Los sacerdotes de Zaire podr¨¢n bailar durante la misa

Un decreto de la Congregaci¨®n para el Culto Divino, presidida por el cardenal riojano Eduardo Mart¨ªnez Somalo, ex sustituto de la Secretar¨ªa de Estado, permite a partir de ahora a los sacerdotes africanos -pero s¨®lo a los de Zaire- celebrar la misa bailando.Hasta ahora, en realidad, con el permiso impl¨ªcito de la Iglesia zaire?a, la Eucarist¨ªa se celebraba casi habitualmente en las parroquias seg¨²n el rito local, que consiste en la introducci¨®n de las danzas tradicionales africanas en la liturgia.

Ya cuando el papa Juan Pablo II visit¨® por vez primera Zaire en 1980, el cardenal Malula hab¨ªa expresado al Vaticano el deseo de que Juan Pablo II, por lo menos, asistiera a una celebraci¨®n de la Eucarist¨ªa en dicho rito zaire?o. Entonces el Papa no juzg¨® oportuno hacerlo, y el cardenal africano se doli¨® mucho y se lo dijo, sin pelos en la lengua, en su primer discurso en la catedral, ante todo el episcopado y el clero del lugar.

Ahora, por fin, con la aprobacion del Papa, la Congregaci¨®n para el Culto Divino ha aceptado que los sacerdotes puedan celebrar la misa en Zaire "al ritmo de baile". Tambi¨¦n ha sido autorizado el sonido de los tradicionales tam-tam, los tambores africanos, durante la misa.

En realidad, la misa zaire?a es un verdadero espect¨¢culo de participaci¨®n de la gente. El sacerdote y los monaguillos entran ya en la iglesia bailando. Y todos los fieles empiezan a acompa?arlos en una danza colectiva. Despu¨¦s, ya en el altar, sacerdote y ayudantes bailan alrededor del crucifijo central. Con las diversas partes de la misa cambia el ritmo de la danza, que se hace l¨²gubre e impresionante, por ejemplo, con el sonido profundo de los tam-tam en el momento del acto penitencial, mientras se reviste de alegr¨ªa y de fiesta en el Gloria y en el momento de acci¨®n de gracias de la comuni¨®n. Los cristianos reciben la Hostia consagrada en la mano y se van a comulgar a su puesto llevando la Eucarist¨ªa como a un ni?o en la cuna del cuenco de sus manos y bailando con un ritmo dulc¨ªsimo.