La direcci¨®n comunista polaca critica al Gobierno
El Bur¨® Pol¨ªtico del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) llam¨® ayer a "la unidad de las fuerzas reformistas" del pa¨ªs, advirti¨® que "se mantiene el peligro para el funcionamiento de la econom¨ªa y el Estado" y anunci¨® un pr¨®ximo pleno del Comit¨¦ Central en el que podr¨ªan producirse los primeros cambios personales en la c¨²pula del r¨¦gimen, como consecuencia de la nueva oleada de huelgas. El m¨¢ximo ¨®rgano ejecutivo del POUP critica duramente al Gobierno por su pol¨ªtica de precios y salarios.
En un comunicado conciliador y populista en el que asegura "entender" las preocupaciones del pueblo polaco por la grave situaci¨®n del abastecimiento y la inflaci¨®n, reconoce el Bur¨® Pol¨ªtico del POUP que "no se han cumplido las esperanzas depositadas" en la aplicaci¨®n de las reformas.Las cr¨ªticas del POLT al Gobierno constituyen un nuevo indicio de que el partido podr¨ªa recurrir al usual recurso de ofrecer algunas "v¨ªctimas pol¨ªticas" del equipo econ¨®mico del Gobierno en sus intentos por calmar la situaci¨®n pol¨ªtica.
Los medios oficiales polacos acusaron ayer a los huelguistas de causar un da?o irrecuperable a la econom¨ªa nacional y el desprestigio internacional de Polonia. Los huelguistas, por su parte, denunciaron los intentos de la direcci¨®n del partido de confundir a la opini¨®n p¨²blica sobre las aut¨¦nticas causas de la catastr¨®fica situaci¨®n econ¨®mica y social en que se halla el pa¨ªs.
El l¨ªder de Solidaridad, Lech Walesa, que se encuentra encerrado en los astilleros de Gdansk, declar¨® ayer: "Los huelguistas quieren ayudar a aplicar reformas en Polonia pero ¨¦stas requieren pluralismo pol¨ªtico y sindical".
Mientras tanto, la alarma ante la situaci¨®n y la falta de perspectivas de soluci¨®n por la reiterada negativa del r¨¦gimen de dialogar con la oposici¨®n, se reflejan en toda Polonia en una oleada de compras para acopios dom¨¦sticos. El az¨²car y el aceite han desaparecido ya de las tiendas y la harina es dif¨ªcil, de encontrar en Varsovia. Ante esa situaci¨®n, el ministro de Comercio pidi¨® ayer calma a la poblaci¨®n.
Aun en el supuesto de que el Gobierno consiga poner fin a todos los focos de huelga actuales, pocos polacos creen ya que el r¨¦gimen de Wojciech Jaruzelski vaya a contar con m¨¢s de unas semanas de paz social eri los pr¨®ximos meses. Ayer, la comisi¨®n de Solidaridad de la universidad Cat¨®lica de Lublir pidi¨® al jefe del Estado, Jaruzelski, que dimita y deje el cargo a alguien dispuesto a negociar con la oposici¨®n.
El obst¨¢culo Jaruzelski
Con su obstinada negativa a dialogar con Solidaridad, Jaruzelski parece convertirse ya en el principal obst¨¢culo para una pol¨ªtica de reformas y apertura que ¨¦l mismo ha propugnado. En Varsovia cada vez son m¨¢s los observadores que consideran la nueva crisis el principio del final de la era Jaruzelski en la jefatura del partido, y dudan de que ¨¦ste pueda dominar la situaci¨®n ni siquiera a corto plazo con el simple cese del primer ministro, Zbigniew Messner, o del art¨ªfice del plan econ¨®mico, Zdzislaw Sadowski.Ayer la polic¨ªa polaca desaloj¨® a los huelguistas en una terminal de autobuses de Szczecin y rode¨® los astilleros de reparaciones en la otra localidad b¨¢ltica de Gdarisk que se halla ocupada por los trabajadores. Tres minas concluyeron ayer el paro, pero, seg¨²n informaciones sin confirmar, otros pozos se han unido a la huelga. Seg¨²n medios oficiales son s¨®lo nueve los pozos en huelga.
En Gdansk, los astilleros Lenin siguen ocupados. En una mina silesiana 130 los obreros que se hab¨ªan encerrado ayer en las galer¨ªas y construido barricadas. Seg¨²n hab¨ªan anunciado, no saldr¨ªan a la superficie hasta que el Gobierno aceptara el di¨¢logo con la direcci¨®n del sindicato ilegal. En el desalojo violento de dos minas silesianas se produjeron heridos, seg¨²n la oposici¨®n, extremo que las autoridades niegan.
El Gobierno, que rechaz¨® el martes todo di¨¢logo con la direcci¨®n de Solidaridad mientras contin¨²en las huelgas, se mantuvo ayer en la l¨ªnea de sugerir cambios pol¨ªticos pr¨®ximos siempre que concluyan las protestas. El r¨¢pido deterioro de las condiciones de vida, especialmente de los j¨®venes obreros, ha sumido a muchos grupos en la desesperaci¨®n.
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