"El silencio no existe", afirma John Cage
Conciertos en honor al 76? aniversario del compositor norteamericano
El compositor norteamericano John Cage acaba de celebrar sus 76 a?os con una serie de conciertos-homenaje en Estados Unidos. M¨²sico innovador, fue el primero que compuso para piano preparado, y estren¨® en 1939 la primera obra de m¨²sica electr¨®nica. En 1952 rompi¨® los c¨¢nones de la m¨²sica contempor¨¢nea con una obra sin notas musicales. En 1969 volvi¨® a sorprender con una composici¨®n para siete clavecinistas y 51 magnet¨®fonos. John Cage, que una vez defini¨® los sonidos como "burbujas sobre la superficie del silencio", afirma hoy: "El silencio no existe".
Pregunta. Al mirar ahora hacia atr¨¢s, ?siente usted que su m¨²sica ha sido comprendida?Respuesta. No creo que yo quisiera que fuera entendida de una forma concreta. Tengo la gran suerte de que mi trabajo se usa en la sociedad, y el mejor uso que puede tener es el uso original que le d¨¦ cada persona que lo utiliza. De manera que no se trata de una meta ajena a cada persona, sino de un objetivo dentro de cada cual.
P. ?Ha habido alg¨²n uso particular de su m¨²sica que le haya gustado especialmente?
R. Siempre he disfrutado la combinaci¨®n de mi trabajo con el de la compa?¨ªa de danza de Merce Cunningham. Cuando era joven, los m¨²sicos no aceptaban mi m¨²sica, pero los bailarines s¨ª que estaban dispuestos a utilizarla. As¨ª que mi vida como m¨²sico realmente empieza como m¨²sico para bailarines.
P. Fueron los a?os treinta la ¨¦poca de sus comienzos y su adolescencia: ?qu¨¦ m¨²sica de aquel tiempo le influenci¨®?
R. Me interesaba mucho por cualquier cosa que pudiera encontrar relacionada con los m¨²sicos del ruido, como el italiano Luigi Russolo, que fabricaba instrumentos que hac¨ªan ruidos. Pienso que una de las caracter¨ªsticas de este siglo ha sido el fomento de la experimentaci¨®n y el descubrimiento. Como usted sabe, mi padre era inventor, y yo pens¨¦ que lo propio en mi caso, en el campo de la m¨²sica creativa, era, hacer un descubrimiento.
P. Y en el campo de las artes pl¨¢sticas, ?cu¨¢les han sido sus influencias?
R. Hay muchas cosas que me gustan. Era entusiasta en general de la m¨²sica moderna y de la pintura moderna, pero me volv¨ª especialmente entusiasta del trabajo de Mondrian. En una ocasi¨®n le hice una visita a su lugar de trabajo en Nueva York, y (sonriendo) hab¨ªa all¨ª un arco del cual, muy cuidadosamente, hab¨ªa tapiado la curva para hacerlo rectangular. Una actitud muy diferente a la Bukminster Fuller, que hizo las c¨²pulas geod¨¦sicas, cuyo trabajo tambi¨¦n me gusta mucho. Su obra era todo tri¨¢ngulos y al final esferas, pero Mondrian es todo rectangular.
P. Cuando en los a?os cincuenta estren¨® Cuatro minutos y treinta y tres segundos, ?cu¨¢l era su intenci¨®n al ofrecer una pieza en la que no se interpretaba ni una sola nota musical?
R. La aceptaci¨®n de la no intenci¨®n y del hecho de actuar sin intenci¨®n. Yo hab¨ªa estado en una c¨¢mara anecoica, que es una habitaci¨®n tecnol¨®gicamente preparada para el silencio, en la que no se oye ning¨²n ruido, y que se usa para probar distintos tipos de aparatos. Y en aquella habitaci¨®n, donde yo esperaba no o¨ªr nada, o¨ª dos sonidos. Cuando sal¨ª, le dije al encargado de la c¨¢mara: "Debe de haber algo estropeado, se oyen dos sonidos". ?l me dijo: "Descr¨ªbamelos". Y le describ¨ª el m¨¢s alto, y me respondi¨®: "Eso era su sistema nervioso en funcionamiento". Entonces le dije que el otro era un sonido bajo, y ¨¦l me contest¨®: "Eso era su sangre circulando". As¨ª descubr¨ª que constantemente estoy produciendo dos sonidos sin querer. Por tanto, desde aquella ocasi¨®n, mi m¨²sica ha ido en la direcci¨®n de la no intenci¨®n, en la que yo mismo vivo.
P. Entonces aquella obra no pretend¨ªa ser una composici¨®n de silencio, sino...
R. (interrumpi¨¦ndome). El silencio no existe.
P. De acuerdo... Es un hecho que su m¨²sica ha sido, en ocasiones, muy duramente criticada. Hay gente a quien parece enervar terriblemente. ?Eso es as¨ª porque su m¨²sica es intr¨ªnsecamente agresiva, hay un sentido de provocaci¨®n impl¨ªcito o es simplemente cuesti¨®n de gusto?
R. Es as¨ª porque existen distintos tipos de m¨²sica, y a la gente que ha dicho esas cosas sobre lo que yo hago le gusta un tipo de m¨²sica diferente. Y a la mayor¨ªa de ellos, yo creo que lo que les gusta es un tipo de m¨²sica que sea expresiva de emociones y de ideas. No les interesan tanto los sonidos. A esos cr¨ªticos les interesan los sentimientos. Y a m¨ª me gusta que los sentimientos se originen en cada persona.
P. ?Piensa usted que el pensamiento original tiene que ser iconoclasta?
R. (pausa). Creo que s¨ª. Aunque eso es f¨¢cil de decir; no s¨¦... Si por icono se entiende algo que uno considera muy altamente y que es ajeno a uno mismo, entonces s¨ª que creo que eso es algo que no necesitamos y que, por tanto, debemos liberarnos de ello.
P. Pero ?se considera: antimoderno?
R . Creo que no. Pero el ca¨ªn bio me interesa constantemente. Hay tantas cosas en nuestra moderna sociedad que necesitan cambiar... Cuando el aire es pobre, el agua es pobre y la comida es pobre y en la que hay tanta gente pobre, es mucho lo que se tiene que hacer para mejorar las cosas.
La manera en la que cambi¨¢bamos la m¨²sica era para no basar nuestras composiciones en sonidos musicales, sino en ruidos. Y creo que algo similar habr¨ªa que hacer para conseguir una sociedad que no se basara en proteger a los ricos de los pobres, como sucede en la sociedad actual, sino que fuera capaz de hacer de la pobreza un placer. Que hiciera posible vivir placenterarnente siendo pobre.
Creo que la pobreza deber¨ªa ser una opci¨®n, no un hecho. Que se pudiera elegir ser pobre igual que un compositor minimalista elige utilizar unos pocos sonidos en lugar de muchos.
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