30.000 personas asisten en Madrid al concierto 'heavy' Monstruos del Rock

Alrededor de 30.000 personas se reunieron anoche en el auditorio de la Casa de Campo de Madrid para celebrar su particular ceremonia desarollada a trav¨¦s de la dureza de la m¨²sica heavy. Desde las 18.15, cinco, grupos ofrecieron una muestra de algunos de los caminos que actualmente sigue esta forma del rock.

Los espa?oles como Manzano; neoyorquinos heterodoxos con la fuerza de Anthrax; los germano-occidentales Helloween; Metallica, desde Los ?ngeles (EE UU), brit¨¢nicos populares como Iron Maiden fueron los protagonistas de ese particular modo de comunicaci¨®n musical y vital que constituye el heavy.Excepto los espa?oles, los restantes grupos participan en el espect¨¢culo que bajo el nombre Monstruos del Rock realiza una gira por todo el mundo. Sus actuaciones en Espa?a (actuar¨¢n tambi¨¦n en Barceona el pr¨®ximo jueves, d¨ªa 22),ven¨ªan precedidas por violentos incidentes entre el p¨²blico europeo, que causaron en la ciudad brit¨¢nica de Don ngton el tr¨¢gico balance de dos muertos por aplastamiento.

Los cinco espa?oles que componen el grupo Manzano inicia un su actuaci¨®n luchando contra un p¨²blico todav¨ªa fr¨ªo y una econom¨ªa de medios t¨¦cnicos deslucieron su actuaci¨®n.

Mezcla de estilos

Los neoyorquinos Anthrax comenzaron a elevar la temperatura ambiental a pesar de que su m¨²sica no encaja dentro de los c¨¢nones de la ortodoxia heavy. Tremendamente duros, ofrecieron sin contemplaciones una mezcla de estilos (hard-core, heavy, rock e incluso algo de funky negro) que les da cierta originalidad dentro del panorama actual de esta m¨²sica. Incluidos en un espect¨¢culo heavy, finalizaron su actuaci¨®n con un himno punk: God saye the Queen, de los Sex Pistols.

Con Helloween, el p¨²blico comenz¨® a expulsar energ¨ªa, que en estos conciertos raramente se convierte en enfrentarnientos violentos, a excepci¨®n de algunos casos de intoxicaci¨®n et¨ªlica aguda. Pu?os en alto, algunos empu?ando guitarras imaginarias y envueltos en una nube de polvo, el p¨²blico demostr¨® que contin¨²a apoyando una m¨²sica que hace suya y defiende con una entrega dificil de igualar.

A las diez die la noche, tras cuatro horas de espect¨¢culo, el grupo Metallica interpret¨® la primera balada de la noche. Fue el ¨²nico momento de sosiego que se vi¨® en la Casa de Campo a excepci¨®n de los largos tiempos muertos entre actuaciones, que p¨²blico aprovech¨® para ampliar su espacio vital.

Tras una hora de m¨²sica dur¨ªsima, Metallica dieron paso a Iron Maiden, que inici¨® su concierto con la oferta esc¨¦nica que les caracteriza. Grandes decorados y luces y sonido a pleno rendimiento.

Bajo los gritos de "?Maiden, Maiden!", los brit¨¢nicos ofrecieron su heavy ortodoxo, sencillo y, por lo que se vio anoche, tremendamente eficaz. Fueron los ¨²nicos que se permitieron esa espectacularidad inseparable al heavy y que para el p¨²blico es tan importante como la m¨²sica.

Con ellos alcanz¨® su punto m¨¢s intenso una ceremonia mil veces oficiada, que musicalmente progresa muy lentamente, al menos por lo visto en Madrid, pero que resulta efectiva por la comuni¨®n que logran con un p¨²blico que desde el principio se convirti¨® en el principal protagonista de la noche.