Otra "querella por blasfemia" contra Chabrol convierte a la Mostra en v¨ªctima de fanatismos religiosos
?NGEL FERN?NDEZ-SANTOS ENVIADO ESPECIAL La absoluci¨®n judicial a Martin Scorsese (que se pasea por el Lido cercado con m¨¢s cautelas policiales que un jefe de Estado) ha enturbiado, en lugar de aplacarlas, las aguas estancadas del integrismo cat¨®lico veneciano. No contentos con su expiatorio viacrucis anunciado para esta tarde en San Marcos, grupos le febvrianos, fascistas e inquietantes cat¨®licos an¨®nimos anunciaron ayer, con terminolog¨ªa guerrera de cruzados, una "invasi¨®n del Lido".
El fiscal del Veneto, Elio Naso, inform¨® que su oficina se dispone a efectuar hoy las primeras diligencias para dar curso a querellas criminales presentadas contra el filme de Claude Chabrol Un asunto de mujeres que se apoyan jur¨ªdicamente en el supuesto delictivo de que contiene indicios de "vilipendio a la religi¨®n". El fantasmal "comit¨¦ antiblasfemia" que mueve los hilos de este carrusel de amenazas y denuncias convierte as¨ª a la Mostra en laborato rio experimental de una enreve sada estrategia pol¨ªtica de la extrema derecha italiana, escudada detr¨¢s de coartadas religiosas.Blasfemia justificada
El pretexto de la querella es esta vez la escena final del filme franc¨¦s Un asunto de mujeres, en el que la actriz Isabelle Huppert, instantes antes de poner su cuello ba o la cuchilla de la guillotina, reza con desesperaci¨®n sarc¨¢stica un irreverente Avemar¨ªa, posiblemente blasfematorio en s¨ª mismo. El fiscal Naso pidi¨® ayer que le fuera remitida una transcripci¨®n integral de los di¨¢logos del filme y emplaz¨® a los dirigentes de la Mostra para que le proyectaran, en una sesi¨®n a puerta cerrada en el Palazzo del Cinema, la pel¨ªcula incriminada. La proyecci¨®n tuvo lugar a ¨²ltima hora de la ma?ana de ayer y el pronunciamiento fiscalizador ante el nuevo caso, si llega a producirse, escapa del alcance horario de esta cr¨®nica.
El presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Portoghesi, declar¨® que "cortar la pel¨ªcula precisamente en esta escena final le har¨ªa perder una buena parte de su calidad. La blasfemia pronunciada por el personaje protagonista tiene lugar en el umbral de su muerte por ajusticiamiento y est¨¢ totalmente justificada por su car¨¢cter y por el contexto de la situaci¨®n en que se encuentra, sin que sea posible abstraer la frase del conjunto del filme".
Por su parte, Claude Chabrol afirm¨® que no acaba de entender lo que significa la palabra "vilipendio" y minimiz¨® el riesgo de verse procesado por algo que no comprende, ni le concierne. En declaraciones al diario romano Il Messagero dijo: "Soy una persona muy pudorosa y carezco del ¨¢nimo que hace falta para suscitar clamores". El cineasta franc¨¦s se encogi¨® de hombros y, sin escolta por ahora, sigui¨® su camino, de espaldas al esc¨¢ndalo.
Mientras tanto, las proyecciones de pel¨ªculas prosiguen a ritmo acelerado en todas las secciones, a la tensa espera de lo que hoy pueda ocurrir si se produce -lo que se considera improbable- esa sorda y oscuramente anunciada "invasi¨®n del Lido". Las resonancias militares de la amenaza, que provoc¨® hoy un ref¨®rzarniento policial de los desembarcaderos de la isla y una m¨¢s estricta vigilancia de sus riberas por lanchas patrulleras, adquieren entre los periodistas acreditados un divertido tono de corresponsales de una guerra santa que est¨¢ adquiriendo por horas una rareza de farsa tragic¨®mica.
La pel¨ªcula senegalesa Campo de Thiaroye, de Sembene Usmane, algo primitiva en ritmos y cadencias de imagen, tiene sencillez, fuerza, y divierte, al mismo tiempo que cuenta bien el paso, en la mentalidad de los habitantes de este pa¨ªs al final de la II Guerra Mundial, de la aceptaci¨®n colonialista a las primeras respuestas liberadoras.
Frankenstein
Verano maldito, filme brit¨¢nico del checo Ivan Passer, reconstruye aceptablemente, con buen gusto y nada m¨¢s, la legendaria noche en que los dos grandes poetas rom¨¢nticos ingleses Shelley y Byron, junto con Mary, amante del primero, convocaron a trav¨¦s del opio a un monstruo de su imaginaci¨®n, que fue la fuente del mito de Frankenstein. Curiosamente, este filme coincide argumentalmente con Remando al viento, que el espa?ol Gonzalo Su¨¢rez presentar¨¢ dentro de unos d¨ªas en el Festival de San Sebasti¨¢n.
Finalmente, la Uni¨®n Sovi¨¦tica aport¨® una versi¨®n del cuento de Chejov El monje negro, dirigida por Ivan Vladimirovich Dichovikni, deudora de la memoria de Andrei Tarkovski, pero sin el genio de este gran cineasta desaparecido. Preciosista, con im¨¢genes muy bonitas y una fotograf¨ªa perfecta, anuncia a un buen cineasta, pero s¨®lo lo anuncia.
Babelia
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