir con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) el futuro papel de Jordania en cualquier negociaci¨®n de paz. Y tambi¨¦n es una jugada fundamentalmente estrat¨¦gica que puede modificar el equilibrio diplom¨¢tico en Oriente Pr¨®ximo.La renuncia jordana a la soberan¨ªa sobre los territorios ocupados dibuja en el mapa una parte del mundo a la que ya s¨®lo cabe llamar Palestina. Est¨¢ ahora claro que la orilla occidental del Jord¨¢n no es Jordania, y no parece probable que vaya a ser anexionada pura y simplemente por Israel. As¨ª que ese territorio sobre el que ning¨²n Estado reclama soberan¨ªa ¨²nicamente puede ser palestino. La carga de la prueba recae ahora sobre la propia OLP, que puede verse obligada a formar un Gobierno en el exilio para hacerse cargo de esa tan deseada como pesada herencia.
Con la reciente decisi¨®n de Hussein, Ainman ha pretendido poner fin a un sinn¨²mero de ambig¨¹edades. En la nueva situaci¨®n, Israel ya no puede mantener que est¨¢ dispuesta a negociar s¨®lo con Jordania, y que los palestinos son simplemente una variedad, si bien especialmente montaraz, de la nacionalidad jordana. Ello coloca a Tel Aviv ante una realidad fundamental: la paz ¨²nicamente puede negociarse con el enemigo, aquel cuya existencia precisamente pretende negar la derecha israel¨ª en el poder; de la misma forma, el cauteloso nadar entre dos aguas de la diplomacia norteamericana, empe?ada en que s¨®lo una federaci¨®n entre Jordania y una entidad pol¨ªtica palestina puede se?alar el camino de la paz en Oriente Pr¨®ximo, se encuentra con la firme negativa de Amman a seguir interpretando un papel en esa comedia de las equivocaciones.
Sin duda, Jordania intenta tambi¨¦n prevenir posibles radicalismos: Israel puede caer un d¨ªa en la tentaci¨®n de anexionarse este territorio ajeno, pero parece poco probable que acepte albergar dentro de sus fronteras a un mill¨®n de ¨¢rabes, a sumar a los que ya poseen la ciudadan¨ªa isarel¨ª. En esas circunstancias, la expulsi¨®n m¨¢s o menos encubierta de los palestinos provocar¨ªa una considerable emigraci¨®n a Jordania, que amenazar¨ªa la propia estabilidad del Estado, como ya ocurrio en septiembre de 1970.
Hussein trata de definir, con todo ello, los datos pol¨ªticos del problema, apartando a Jordania de una responsabilidad directa que s¨®lo le ha creado sinsabores, as¨ª como de delimitar las diferencias, si ello es posible, entre una identidad jordana y una identidad palestina. Para que Jordania tenga un futuro es preciso que Ainman consolide cuanto antes las peculiaridades propias de una naci¨®n, cuyos rasgos aparecen hoy todav¨ªa difusamente heredados de la gran reorganizaci¨®n de fronteras que origin¨® la ca¨ªda del imperio otomano en 1918.
Todo ello, sin embargo, no debe juzgarse como un desentendin¨²ento de Hussein del problema de Oriente Pr¨®ximo. Lo que pretende el monarca es que Jordania participe enteramente, y no como una especie de paraguas de la presencia palestina, en cualquier soluci¨®n que un d¨ªa se negocie para la zona. Hasta la fecha, Jordania formaba parte del escenario diplom¨¢tico en la medida en que se la solicitaba para cobijar a unos eventuales negociadores palestinos, a los que se prefer¨ªa llamar, desde el punto de vista israel¨ª y norteamericano, simplemente jordanos. Ahora, Aminan est¨¢ diciendo que Jordania es parte en la negociaci¨®n por s¨ª misma y no como intermediaria de nadie.
Por ¨²ltimo, el anuncio del rey Hussein tampoco significa que Jordania renuncie a alg¨²n tipo de acomodo nacional con esa futura entidad palestina, sino que una eventual federaci¨®n deber¨ªa ser producto de un acuerdo entre dos Estados, el jordano y el palestino, y no una condici¨®n previa para la creaci¨®n de aquella entidad pol¨ªtica. Esa es, seg¨²n entiende Hussein, la ¨²nica manera de defender la futura existencia de su pa¨ªs.
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