Scorsese
En primer lugar, quiero respaldar el ¨¦xito de la propuesta de reflexi¨®n que nos trae el cineasta (pues, sin haber visto la pel¨ªcula, ya discutimos con cierto inter¨¦s sobre ella). Y, en segundo lugar, decir que creo que corremos el riesgo de discutir intrascendentemente: partimos de una idea poco encaminada, si lo que queremos es llegar a conocer la personalidad real de Cristo. Como ya observara agudamente cierto fil¨®sofo del siglo pasado, la cuesti¨®n no es dibujar un tipo psicol¨®gico de Cristo m¨¢s o menos acorde con nuestra propia mentalidad, sino clarificar hasta qu¨¦ punto se nos ha transmitido ¨¦ste. O, dicho de otro modo, si podemos (o podremos alg¨²n d¨ªa) apreciar en qu¨¦ medida el evangelio nos ha dejado un retrato de la persona de Cristo y en qu¨¦ medida nos ha dejado una deificaci¨®n (o "Idealizaci¨®n", "vago reflejo", "personalidad censurada", o como quiera llam¨¢rsele) llevada a cabo desde un determinado punto de vista en un momento hist¨®rico concreto.-
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