Democracia bajo fianza
La oposici¨®n afronta hoy la doble tarea de derrotar a Pinochet y a un r¨¦gimen de desarrollo econ¨®mico combinado con autoritarismo
ENVIADO ESPECIALLa opci¨®n del no en el plebiscito de hoy en Chile tiene sus mayores posibilidades de ganar por la aversi¨®n que despierta la figura del candidato, general Augusto Pinochet. Las posibilidades de triunfo del s¨ª se basan en los logros conseguidos por un modelo de dictadura eficaz, que ha logrado para la econom¨ªa chilena una situaci¨®n envidiable para los pa¨ªses vecinos.
Si en el plebiscito estuviese solamente en juego la figura de Pinochet, la victoria de la oposici¨®n ser¨ªa abrumadora. A pesar de sus giros populistas, Pinochet no ha logrado quitarse su estigma e imagen de dictador. D¨ªas atr¨¢s, un soci¨®logo comentaba al enviado de este peri¨®dico: "Los militares pueden mandar, gobernar un pa¨ªs, llevar bien la econom¨ªa, pero no saben ganar unas elecciones". Faltan pocas horas para verificar la validez de esta tesis, pero se puede asegurar que la figura de Pinochet es aceptada a rega?adientes por muchos que hoy votar¨¢n s¨ª.
La clave del resultado de hoy estar¨¢ en ver si la aversi¨®n a Pinochet y la dictadura, con toda su historia de 15 a?os de atropellos y desmanes, pesa m¨¢s que la relativa estabilidad y bonanza econ¨®mica conseguida en Chile. La oposici¨®n insiste en que la opini¨®n dominante entre el pueblo es que "el pa¨ªs va bien, pero a m¨ª me va mal".
En este punto la oposici¨®n a Pinochet confunde deseo y realidad. Al margen de la pol¨¦mica y la guerra de argumentos entre los que defienden la "revoluci¨®n silenciosa" conseguida estos 15 a?os en Chile y los que resaltan los silencios de la revoluci¨®n", hay datos que no se pueden ignorar.
El reciente informe de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL) constata que la econom¨ªa chilena se desenvolvi¨® en forma favorable durante el primer semestre de 1986. Las exportaciones alcanzaron cifras sin precedentes, la cuenta corriente de la balanza de pagos cerr¨® con super¨¢vit por primera vez desde 1976, aumentaron las reservas internacionales y disminuy¨® la deuda externa".
A?ade el informe que "la mayor holgura externa y un manejo macroecon¨®mico coherente han permitido una s¨®lida expansi¨®n de la actividad econ¨®mica". En otro pasaje escribe la CEPAL que en Chile "el descenso del ritmo inflacionario y el crecimiento del empleo contribuyeron, a su vez, a elevar en forma significativa los salarios reales por primera vez desde 1981".
Ind¨ªce de paro
Ayer se publicaron en Santiago las cifras de los ¨ªndices de precios y paro. En septiembre, la subida fue del 0,9%. Esto esquivale a un 12,9% en los ¨²ltimos 12 meses. Aunque los salarios en Chile son bajos, no cabe duda de que la escasa inflaci¨®n beneficia a los sectores m¨¢s pobres del pa¨ªs. Si se mira m¨¢s all¨¢ de las fronteras, se puede constatar que la inflaci¨®n de un a?o en Chile equivale a la de 15 d¨ªas en Argentina o Brasil. La inflaci¨®n del ¨²ltimo mes en Per¨² fue 10 veces la de este a?o en Chile.
Aqu¨ª reside uno de los aspectos m¨¢s trascendentales del plebiscito de hoy: su car¨¢cter de modelo exportable a pa¨ªses vecinos. Una dictadura militar que no tiene los rasgos de una junta de rep¨²blica bananera y que ha demostrado eficiencia para la gesti¨®n econ¨®mica, legitimada en cierto modo con un voto popular, puede resultar un modelo tentador para las democracias vecinas, sumidas en la crisis. La oposici¨®n chilena tiene hoy que derrotar no s¨®lo a Pinochet, sino a un modelo, que combina desarrollo econ¨®mico y dictadura.
Estos d¨ªas pasados, diferentes tecn¨®cratas del Gobierno pinochetista han expuesto con crudeza las claves de su modelo, que se resumen en la tesis: "Este desarrollo econ¨®mico tendr¨¢ ¨¦xito, y Chile ser¨¢ un pa¨ªs desarrollado, si el pa¨ªs se mantiene alejado de los vaivenes pol¨ªticos". Este es el mensaje y la oferta esencial del s¨ª: desarrollo econ¨®mico, a cambio de renuncia a la democracia o de continuar hasta 1997 con una especie de democracia bajo fianza. Esto lo formul¨® de forma dr¨¢stica un periodista del r¨¦gimen al enviado de este peri¨®dico.
La propaganda del s¨ª ha jugado continuamente con el fantasma de la Unidad Popular (UP). El recuerdo negativo de los desaguisados econ¨®micos durante el gobierno de la UP ha sido utilizado constantemente por la propaganda del s¨ª. Esta t¨¢ctica parece rentable a primera vista. Seg¨²n encuestas solventes, realizadas por soci¨®logos de oposici¨®n, el gobierno del presidente Salvador Allende es el m¨¢s impopular de los ¨²ltimos cuatro que ha tenido Chile, con Pinochet incluido. Seg¨²n la encuesta, a la pregunta de cu¨¢l de los cuatro gobiernos le gustar¨ªa m¨¢s, el 29,7% respondi¨® que el de Eduardo Frei (democristiano), un 24,4% el de Jorge Alessandri (conservador), el 13,3% prefiere la dictadura de Pinochet, y s¨®lo un 12,8% se inclin¨® por el del socialista Allende.
Los propagandistas de la dictadura han lanzado la equivalencia "no = UP". Este c¨¢lculo puede salirles mal, porque queda abierta la inc¨®gnita del efecto de esta propaganda del miedo sobre un electorado donde 3,6 millones de electores (el 48% del censo) tiene menos de 35 a?os y ten¨ªa como m¨¢ximo 20 a?os en los d¨ªas de la UP.
Como un inesperado aliado del s¨ª hay que considerar lo que se ha llamado ya el efecto Volodia. Las declaraciones del dirigente comunista Volodia Teitelboim, a favor de un levantamiento popular democr¨¢tico", para defender el voto y la formaci¨®n de un "Gobierno provisional", han despertado la asociaci¨®n entre no y caos, que el pueblo rechaza. Resulta dif¨ªcil cuantificar en votos estas palabras en la llamada mayor¨ªa silenciosa, sobre la que Pinochet basa sus esperanzas de triunfo. Argumentan sus partidarios que la gente del s¨ª no se moviliza en las calles y son los que en la cabina dar¨¢n su voto a Pinochet. A pesar de estos argumentos, resulta dif¨ªcil admitir que todo un pueblo vaya a decir s¨ª a quien durante 15 a?os gobern¨® de forma dictatorial. En definitiva, 7,4 millones de chilenos tienen hoy que hacer un m¨ªnimo esfuerzo para, al menos, sentar las bases m¨ªnimas para acabar con la dictadura: basta con hacer un palote horizontal en la papeleta de voto debajo de la s¨ªlaba no. M¨¢s barato, imposible.
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