El racismo es pecado, dice el Papa en Zimbabue

Con c¨¢nticos acompa?ados de tambores y maracas, y r¨ªtmicos movimientos, de hombros y caderas de un grupo de ni?as y religiosas, iniciaba ayer Juan Pablo II su contacto con las multitudes, en su segundo d¨ªa de estancia en Harare, la capital de Zimbabue. En ese encuentro con unas 400.000 personas, el Papa tach¨® al racismo de pecado, aunque el problema de los refugiados y un llamamiento a la solidaridad econ¨®mica de los pa¨ªses ricos constituyeron los dos grandes temas que Juan Pablo II abord¨® en sus discursos de ayer.

La jornada comenz¨® con un encuentro con los obispos de Zimbabu e en el que el Pont¨ªfice pidi¨® el compromiso internacional para combatir el problema de los refugiados. Tambi¨¦n los prelados del ¨¢rea africana que agrupa a Angola., Mozambique, Zimbabue, Sur¨¢frica, Botsuara, Lesoto, Namibia, Santo Tom¨¦, Pr¨ªncipe y Suazilandia, reunidos hasta el pasado s¨¢bado en Harare, alzaron su voz contra estas sAuaciones de injusticia. En un comunicado invitando a un cambio social en la zona, los obispos atacaron a las superpotencias que alientan las guerras de Mozambique y Angola.Las cr¨ªticas se refer¨ªan, asimismo a Sur¨¢frica, sin referirse en concierto a los Gobiernos de otros pa¨ªses de la zona. De todos ellos, probablemente sea Zimbabue donde se produce una mayor cooperaci¨®n entre la Iglesia y el Estado. El pasado viernes era el propio, Juan Pablo II quien alababa la figura del presidente de aquel pa¨ªs, Robert Mugabe, y ayer, en la misa, fueron los propios obispos quienes rogaron a Dios por el "honorable camarada".

Este dirigente, cat¨®lico y marxista, se entrevist¨® en privado con el Papa, al que recibi¨®, junto con toda su familia, bailando, tal como ayer lo hicieron en el hip¨®dromo de Borrowdale los miles de fieles congregados, entre ellos el propio presidente. Hay sinton¨ªa entre el mensaje papal y Robert Mugabe.

Zimbabue es un pa¨ªs que est¨¢ afrontando profundas reformas y contribuye a ayudar a los alrededor de 180.000 refugiados mozambique?os que han huido de su pa¨ªs a causa de la guerra. No es extra?o, pues, que en Harare gusten las palabras del Papa, cuando, como ayer, y ante todo el cuerpo diplom¨¢tico acreditado en esta capital, les dijo a los representantes de los pa¨ªses ricos que el hambre y los refugiados son dos grandes problemas para ?frica, y " ello debe pesar en las conciencias de quienes pueden remediar estas situaciones".

El Pont¨ªfice abog¨® en este encuentro, as¨ª como en otros dos encuentros anteriores con laicos y j¨®venes, por un nuevo orden econ¨®mico internacional basado en la justicia, la paz y la solidaridad. A los j¨®venes les record¨®, adem¨¢s, que no deb¨ªan dejarse llevar por la irresponsabilidad sexual.