El paso del hurac¨¢n 'Gilberto', televisado en directo
La costa de Tejas, junto a la frontera con M¨¦xico, est¨¢ desde esta madrugada en el ojo del hurac¨¢n Gilberto. Decenas de localidades a lo largo del golfo de M¨¦xico, una de las zonas m¨¢s pobres de EE UU, han sido abandonadas y son un desierto de casas protegidas por madera contrachapada y cinta aislante cruzando las ventanas, barridas por vientos de m¨¢s de 160 kil¨®metros por hora, mareas de hasta cuatro metros, lluvias torrenciales y olas gigantes. El dram¨¢tico paso del Gilberto est¨¢ siendo seguido minuto a minuto a trav¨¦s de la televisi¨®n.
A ¨²ltima hora, el rumbo del hurac¨¢n parec¨ªa dirigir su ojo, el coraz¨®n de la tormenta, a territorio mexicano, al Estado de Tamaulipas, al sur de la ciudad tejana de Brownsville, salvando quiz¨¢ de su impacto m¨¢s fuerte a este pa¨ªs. Una vez m¨¢s, M¨¦xico, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. Es curioso que estos fen¨®menos naturales causan, sobre todo, da?o en el Caribe pobre tercermundista.
El Gilberto ha sido seguido minuto a minuto por las televisiones norteamericanas desde hace d¨ªas. Una saturaci¨®n informativa que conlleva una exageraci¨®n de la noticia y que forma parte del estilo de vida de esta democracia televisada en directo, que tambi¨¦n retransmite al minuto las cat¨¢strofes. Desde la sala de estar se puede ver c¨®mo evolucionan los 10 aviones Orion P-3 y WC130 cruzando el ojo del hurac¨¢n, recogiendo datos de la velocidad de los vientos, presi¨®n atmosf¨¦rica y direcci¨®n de la tormenta.
Un bill¨®n de pesetas en da?os
Aviones sovi¨¦ticos Ilyushin 18 tambi¨¦n se cruzan con los norteamericanos en el coraz¨®n del Gilberto, volando desde sus bases de Cuba. Los meteor¨®logos norteamericanos son capaces de precisar, casi a la milla, el lugar de impacto del hurac¨¢n. Todo est¨¢ tan programado que llega a perder dramatismo. Lo contrario de lo ocurrido en Jamaica, donde los turistas norteamericanos se quejan de que el gobierno local no les inform¨® que ven¨ªa el Gilberto.
El hurac¨¢n Gilberto, el m¨¢s fuerte de este siglo cuando esta semana arras¨® la isla de Jamaica (40 muertos), con vientos de 280 kil¨®metros por hora, y barri¨® las vacaciones de miles de turistas norteamericanos en la pen¨ªnsula mexicana de Yucat¨¢n, ya no es una tormenta de fuerza 5, la m¨¢xima en la escala que mide estos fen¨®menos. Ha perdido algo de fuerza sobre el golfo de M¨¦xico, pero a¨²n as¨ª es una fuerza muy peligrosa que puede aumentar espectacularmente la cuenta de 8.000 millones de d¨®lares (un bill¨®n de pesetas) de devastaci¨®n causada antes de llegar a EE UU.
Este pa¨ªs se ha preparado para recibir al Gilberto, que a la hora de transmitir esta cr¨®nica se encontraba a 240 kil¨®metros al sureste de Brownsville, lugar previsto para su aterrizaje, como si se tratara de una guerra. Un centro de crisis en el Pent¨¢gono, en Washington, est¨¢ coordinando la ayuda que podr¨ªa prestar el Ej¨¦rcito si fuera necesaria. M¨¢s de 100.000 personas han sido evacuadas de la zona prevista del impacto.
El gobernador de Tejas ha publicado un decreto levantando las restricciones de velocidad. Los presos de cuatro c¨¢rceles de Houston han sido evacuados al interior del Estado. Las pilas —se recomienda hacer acopio de ellas para linternas y radios—, que la semana pasada costaban 1, 70 d¨®lares, ahora cuestan 4 d¨®lares.
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