Funcionarios de la Casa Blanca pensaron declarar incapaz a Reagan en 1987

Funcionarios de la Casa Blanca consideraron utilizar la Constituci¨®n para declarar incapaz a Ronald Reagan tras el esc¨¢ndalo Irangate, asegura un libro sobre el segundo mandato del presidente que se publicar¨¢ el lunes. La Casa Blanca calific¨® ayer de "rid¨ªcula y total fabricaci¨®n" la idea, pero lleg¨® a redactarse un memor¨¢ndum interno con la propuesta al jefe del gabinete presidencial, Howard Baker, de que "se considerara la posibilidad de aplicar la secci¨®n cuarta de la enmienda 25 de la Constituci¨®n".

Era el 1 de marzo de 1987 y Baker acaba de ser nombrado para sustituir al cesado Donald Reagan. El presidente, que se estaba recuperando de una segunda operaci¨®n de c¨¢ncer de colon, aparec¨ªa tan inepto, distra¨ªdo y deprimido -seg¨²n testimonios de sus ayudantes m¨¢s pr¨®ximos- que se pens¨® en que no pod¨ªa seguir ejerciendo el cargo. La Constituci¨®n prev¨¦ que el presidente puede ser despose¨ªdo de la jefatura del Estado si el vicepresiente y una mayor¨ªa del Gabinete le declaran incapaz. Baker, preocupado por las noticias de desorden en la Casa Blanca tras la publicaci¨®n del informe Tower, que criticaba la forma de gobernar de Reagan y la incapacidad de reaccionar ante el Irangate, envi¨® a dos de sus ayudantes a investigar la situaci¨®n. Uno de ellos, James Cannon, inform¨® a su jefe que la presidencia estaba en un estado de caos. "No hay orden alguno. El sistema burocr¨¢tico ha quebrado".Cannon cuenta a los autores del libro Landslide: The Unmaking of the President, dos periodistas del Wall Street Journal y de Los Angeles Times, que los asesores presidenciales le dijeron que Reagan parec¨ªa "inepto y sin atenci¨®n alguna a la presidencia. Perezoso, no interesado en el cargo. Me dijeron que no le¨ªa los papeles que le presentaban, incluso los m¨¢s breves. Y contaron que no ven¨ªa trabajar y lo ¨²nico que quer¨ªa era ver pel¨ªculas y televisi¨®n en sus habitaciones privadas".

Baker, preocupado aunque un poco esc¨¦ptico ante esta informaci¨®n, decidi¨® observar a fondo al presidente en la jornada del 2 de marzo. Le llevaron a una reuni¨®n especial a la sala donde se re¨²ne el Gabinete para estudiar sus reacciones. Para sorpresa de Cannon y los reunidos, Reagan apareci¨® despierto y atento. Howard Baker ha explicado que consider¨® leg¨ªtimas las preocupaciones que le transmitieron sus asesores en aquellos d¨ªas pero que nunca consider¨® seriamente invocar la Constituci¨®n. "No me tom¨¦ a la ligera el memor¨¢ndum de Cannon, pero enseguida vi que Reagan controlaba la situaci¨®n y nunca dud¨¦ de su capacidad mental". Pero Jane Mayer y Doyle McManus, los autores del libro, insisten en que la situaci¨®n de aquellas semanas roz¨® una crisis constitucional.