Sempr¨²n pide esp¨ªritu cr¨ªtico a los intelectuales

El ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n, afirm¨® ayer que "no hay intelectual aut¨¦ntico sin esp¨ªritu cr¨ªtico" al analizar las relaciones de los intelectuales con el poder. El nuevo ministro de Cultura presidi¨® la entrega de los premios nacionales 1988, otorgados por el Ministerio de Cultura, acto que tuvo lugar en el auditorio del Centro Reina Sof¨ªa. De los 15 premiados s¨®lo asistieron en persona 12 a recoger sus premios. Francisco Ayala, premio nacional de las Letras Espa?olas este a?o, pronunci¨® un discurso que dedic¨® en gran parte a pedir mayor apoyo a la Administraci¨®n para mejorar el sistema de bibliotecas p¨²blicas en Espa?a.

Francisco Ayala record¨® en las primeras palabras de su discurso que durante sus primeros a?os de estudiante, en la ni?ez, nunca recibi¨® ning¨²n premio. "La verdad es que no tengo costumbre de verme en el centro de la atracci¨®n p¨²blica como recipientario de alguna especie de homenaje, por m¨¢s que desde fechas recientes, a ¨²ltima hora y -pudi¨¦ramos decir- casi in extremis, se me haya hecho paladear el sabor de la ambros¨ªa que nutre a los dioses inmortales", dijo no sin cierta iron¨ªa.M¨¢s tarde, al hablar en nombre de todos los galardonados, compar¨® estos premios con la oreja que se le otorga al matador tras una buena faena. "?Por qu¨¦ le dan a uno un premio de ¨¦stos? ?Es algo comparable quiz¨¢ a la oreja del toro que, por haber hecho una buena faena al gusto del p¨²blico, le otorga al matador el presidente de la corrida? ?No estar¨ªa ya bien premiado el diestro con los aplausos de los espectadores sin que el presidente tuviera que otorgarle semejante trofeo? Pues, bien considerado, no; desde luego que no. El espect¨¢culo no quedar¨ªa completo entonces. Y, si bien se mira, en todas las artes, inclusive las artes literarias, hay, como en el toreo, un elemento de espectacularidad al que debe conced¨¦rsele lo suyo", afirm¨®.

Ayala continu¨® instando al poder p¨²blico a apoyar a los creadores, evitando en lo posible el dirigismo y la manipulaci¨®n pol¨ªtica de las obras y artistas. Demand¨® el cumplimiento de las intenciones que ha manifestado la Administraci¨®n de mejorar el sistema de bibliotecas en Espa?a, y compar¨® sus deficiencias con el alto nivel de eficacia de las bibliotecas en Estados Unidos.Recibieron sus premios Antonio Gamoneda Lob¨®n (Poes¨ªa), Antonio Mu?oz Molina (Narrativa), Gabriel Albiac (Ensayo), Natividad G¨¢lvez y Federico Arb¨®s (Traducci¨®n), Miguel Batllon (Historia de Espa?a), Susana Solano (Artes Pl¨¢sticas), Jos¨¦ Luis G¨®mez y Gerardo Vera (Teatro), Jos¨¦ Ram¨®n Encinar (M¨²sica) y Antonio Gades (Danza). El Premio Nacional de M¨²sica de Montserrat Caball¨¦ fue recogido por su esposo; el de Carmen Maura (Cine) por Julieta Serrano, y el del director de cine Vicente Aranda no fue recogido.

Redundancias

El ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n, ofreci¨® un discurso en el que record¨® la figura de Fadrique Furi¨® Ceriol, un pensador valenciano del siglo XVI con un acendrado esp¨ªritu cr¨ªtico hacia la sociedad y las instituciones de su ¨¦poca.

"No hay intelectual aut¨¦ntico sin esp¨ªritu cr¨ªtico. Es pleon¨¢smica o redundante la tan manoseada f¨®rmula actual. Otra cosa ser¨ªa, desde luego, indagar en este tema para llegar a completar la definici¨®n del intelectual moderno. Porque no s¨®lo de esp¨ªritu critico vive ¨¦ste. Tambi¨¦n vive y se desvive de esp¨ªritu de investigaci¨®n, de responsabilidad, de compromiso con los valores de la sociedad democr¨¢tica, dialogante".

Tras hacer menci¨®n del esp¨ªritu cr¨ªtico de Francisco Ayala, Sempr¨²n concluy¨® con una cita del poeta franc¨¦s Ren¨¦ Char, combatiente de la resistencia antinazi.

"La lucidez es la herida m¨¢s cercana al sol", evoc¨® el ministro escritor. "De vez en cuando, olvidando mezquinas pol¨¦micas coyunturales, seguir¨¢ siendo conveniente que alcemos la mirada hacia el hiriente sol de la lucidez intelectual".

Concluidos los discursos previstos en el acto de entrega de los premios nacionales 1988, el bailar¨ªn Antonio Gades, que hab¨ªa recibido el premio nacional de danza, subi¨® inesperadamente al estrado y, tras pedir permiso al ministro Sempr¨²n, se dirigi¨® al p¨²blico diciendo: "En nombre de todos [los galardonados] quiero dedicar este premio al pueblo espa?ol".