De fiesta se?orita a romer¨ªa popular

Unos dicen que 100.000; otros, que 200.000, y hay quienes suben la cifra hasta 300.000 personas. El recuento es dificil. Miles arriba o abajo, lo cierto es que la tradicional romer¨ªa de la Virgen de Gracia en San Lorenzo de El Escorial se apunt¨® ayer un pleno de participaci¨®n popular. Este a?o, la fiesta estrenaba t¨ªtulo: el reconocimiento de su inter¨¦s tur¨ªstico nacional. Y la patrona del pueblo luc¨ªa nueva imagen: el pasado mes de julio fue coronada can¨®nicamente.

La romer¨ªa, cuyos or¨ªgenes se remontan a comienzos del siglo XVIII, qued¨® interrumpida con la guerra civil. Hace 40 a?os, un grupo de veraneantes y el p¨¢rroco del pueblo recuperaron la tradici¨®n. Como quiera que San Lorenzo de El Escorial siempre ha sido lugar de veraneo de gente bien, la fiesta se hizo bastante se?orita (los escurialenses llamaban se?oritos a los veraneantes, que supon¨ªan su principal fuente de ingresos). Dicen que durante mucho tiempo han dominado los tintes de derecha intolerante.San Lorenzo de El Escorial triplica en verano su poblaci¨®n de 10.000 habitantes. El "no vienen, no vienen" respecto a los capitalinos ha sido el equivalente a la queja de los agricultores: "No llueve, no llueve".

Sin embargo, en los ¨²ltimos 10 a?os, la fiesta de fin de veraneo se ha convertido en una de las principales romer¨ªas de Espa?a, seg¨²n se?alan en el departamento de Promoci¨®n Tur¨ªstica de la Comunidad de Madrid. Una de las fiestas m¨¢s masivas de los pueblos madrile?os y, junto con la Semana Santa de Chinch¨®n, la principal manifestaci¨®n religiosa de la regi¨®n. Muchos escurialenses se empe?an en difundir la frase de que "despu¨¦s del Roc¨ªo, la Gracia".

As¨ª, con el tiempo, el pueblo ha hecho completamente suya la tradici¨®n. Ya lo dice una cl¨¢sica jota de la zona: "Vale m¨¢s un alba?il con sus zapatillas blancas, que 40 se?oritos sentados en Floridablanca" (Floridablanca era una c¨¦lebre cafeter¨ªa donde se reun¨ªan los m¨¢s pudientes).

Para contar lo que pas¨® ayer en el camino desde la Lonja, situada junto al monasterio, hasta la ermita de La Herrer¨ªa, y lo que pas¨® despu¨¦s en el robledal de esta finca, nada mejor que el lema de los romeros: "Aqu¨ª se bebe, se come, se baila y se reza".

Se bebe mucho vino a bota. Se come mucha tortilla, chorizo, morcilla y jam¨®n. Se baila lo t¨ªpico: la jota serrana y el rond¨®n, sin que todav¨ªa hayan ca¨ªdo en la debilidad de las sevillanas. Se baila a ritmo de tamboril y dulzaina. Y se reza a la Patrona, una Virgen que cuentan se apareci¨® entre robles para librar a un pastor de las tentaciones del demonio.Unos rezan, otros cantan. En la madrugada del domingo, a las seis de la ma?ana, cuando unos volv¨ªan de beber y cantar en los chozos de La Herrer¨ªa (lugar que cada pe?a habilita para el regocijo), otros ya acud¨ªan con la Virgen a la ermita para rezar all¨ª el rosario de la aurora.

Los organizadores de la romer¨ªa, la Hermandad de la Virgen de Gracia, tratan de potenciar con m¨¢s ganas que dinero lo m¨¢s representativo de la tradici¨®n: que la gente vista trajes serranos, con boina, faja y pantalones de pana o rayas, ellos; con medias de lana, refajo y pololos o enaguas, ellas; que no desaparezcan los romeros montados a caballo y que tampoco desaparezcan las carretas arrastradas por bueyes.

Del medio centenar de carretas presentes este a?o, principal atracci¨®n de los festejos, s¨®lo cuatro contaban con tracci¨®n animal. Entre los motivos elegidos para los ornamentos, abundaron las reproducciones del monasterio y de la Virgen, hubo representaciones del Coliseo, de los cuatro fundadores de la romer¨ªa, una versi¨®n muy particular del carill¨®n y docenas de mu?ecos empinando el porr¨®n.

A partir de las siete de la tarde, comenz¨® el regreso al pueblo, todos m¨¢s manchados por fuera y por dentro. Y hasta el a?o que viene, hasta el segundo domingo de septiembre. Aunque desde el domingo de Pascua de Resurrecci¨®n, la Hermandad de Romeros, integrada por 1.200 personas, ya comienza a trabajar para que esto vaya para arriba".