El aterrizaje del 'Discovery' pone fin al s¨ªndrome de fracaso tecnol¨®gico de EE UU
El Discovery, con sus cinco astronautas a bordo, regres¨® felizmente ayer a la Tierra, tras cuatro d¨ªas de un vuelo espacial perfecto que ha restaurado la confianza de Estados Unidos en su tecnolog¨ªa, devolviendo a este pa¨ªs a la carrera espacial con la URSS. El aterrizaje del transbordador, a las 12.37 (17.37, hora peninsular), en el desierto de California, pone fin al s¨ªndrome de fracaso provocado por la explosi¨®n del Challenger y la p¨¦rdida de sus siete tripulantes.
El Discovery aterriz¨® a 320 kil¨®metros por hora, en el lecho de un lago seco, en la base de la Fuerza A¨¦rea de Edwards, mientras sonaba el himno nacional Star spangled banner. M¨¢s de 300.000 personas acudieron a esta inmensa llanura de tierra ocre para recibir entusiasmadas, agitando la bandera, a los cinco astronautas que han restablecido la moral de la NASA. El pa¨ªs volvi¨® a seguir en directo, por televisi¨®n, el aterrizaje."Bienvenido, Discovery. Un gran final para un nuevo comienzo", fueron las primeras palabras del centro de control de Houston cuando se detuvo el transbordador. El comandante Frederick Hauck respondi¨® con un escueto "muchas gracias". El vicepresidente George Bush, en un intento de rentabilizar electoralmente el ¨¦xito de la misi¨®n que ha recargado las pilas del patriotismo norteamericano, acudi¨® a fotografiarse con los astronautas al pie del veh¨ªculo, portando una bandera estadounidense.
El transbordador ha cumplido todos sus objetivos t¨¦cnicos a la perfecci¨®n. Ha puesto en una ¨®rbita de 3 6.000. kil¨®metros un complejo sat¨¦lite que garantizar¨¢ comunicaciones permanentes entre el espacio y la Tierra. A bordo, durante cuatro d¨ªas y 64 vueltas a la Tierra, la tripulaci¨®n ha realizado experimentos cient¨ª. ficos que permitir¨¢n saber m¨¢s sobre los procesos del c¨¢ncer y del SIDA.
"Hemos reanudado el viaje que prometimos continuar por vosotros", afirm¨® a 290 kil¨®metros sobre la Tierra el comandante del Discovery, en una ceremonia de recuerdo de los siete cosmonautas del Challenger en el ¨²ltimo d¨ªa del viaje.
Miedo
La tripulaci¨®n del Discovery inform¨® que s¨®lo hab¨ªan sentido miedo a los 15 segundos del despegue desde cabo Ca?averal, el pasado jueves, cuando se encendi¨® una luz de alarma, que result¨® ser falsa, anunciando un fallo en una c¨¦lula de combustible Los astronautas se han quejado de los engorrosos trajes presurizados que por primera vez han tenido que vestir en el momento del lanzamiento y al, regreso a la atm¨®sfera, que permitir¨ªan, en ciertas limitadas condiciones, su escape de la nave.
Sesenta minutos antes del aterrizaje, los astronautas, que volaban sobre el oc¨¦ano indico al sur de Madagascar, encendieron los dos cohetes de frenado para abandonar la ¨®rbita y regresar a la Tierra. En ese momento, el transbordador espacial navegaba boca abajo -como durante toda la misi¨®n- y marcha atr¨¢s. Los cohetes le frenan y le hacen dar un giro completo, iniciando un largo descenso sobre el Pac¨ªfico, atra¨ªdo por la gravedad terrestre, ya en posici¨®n de vuelo normal.
Media hora antes del aterrizaje, el Discovery entr¨® en la atm¨®sfera, con un ¨¢ngulo de 40 grados y soportando temperaturas exteriores de 1.300 grados cent¨ªgrados, que aguanta gracias a su revestimiento de miles de azulejos. Durante 14 minutos, la nave perdi¨® la comunicaci¨®n con tierra debido a la onda de choque generada por su r¨¢pido descenso.
A 40 kil¨®metros de la pista, cuando volaba a 17.000 metros de altura, dos fuertes estampidos, uno causado por el morro de la nave y el otro por las alas, anunciaron la llegada y su paso de velocidad supers¨®nica a subs¨®nica.
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