La izquierda chilena sale a las calles en su primera concentraci¨®n autorizada en 15 a?os

Izquierda Unida (IU) realiz¨® ayer su primera concentraci¨®n autorizada por el Gobierno en 15 a?os, para conmemorar la resistencia del presidente Salvador Allende y sus colaboradores en el palacio de la Moneda al golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Al menos 30.000 personas marcharon al grito de: "se siente, se siente, Allende est¨¢ presente" y "?Qui¨¦n lo mat¨®?, el fascismo, ?quien lo vengar¨¢?, el pueblo". Algunos lloraron cuendo se escuch¨® una grabaci¨®n con la voz del fallecido l¨ªder y la m¨²sica del himno de la Unidad Popular, Venceremos. La manifestaci¨®n, que se realiz¨® en la explanada del Parque de la Bandera, una barriada obrera del sur de la capital, era una prueba de fuerza de la izquierda ante la dictadura y tambi¨¦n ante sus aliados de centro.

A pesar de los 15 a?os de represi¨®n, la imagen de Allende sigue latente. Hoy, los allendistas se concentrar¨¢n enel eementerio, de Santa In¨¦s, en Villa del Mar, donde est¨¢ sepultado el ex presidente. Al mediod¨ªa, habr¨¢ marchas en las barriadas m¨¢s radicales, y organizaciones de pobladores convocaron a una protesta nocturna. Adem¨¢s, en Santiago habr¨¢ un simulacro de plebiscito, con 823 urnas de votaci¨®n distr¨ªbuidas en todos los barrios.Mientras tanto, el general Augusto Pinochet dirigir¨¢ un mensaje a sus partidiarios en el edificio Diego Portales, sede de la Junta de Gobierno 3, que hace 15 a?os era un centro cultural, donde se prev¨¦ anunciar¨¢ nuevas medidas de liberalizaci¨®n.El r¨¦gimen estudi a una amnistia para los 32 periodistas juzgados por ofensas a las fuerzas armadas, el ex vicepresidente socialista Clodomiro Almeyda, encarcelado desde hace m¨¢s de un a?o, y los presos por la ley de Seguridad Interior.El aniversario del golpe de Estado tiene caracter¨ªsticas singulares. Las medidas de liberalizaci¨®n de Pinochet, dirigidas a ganar adeptos entre los indecisos, han sido recibidas por los opositores como conquistas arrancadas al dictador. Como la represi¨®n se mantiene y la oposici¨®n quiere ampliar sias espacios de acci¨®n, las medidas resultan poco sinceras e insuficientes.Una marcha de Valpara¨ªso a Santiago en contra de la impunidad a los culpables de violaciones a los derechos humanos, fue reprimida en el centro de la capital, dejando un herido y 100 detenidos. Los manifestantes, unas 2.000 personas, gritaban: "Digamos la verdad: los desaparecidos no podr¨¢n votar".Exillados en el estrado

"Quisieron borrarnos pero no s¨®lo existimos, tenemos fuerza", dijo An¨ªbal Palma, un ex ministro de Allende que fue prisionero en campos de concentraci¨®n y despu¨¦s estuvo exiliado. Era ¨¦ste el principal orador de un mitin que mostr¨® que IU tiene respaldo, pero dista del que tuvo la izquierda en 1973, y en elque la oportunidad de hablar a una multitud fue irresistible para dirigentes que durante a?os no tuvieron tribuna. Siete extensos discursos marcaron el acto. Todos coincidieron en un llamamiento a huelga general de imponerse fraudulentamente Pinochet en el referendum.

Entre los asistentes, 30.000 seg¨²n la polic¨ªa y 200.000 seg¨²n los organizadores, estaban otros altos dirigentes y militantes de la izquierda chilena que han llegado al pa¨ªs en los ¨²ltimos d¨ªas al amparo del t¨¦rmino del exilio. Ayer, entre otros, regresaron a Santigo el ex ministro socialista del Interior Hern¨¢n del Canto y el cineasta Miguel Litt¨ªn. En el acto se anunci¨® tambi¨¦n laconvoctoria de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a otra protesta para el pr¨®ximo jueves por la inminente deportaci¨®n de Manuel Bustos y Arturo Mart¨ªnez, presidente y dirigente de la CUT, respectivamente.

Los recuerdos y presencia testimonial de los manifestantes, muchos de ellos con sus pu?os en alto, se combinaban con la importancia pol¨ªtica de la concentrac¨ª¨®n, una virtual medici¨®n de fuerzas entre la oposici¨®n de centro y la izquierda.

Entre ambos sectores est¨¢ en pugna la conducci¨®n del reciente proceso de movilizaci¨®n callejera. Seg¨²n los observadores, una manifestaci¨®n muy masiva habr¨ªa asustado a algunos sectores de la Democracia Cristiana.

Pese a sus diferencias internas, la oposici¨®n est¨¢ unida para aprovechar el fin de los estados de excepci¨®n y del exilio, pero div¨ªdida entre lo que se ha llamado el no negociador y el no rupturista. Los primeros, agrupados en el Comando del No, que integran 16 partidos, quieren acordar una transici¨®n con las fuerzas armadas, mientras el Partido Comunista (PC), que lidera la segunda opci¨®n, aspira a romper la institucionalidad.

La convergencia de acci¨®n entre el Comando del No y el Partido Comunista fue facilitada por la declaraci¨®n de tregua en sus acciones guerrilleras que hizo un sector del Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez (FPMR), que combate con las armas al r¨¦gimen. [El jefe nacional del FPMR, el Comandante Jos¨¦ Miguel, declar¨® ayer al corresponsal del diario Excelsior de M¨¦xico que se propone lanzar una ofensiva "devastadora" tras el plebiscito del 5 de octubre pr¨®ximo, informa Efe.] Los comunistas, a quienes se vincula con el FPMR, han favorecido las acciones masivas y reiteran los llamamientos a la unidad, que la DC rechaza porque, afirma, el PC juega una doble estrategia.

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