Llamamiento del Papa a la solidaridad internacional con Mozambique
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Juan Pablo II hizo ayer un llamamiento a la solidaridad mundial con Mozambique para acabar con la guerra civil que desde hace 12 a?os destroza a este pa¨ªs, uno de los m¨¢s pobres de ?frica. Ante miles de personas, el Pont¨ªfice pidi¨® a la comunidad internacional que esta ayuda no se quede en una especie de vaga compasi¨®n. En una de las m¨¢s. profundas intervenciones de esta cuarta visita al continente africano, que concluye hoy, lunes, Juan Pablo II dijo: "Renuevo mi llamamiento a la solidaridad mundial para Mozambique, solidaridad que debe comenzar de la paz exterior, ideol¨®gica, militar y econ¨®mica".
Las palabras del Pont¨ªfice cobraron una especial importancia para los mozambique?os que han visto en Juan Pablo II al hombre que puede traer la paz a su destrozado pa¨ªs. La situaci¨®n es compleja y no deja apenas puertas abiertas a la esperanza, ya que la lucha que lleva a cabo el Gobierno de Maputo contra los guerrilleros del grupo Resistencia Nacional Mozambique?a (Renamo) -respaldado por Sur¨¢frica- tiene dificil soluci¨®n. Los rebeldes tienen la ¨²nica voluntad de desestabilizar, seg¨²n coinciden en afirmar los misioneros. ?se es tambi¨¦n el objetivo del r¨¦gimen racista de Pretoria."El hombre puede soportar el dolor, o las privaciones temporalmente y la miseria cuando se sostiene en la esperanza, pero no sucede lo mismo cuando se le presenta una situaci¨®n sin v¨ªas de salida, sin soluciones eficaces", dijo ayer el Pont¨ªfice polaco ante los miles de fieles que se hab¨ªan congregado en el estadio de Machava.
Entre aplausos que interrump¨ªan sus palabras, Juan Pablo II pidi¨® a Dios que se presenten estas soluciones para Mozambique, y se "pueda alimentar a muchos ni?os sin comida, sin instrucci¨®n; a los j¨®venes desesperados o alienados; a los campesinos sin tierra o posibilidad de cultivarla; a los brazos dispuestos a trabajar, pero sin oportunidad de hacerlo, sin salario y sin futuro; a las familias dispersas o sin posibilidad de acoger a todos sus miembros; a las personas que no encuentran amparo en la ley". "Podemos esperar que estas soluciones se presentar¨¢n cuando los hombres sean m¨¢s hombres", agreg¨® el Pont¨ªfice ante los aplausos de los fieles.
Entrevista con Chissano
El Papa no defraud¨® a quienes han esperado ansiosamente su mensaje de paz en este m¨ªsero y destrozado pa¨ªs africano. Las pa labras de Juan Pablo II han ten?do tambi¨¦n buena acogida por parte del poder pol¨ªtico mozambique?o.El Gobierno marxista, que ha contribuido econ¨®micamente a la visita del Pont¨ªfice, ha cobrado fuerza ante la comunidad internacional con los gestos y las palabras del Papa. La entrevista entre Juan Pablo II y el presidente de la Rep¨²blica, Joaquim Chissano, debi¨® durar inicialmente 20 minutos y, de acuerdo con fuentes gubernamentales, se prolong¨® por espacio de 40 minutos.
A este hecho hay que a?adir el amplio eco de la Prensa internacional hacia los actos terroristas de la Renamo. El relieve que ha cobrado con esta visita papal la tragedia de Mozambique favorece sin duda al r¨¦gimen de Maputo, que intenta a trav¨¦s de la ayuda de pa¨ªses como Espa?a o el Reino Unido, instruir a su Ej¨¦rcito y poner fin a algunos desmanes en la lucha contra los insurgentes por falta de disciplina y de alimentos.
El Pont¨ªfice tuvo precisamente ayer posibilidad de conocer a las v¨ªctimas de estas situaciones en su visita al barrio de Polana Canico, habitado por 15.000 personas, muchas de las cuales han huido de los horrores de la guerra mozambique?a, que se prolonga desde la independencia del pa¨ªs en 1975.
Juan Pablo II cambi¨® ante ellos la prioritaria clave de paz, que ha imperado en su viaje africano, para exhortar a los pobres habitantes de esta zona de Maputo a vencer al demonio y a "la tendencia a abusar del placer". "La de los ojos, que es la ambici¨®n de poder" y la avidez de riquezas.
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