Tres hombres para la 'dama de hierro'

F. J. / R. M. DE R. La primera ministra brit¨¢nica se encuentra en Espa?a haciendo gala de su caracter¨ªstica sobriedad, enraizada en su alma por un padre de humilde extracci¨®n social que ense?¨® a su hija las virtudes del esfuerzo, el sacrificio y el ahorro. En ingl¨¦s existe la expresi¨®n Spanish customs (costumbres espa?olas) para definir el derroche y la liberalidad en el gasto. Margaret Thatcher predica su evangelio all¨¢ donde va y en Madrid ha dado ejemplo de sobriedad al venir con un reducido s¨¦quito de s¨®lo dos personas, a las que se suma su marido, Denis Thatcher.

Charles Powell es el menos conocido de los tres acompa?antes de la primera ministra pero el que goza de mayor ascendiente pol¨ªtico sobre ella. Powell es el consejero en asuntos internacionales de Thatcher.

Powell mantiene siempre un discret¨ªsimo segundo plano, lo que no es el caso de Bernard Ingham, el secretario de prensa de la primera ministra. Ingham es un cincuent¨®n que mantiene una relaci¨®n de amor-odio con la prensa, de la que procede. De hecho, este pelirrojo portavoz de cejas prominentes y endiabladamente desarrolladas, en las que se parapeta una mirada diseccionadora, realiz¨® durante a?os informaci¨®n laboral para el liberal The Guardian por lo que la transici¨®n de la izquierda pol¨ªtica al capitalismo agresivo thatcheriano es a¨²n m¨¢s llamativa.

Un portavoz duro

Ingham, que cuenta con la m¨¢xima confianza de la primera ministra, mantiene un f¨¦rreo control sobre los dem¨¢s portavoces de los ministerios, a los que somete a intensas y para ellos, agotadoras sesiones informativas para perfilar al m¨¢ximo detalle la venta de la pol¨ªtica gubernamental.

Denis Thatcher, de 73 a?os, es uno de los pocos hombres ante los que se derrite la dama de hierro. Quiz¨¢ los ¨²nicos otros dos, y en un diferente contexto, son Ronald Reagan y Mijail. Gorbachov. Los Thatcher mantienen una relaci¨®n de pareja basada en el amor y en la admiraci¨®n mutua. Dicen que la se?ora Thatcher hace el caf¨¦ matutino a su marido a eso de las seis de la ma?ana cuando ella empieza una jornada que se alarga hasta la medianoche, y que s¨®lo la perentoria necesidad de su presencia junto a Denis podr¨ªa apartarla de la actividad pol¨ªtica.

Denis Thatcher tambi¨¦n dispone de un programa especial en este viaje. Ayer por la ma?ana visit¨® en Alcobendas (Madrid) las instalaciones de la empresa British Petroleum. Posteriormente, se traslad¨® a la universidad Complutense para acompa?ar a su esposa; y por la tarde recorri¨® el Instituto Brit¨¢nico. Hoy visitar¨¢ los laboratorios Lyade, y anoche ten¨ªa previsto asistir con la primera ministra a la cena de gala en la Moncloa.