Acrobacia mortal

NADIE PUEDE tranquilizarse atribuyendo a la fatalidad la cat¨¢strofe del domingo en la base a¨¦rea de Rainstein, al oeste de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), en la que medio centenar de personas perdieron la vida y al menos otras tantas se encuentran en estado muy grave o cr¨ªtico. Unos aparatos volando a 600 kil¨®metros por hora, a 80 metros del suelo, sobre una masa de 200.000 espectadores, y realizando complicados ejercicios acrob¨¢ticos suponen un riesgo cierto. Es m¨¢s, s¨®lo el riesgo, la probabilidad de la tragedia, convierte en espect¨¢culo al ruidoso ejercicio.Nadie atribuir¨ªa al azar el estallido sobre la multitud de unos artefactos explosivos que durante horas se dedicasen a sobrevolar a gran velocidad en la vertical de un repleto estadio de f¨²tbol. Pues bien, esos cazas ultraveloces que protagonizan los festivales a¨¦reos- son aut¨¦nticas bombas volantes, y si algo cabe atribuir al azar es que accidentes como el del domingo no se produzcan con m¨¢s frecuencia. Basta una desviaci¨®n de mil¨ªmetros en los mandos de esas mort¨ªferas m¨¢quinas de guerra, orgullo de la ingenieria militar, para que la colisi¨®n se produzca. Tan s¨®lo en la RFA, 60 personas hab¨ªan muerto hasta el domingo pasado en los siete accidentes registrados en los -¨²ltimos a?os en el curso de festivales similares al de la base de Ramstein. En el m¨¢s grave de ellos, producido el 11 de septiembre de 1982, un helic¨®ptero norteamericano que realizaba una exhibici¨®n en la base alemana de Marinheim. se estrell¨® contra una autopista. Fallecieron sus 46 ocupantes.

Tampoco puede afirmarse que faltaran voces que hab¨ªan advertido, desde diferentes puntos de vista, contra estos espect¨¢culos. Todav¨ªa en v¨ªsperas de la tr¨¢gicajornada, la Iglesia evangelista de Renania-Palatinado hab¨ªa pedido a sus fieles que se abstuvieran de acudir a la demostraci¨®n en Ramstein por considerar que se trataba de un alarde destinado a "Idealizar m¨¢quinas destinadas a matar seres humanos". Los ecologistas llevan a?os oponi¨¦ndose a tales exhibiciones, as¨ª como a los ejercicios de entrenamiento que permanentemente rompen los o¨ªdos -y los nervios- de la poblaci¨®n de las zonas pr¨®ximas, o no tan pr¨®ximas, a las numerosas bases a¨¦reas del pa¨ªs que soporta la mayor densidad de tr¨¢fico a¨¦reo militar de Europa occidental. El hecho de que algunas centrales nucleares se encuentren en las inmediaciones de las rutas de entrenamiento de esos aparatos ha sido evocada recientemente, subray¨¢ndose que en lo que va de a?o se han registrado en la RFA 20 accidentes de aviones militares. Tan s¨®lo en la base de Rainstein, la mayor con que cuenta EE UU fuera de su territorio, hay 650 aparatos en permanente movilidad. En cuanto a la escuadrilla italiana accidentada, sus actuaciones fueron prohibidas en Francia tras comprobarse que no cumpl¨ªan determinadas normas de. seguridad, y sus exhibiciones hab¨ªan dado lugar a no menos de una docena de interpelaciones en las C¨¢maras del pa¨ªs transalpino.

Tras anunciar, en medio del clamor popular que lo exig¨ªa, la suspensi¨®n indefinida de exhibiciones como la del domingo, el ministro alem¨¢n occidental de Defensa, Rupert SchoIz, comunic¨® su intenci¨®n de estudiar con los Gobiernos aliados otros "medios por los cuales la poblaci¨®n alemana pueda comprobar que sus fuerzas a¨¦reas est¨¢n en disposici¨®n de asumir la defensa nacional". La idea seg¨²n la cual los ciudadanos necesitan peri¨®dicos alardes acrob¨¢ticos para sentirse tranquilizados respecto a su seguridad revela lo peor de esa mentalidad castrense que identifica exaltaci¨®n b¨¦lica y defensa nacional. Si la gente acude a exhibiciones a¨¦reas militares es por lo que ellas tienen de espect¨¢culo circense asociado al peligro, no porque contribuyan a forma alguna de identificaci¨®n ciudadana con el ej¨¦rcito de la naci¨®n.

Para mediados de setiembre est¨¢ prevista una exhibici¨®n de acrobacia a¨¦rea en la base de Zaragoza. Tras el Gobierno alem¨¢n, el de Dinamarca ha sido el siguiente en suspender la participaci¨®n de sus fuerzas a¨¦reas en estas demostraciones. El Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez dar¨ªa un ejemplo de sensatez si decidiera suspender el espect¨¢culo de Zaragoza. Su utilidad, si existe, es del todo m¨ªnima. Y los altos riesgos del evento a la vista est¨¢n. Por ¨²ltimo, la suspensi¨®n del acto permitir¨ªa al Gobierno espa?ol asociarse p¨²blicamente al luto de la RFA.