Giesbert: "No soy el Rambo del periodismo"
El ex director de "Le Nouvel Observateur" se estrena como responsable de 'Le Figaro'
Franz-Olivier Giesbert, nuevo director de Le Figaro, tiene 39 a?os, cara de buen chico y una expresi¨®n verbal directa y concreta, propia de quienes no se andan por las ramas. Durante 19 a?os ha trabajado en el semanario Le Nouvel Observateur, el gran peri¨®dico de la izquierda democr¨¢tica francesa, al lado de Jean Daniel. Hace tres a?os y medio se hizo cargo de la direcci¨®n de la Redacci¨®n del semanario, con muy buenos resultados en las ventas y en la modernizaci¨®n de la imagen de la publicaci¨®n. Ahora, en su nuevo puesto, ha dicho que ¨¦l no es el Rambo del periodismo.
Le Nouvel Observateur, m¨¢s conocido como Nouvel Obs, est¨¢ mucho m¨¢s cerca ahora de la Prensa informativa que del viejo semanario de opini¨®n y de influencia pol¨ªtica fundado en 1964 a partir del Observateur, pero todav¨ªa se le considera y es una publicaci¨®n de claras simpat¨ªas socialistas. De ah¨ª la sorpresa y el desconcierto que ha producido en las filas de la izquierda la noticia de este fin de verano: el fichaje de Giesbert por Robert Hersant, el voraz empresario propietario de Le Figaro, que no se ha cansado de combatir a Mitterrand y a los socialistas desde que en 1981 llegaron al poder y hasta mayo pasado, cuando el presidente fue reelegido.Giesbert se hace cargo ahora de la direcci¨®n de la Redacci¨®n de Le Figaro, que debe convertirse en un gran peri¨®dico informativo y abandonar su excesivo apego a los intereses y a veces a la miop¨ªa pol¨ªtica de la derecha francesa, y en concreto de los neogaullistas. Hersant, que ha hecho negocio con un Figaro militantemente antisocialista y con un Figaro-Magazine (la revista dominical) donde se fraguaba incluso la renovaci¨®n de la ideolog¨ªa derechista, a veces decantada hasta la ultraderecha, cree que se ha agotado este fil¨®n y que Francia est¨¢ en la hora de un periodismo m¨¢s fr¨ªo, menos comprometido y m¨¢s ¨¢gil.
Escepticismo
Le Figaro, se ha dicho estos d¨ªas, debe convertirse en el Washington Post, despu¨¦s de haber sido el Washington Times (el peri¨®dico de la secta Moon ultrarreaganista). El hasta ahora director del Nouvel Obs ser¨¢ el conductor en este dif¨ªcil viaje, que suscita escepticismo en unos y esperanzas en otros.Pregunta. Jean Daniel ha escrito que al pasar del Nouvel Obs a Le Figaro se cambia de universo.
Respuesta. No he cambiado de universo ni de oficio, ni tan s¨®lo de barrio, porque ambas redacciones no est¨¢n separadas por m¨¢s de 200 metros. Mi universo lo forman mi familia y mis amigos, que siguen siendo los mismos. Los tengo en el Nouvel Obs y los ten¨ªa ya antes en Le Figaro. Siempre me he guiado en mi trabajo por criterios profesionales. La informaci¨®n que m¨¢s me interesa es precisamente la que parece m¨¢s molesta para mis convicciones.
P. ?Y qu¨¦ le parece la expre si¨®n elegida por otro ex compa ?ero suyo, Jacques Julliard, que ha hablado de "integrismo profesional" a prop¨®sito de sus declaraciones afirmando que el periodismo no es ni de derechas ni de izquierdas?
R. Pues que siempre me he considerado un profesional ¨ªntegro. Quiz¨¢ por mis or¨ªgenes, siempre me he sentido atra¨ªdo por el periodismo anglosaj¨®n, con su cl¨¢sica diferenciaci¨®n entre informaciones y opiniones. Pero adem¨¢s creo en el orgullo profesional, una virtud muy espa?ola, ?no? Aunque he hecho mucho periodismo pol¨ªtico, siempre he diferenciado muy bien los dos campos y no me he dejado pisar por los pol¨ªticos.
P. ?C¨®mo le han tratado sus compa?eros despu¨¦s de su paso a Le Figaro?
R. Cre¨ª que me tratar¨ªan mal, pero no me puedo quejar. No he le¨ªdo nada hiriente. ?nicamente el Nouvel Obs ha estado un poco seco. Unos se burlan, otros se divierten. Es normal. No esperaba que todo el mundo aplaudiera. Pod¨ªan haberme dicho que he cambiado de chaqueta, aunque no sea verdad. Pero nadie lo ha hecho.
P. Pero en el grupo Hersant no hay ¨²nicamente ideas derechizadas, sino incluso un numerosogrupo de diputados de a RPR [Asamblea para la Rep¨²blica] entre los directivos, e incluso gente del Frente Nacional. ?No es un tanto arriesgado intentar hacer un peri¨®dico profesional en estas condiciones?
R. Claro que es una apuesta. Pero Francia se halla en una nueva fase. Ciertamente, la izquierda empez¨® antes la renovaci¨®n. Vamos hacia una sociedad de tipo anglosaj¨®n en la que la gente se respeta mutuamente. Hay que acordarse de c¨®mo iban las cosas hace cinco o diez a?os. Los pol¨ªticos dec¨ªan muchas tonter¨ªas. La clase pol¨ªtica ahora es mucho m¨¢s sensata y adulta. Por eso mi paso a Le Figaro es ¨²nicamente un epifen¨®meno dentro de esta mutaci¨®n.
Decisi¨®n estrat¨¦gica
P. Pero su fichaje por Hersant no podr¨ªa ser un movimiento t¨¢ctico ante la reelecci¨®n de Mitterrand, una decisi¨®n destinada a efectos ef¨ªmeros?
R. No. Es una decisi¨®n estrat¨¦gica. Hersant es ante todo un periodista, y muy buen periodista. Basta con ver su Autojournal, que sac¨® a la calle en 1950, con ideas totalmente nuevas, y consigui¨® mantenerse independiente de los fabricantes de coches. O los informativos de La Cinq (el canal de televisi¨®n cuya propiedad comparte con Berlusconi). Hace tiempo, mucho antes de que yo llegara, que Hersant ha empezado a renovar y mejorar su peri¨®dico.
P. Cu¨¢ndo se notar¨¢ su trabajo en las p¨¢ginas de Le Figaro?
R. Ya le he dicho que el proceso de cambio ha empezado hace mucho tiempo. Vea las p¨¢ginas de econom¨ªa, en las que el criterio que prima es la calidad de la informaci¨®n. Toda esta historia de mi llegada a Le Figaro y de las expectativas creadas con ella ha sido sobrevalorada por los medios de comunicaci¨®n, quiz¨¢ porque ha pasado en d¨ªas de una cierta penuria informativa. No habr¨¢ ninguna revoluci¨®n. No soy el Rambo del periodismo. He llegado a mitad de un proceso que se hubiera producido y hubiera seguido en cualquier caso.
"No har¨¦ un peri¨®dico socialista"
P. ?Hubieran sido las cosas lo mismo sin la reelecci¨®n. de Mitterrand?R. Tambi¨¦n. Era inevitable. Vea la evoluci¨®n de Lib¨¦ration o del Nouvel Obs. Los criterios profesionales tienen cada vez mayor importancia, cosa que no pasaba hace unos a?os.
P. ?Le Figaro es el ¨²ltimo arca¨ªsmo de la gran Prensa francesa?
R. No le contestar¨¦ a esta pregunta. S¨ª le dir¨¦ que Libe y Le Monde son tambi¨¦n peri¨®dicos orientados ideol¨®gicamente y que Le Figaro ya se ha modernizado, por ejemplo en sus p¨¢ginas de econom¨ªa. Admito que hay algunas hojas que impiden ver el bosque...
P. Pero estas hojas han sido las de la informaci¨®n diaria, de la que va a ocuparse usted ahora, las hojas que han hecho una informaci¨®n electoral realmente alejada del periodismo de informaci¨®n hasta la reelecci¨®n de Mitterrand.
R. Ya le he dicho que no le contestar¨¦. En todo caso, yo no llego a Le Figaro para hacer un peri¨®dico socialista. Entre otras razones, porque contribu¨ª a despolitizar y desocializar el Nouvel Obs y a hacerlo m¨¢s profesional. Estaba muy mal hace tres a?os y medio. Si ahora me han contratado en Le Figaro es para hacer una tarea similar, para que haga de animador de la reacci¨®n con criterios puramente profesionales. La reforma que hice en el Obs es lo que ha influido, y no otros criterios. Con Hersant hemos hablado s¨®lo de periodismo, no de pol¨ªtica.
P. Usted fue en un tiempo un aut¨¦ntico militante anti-Hersant.
R. S¨ª, claro. Pero en ello jugaba tambi¨¦n una cierta fascinaci¨®n ante el personaje y mi historia familiar. Hersant compr¨® Paris-Normandie, donde mi madre ten¨ªa acciones, y era el peri¨®dico donde yo podr¨ªa haber seguido mi carrera. Hersant ha concedido muy pocas entrevistas en su vida. Una de ellas a m¨ª, para el Obs, en 1983. Siempre nos hemos respetado mutuamente, aunque en alg¨²n momento hayan existido diferencias.
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