Pinochet mantiene el Gobierno con el que perdi¨®
Las balas de los carabineros chilenos causaron dos muertos; en Santiago durante las manifestaciones de la noche del jueves (madrugada de ayer en Espa?a) para celebrar el triunfo del no al general Augusto Pinochet en el plebiscito del pasado mi¨¦rcoles 5. Al mismo tiempo que los carabineros her¨ªan y mataban a manifestantes, Pinochet se dirig¨ªa al pa¨ªs para anunciar de forma contundente: "No cabe alterar el orden constitucional previsto". Adem¨¢s, en un comunicado oficial, se notific¨® que Pinochet no acept¨® la dimisi¨®n que le hab¨ªa presentado su Gabinete.
La tranquilidad dur¨® s¨®lo 24 horas en Chile. En la tarde y noche del jueves, las calles de Santiago se convirtieron en escenario de manifestaciones de alegr¨ªa que tuvieron una secuela de muertos y heridos por las balas de los carabineros. Los dos muertos son un muchacho de 14 a?os y un joven de 28 a?os con antecedentes penales. Por tercera vez en cinco d¨ªas, un apag¨®n dej¨® sin luz a gran parte del territorio nacional. En Santiago, un helic¨®ptero sobrevol¨¦ la ciudad a oscuras y lanz¨® chorros de luz con sus reflectores y gases lacrim¨®genos que llegaron hasta los pisos altos del centro de la ciudad.Dirigentes de la oposici¨®n y la emisora Radio Cooperativa instaron a. los manifestantes a que se retirasen a sus casas y esperasen a la fiesta prevista para ayer, en la que se celebrar¨ªa la victoria. Los llamamientos no pudieron impedir que la jornada de alegr¨ªa concluyese con v¨ªctimas.
El candidato presidencial, derrotado en el plebiscito, no hab¨ªa comparecido ante la opini¨®n p¨²blica desde que se conocieron los resultados. Su reaparici¨®n fue impresionante. Si su silencio hab¨ªa dado p¨¢bulo a rumores; de que se hab¨ªa marchado a Paraguay, Pinochet los borr¨® de un plumazo. Ante las c¨¢maras de la televisi¨®n, conectada en cadena nacional, hab¨ªa desaparecido el abuelete que besaba ni?os durante la campa?a electoral.
La "gesta" de 1973
All¨ª estaba el capit¨¢n general en uniforme de gala, bajo el escudo y la bandera, que, con gesto duro y tono cuartelero, anunci¨® a Chile: "Las fuerzas armadas y las fuerzas de orden mantienen inc¨®lume su compromiso con los principios inspiradores de la gloriosa gesta del 11 de septiembre de 1973", fecha del golpe de Estado que acab¨® con el Gobierno constitucional de Salvador Allende. A?adi¨® Pinochet que 11 ellos [los miembros de las fuerzas armadas] han alumbrado estos a?os con su servicio a la Rep¨²blica y ellos tambi¨¦n ser¨¢n la gu¨ªa de la construcci¨®n del Chile del futuro". Para que no quedase duda, Pinochet asegur¨®: "Continuaremos adelante con los programas que nos hemos trazado ( ... ) no cabe alterar el orden constitucional, y nadie puede sentirse con el mandato del pueblo para torcer lo que el mismo pueblo decidi¨®". Y a?adi¨®: "Hoy, en este momento supremo, renuevo mi compromiso de cumplir el mandato recibido, sin vacilaciones ni ego¨ªsmos, con sentido patri¨®tico y venciendo el sacrificio que ello significa". Con tono tajante, dijo: "Todo hombre y mujer de esta patria debe abrigar la absoluta certeza de que se cumplir¨¢ irrestrictamente el itinerario previsto en la Carta Fundamental".
A lo largo del jueves qued¨® abortada la crisis de Gobierno El Gabinete hab¨ªa presentado su dimisi¨®n como consecuencia de la derrota en el plebiscito para dejar manos libres a Augusto Pinochet.
Sergio Fern¨¢ndez, el ministro del Interior, que en Chile tiene un rango similar al de primer ministro, hizo unas declaraciones a la. Prensa en las que pr¨¢cticamente se desped¨ªa. Despu¨¦s de muchas ?das y venidas, incluso de estar fijada la hora para la presentaci¨®n del nuevo Gabinete, una nota oficial confirm¨® en sus puestos al equipo que perdi¨® el plebiscito.
La confirmaci¨®n del Gabinete: y las tajantes declaraciones con tenidas en su mensaje cierran, aparentemente, al menos de momento, cualquier puerta a una. negociaci¨®n pol¨ªtica encaminada a modificar el texto constitucional pinochetista aprobado en 1980.
La oposici¨®n, vencedora clara en el plebiscito, pide una negociaci¨®n con las fuerzas armadas; para redefinir las condiciones de una transici¨®n a la democracia. Las consecuencias de esta cerraz¨®n de Pinochet pueden resultar fatales para el pa¨ªs.
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