Guerra de las ondas
CON EL pirateo de una l¨ªnea por TV-3 para su segundo canal, el 33, y con la contundente respuesta de RTVE interfiriendo por orden del Ministerio de Transportes esa misma l¨ªnea, ha estallado en Catalu?a la guerra de las ondas. La cuesti¨®n de fondo es la misma de siempre: los Gobiernos quieren multiplicar sus plataformas de comunicaci¨®n, hasta tal punto que en poco tiempo habr¨¢ en Catalu?a nada menos que cinco canales de titularidad p¨²blica. De esa enorme inflaci¨®n de canales, y sobre todo de los nuevos, ning¨²n nivel administrativo da una explicaci¨®n satisfactoria. El anhelo de la poblaci¨®n de disponer de pluralidad de opciones es aprovechado por unos y otros para convertir el espacio audiovisual en un patio de monipodio, camino de convertirse en un caos impracticable.En el terreno audiovisual, el Ejecutivo practica una pol¨ªtica de poner paredes al viento: la ley de la televisi¨®n privada ha nacido obsoleta; la ley de Ordenaci¨®n de las Telecomunicaciones no recoge la problem¨¢tica real de un Estado auton¨®mico muy complejo, y el plan t¨¦cnico para regular los sistemas de transporte y difusi¨®n de las se?ales, bandas, canales y frecuencias, que se est¨¢ elaborando, olvidar¨¢ probablemente fen¨®menos tan peculiares e interesantes como la explosi¨®n de las televisiones locales.
Para aumentar la confusi¨®n del panorama, las televisiones p¨²blicas espa?olas funcionan pr¨¢cticamente como las comerciales. La tan cacareada autofinanciaci¨®n de TVE y la anunciada en el pr¨®ximo presupuesto de TV-3 las obliga a seguir criterios puramente comerciales, en detrimento muchas veces de la calidad. La actual guerra de las ondas es una nueva demostraci¨®n, hasta la n¨¢usea, de c¨®mo la realidad se adelanta a la legislaci¨®n: TV-3 empez¨® a emitir antes de la aprobaci¨®n de la ley de Terceros Canales; las televisiones locales sobreviven en una situaci¨®n de alegalidad; las radios libres, que existen y se las escucha, reclaman el mismo trato que muchas de sus hom¨®logas europeas; las emisoras municipales, muchas de ellas subvencionadas, sufren constantes amenazas de cierre, cuando no son clausuradas.
TV-3 es una televisi¨®n peleona y se ha convertido en la criada respondona que intenta competir en Catalu?a con la poderos¨ªsima TVE. Quemada por las trabas a que ha tenido que enfrentarse (a¨²n emite con una frecuencia provisional), la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n se ha decidido -con el benepl¨¢cito de Jordi Pujol- por la pol¨ªtica de hechos consumados, creando un l¨ªo fenomenal al ocupar irregularmente una frecuencia reservada para las pruebas de la televisi¨®n privada.
Esta opci¨®n de la Generalitat por el pirateo repite el lamentable episodio de interferencia de l¨ªneas ocurrido cuando la pol¨¦mica de la loto, y su camuflaje mediante la utilizaci¨®n del discurso patri¨®tico para unos fines estrictamente comerciales y partidistas debiera producir sonrojo. Al mismo tiempo, el suceso est¨¢ sirviendo como nueva excusa para reavivar, aunque sea por un asunto aparentemente menor, el fuego sagrado del enfrentamiento y el victimismo en el momento en que Jordi Pujol se mostraba m¨¢s dialogante. No es extra?o que ello coincida con las tajantes negativas de la Generalitat a algunos de los proyectos del alcalde Maragall m¨¢s necesarios para el escenario de 1992.
En esta guerra de las ondas puede caer la parte m¨¢s vulnerable: las televisiones locales. De hecho, ya ha sucedido con el cierre del Canal 08, una emisora privada sin af¨¢n de lucro. Y ¨¦ste es un fen¨®meno comunicacional que se ha de respetar. S¨®lo en Catalu?a funcionan unas 50 televisiones locales de manera regular, e irregularmente, otras 40. Es una l¨¢stima que sean ¨¦stas las que primero reciben las consecuencias de una guerra sucia entre administraciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Canal 33
- MTYC
- Relaciones Gobierno central
- Opini¨®n
- III Legislatura Espa?a
- Herencias
- TV3
- Gobierno de Espa?a
- Derecho sucesiones
- Televisi¨®n local
- TVE
- Televisi¨®n auton¨®mica
- PSOE
- Derecho privado
- Catalu?a
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- RTVE
- Familia
- Gobierno auton¨®mico
- Partidos pol¨ªticos
- Radio
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Grupo comunicaci¨®n