Cohetes para el Tercer Mundo

Estados Unidos se ha lanzado a una verdadera campa?a, ante sus aliados y ante la Uni¨®n Sovi¨¦tica, para frenar la proliferaci¨®n de los misiles bal¨ªsticos en el Tercer Mundo. Estos cohetes en su versi¨®n del Tercer, Mundo, est¨¢n por el momento equipados con cargas convencionales, pero podr¨ªan llevar cabezas nucleares o qu¨ªmicas en el futuro. Est¨¢n revolucionando el entorno estrat¨¦gico, y, en particular, podr¨ªan modificar el equilibrio de poder en el Mediterr¨¢neo. Por esta raz¨®n, preocupan especialmente a pa¨ªses como Espa?a y Francia.

Pa¨ªses como India, Ir¨¢n, Irak, Libia, Siria, Yemen del Sur, Corea del Norte, Arabia Saud¨ª, Argentina, Brasil e Israel poseen ya misiles de este tipo. India e Israel se pueden considerar pr¨¢cticamente como potencias nucleares. Cabe recordar el ataque libio con un misil contra la isla italiana de Lampedusa tras el bombardeo norteamericano de Tr¨ªpoli en abril de 1986. En el futuro, Libia puede estar en capacidad de causar m¨¢s da?os, no ya a una isla italiana sino a la propia pen¨ªnsula, estiman expertos.Si no se para el desarrollo de los misiles bal¨ªsticos, se?alaba recientemente The Washington Post citando fuentes estadounidenses, 15 pa¨ªses hoy en v¨ªas de desarrollo tendr¨¢n a finales de siglo la capacidad para fabricar estos cohetes.

Los misiles bal¨ªsticos lanzan su carga del mismo modo en que un cohete hace subir un sat¨¦lite para ponerlo en ¨®rbita. La cabeza se separa del cohete una vez llegada a un punto calculado y prosigue su trayectoria como una flecha lanzada por un arco. En los ¨²ltimos a?os han mejorado considerablemente su precisi¨®n por medio de nuevos sistemas de navegaci¨®n.

El alcance de un mismo tipo de misil se puede variar aligerando la carga y/o variando la cantidad de combustible que porta.

Para el experto franc¨¦s Pierre Lellouche, director adjunto del Instituto Franc¨¦s de Relaciones Internacionales (IFRI), existe un verdadero "peligro de que pa¨ªses de la ribera sur del Mediterr¨¢neo consigan misiles bal¨ªsticos capaces de alcanzar Europa", a lo que hay que sumar la posibilidad de que proliferen las armas nucleares. Por ello, "el problema del Sur va a convertirse en algo tan importante como la zona central para Europa", dice Lellouche, que habla de una revoluci¨®n en el entorno estrat¨¦gico. Las autoridades espa?olas tambi¨¦n empiezan a ser conscientes de este tipo de futura amenaza posible.

Mayor alcance

La proliferaci¨®n en el Tercer Mundo de la tecnolog¨ªa para fabricar misiles podr¨ªa suprimir las tradicionales limitaciones de las fuerzas armadas del Tercer Mundo, seg¨²n se dijo en la ¨²ltima conferencia anual del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS), de Londres. Los misiles permitir¨¢n a sus detentores alcanzar objetivos bastante m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Algunos estiman que la intervenci¨®n de las grandes potencias en los conflictos del Tercer Mundo ser¨¢ m¨¢s problem¨¢tica. Otros consideran que los pa¨ªses industrialzados disponen de capacidad, a trav¨¦s de material avanzado de guerra electr¨®nica, para parar tales posibles golpes.El valor de los misiles salt¨® a la palestra p¨²blica en el conflicto del Golfo con la llamada guerra de las ciudades, entre Bagdad y Teher¨¢n. Los misiles iraqu¨ªes Hussein eran probablemente Scuds sovi¨¦ticos modificados para unos 650 kil¨®metros de alcance. Ir¨¢n, por su parte, utilizaba aparentemente copias de Frogs sovi¨¦ticos.

El pasado 26 de septiembre, y siguiendo instrucciones acordadas por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov en la cumbre de Washington de diciembre pasado, se reunieron en Washington expertos sovi¨¦ticos y norteamericanos para discutir la cuesti¨®n.

Fuentes oficiales estadounidenses, citadas por la publicaci¨®n especializada Jano's Nato Report, han se?alado que en esta reuni¨®n la URSS mostr¨® un "claro inter¨¦s" en el problema de la proliferaci¨®n de los misiles bal¨ªsticos.

.El grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados (EE UU, Reino Unido, Francia, RFA, Italia, Canad¨¢ y Jap¨®n) acord¨® en abril de 1987 lo que se vino a llamar el R¨¦gimen de Control de la Tecnolog¨ªa de los Misiles, para impedir la exportaci¨®n de misiles -o de la tecnolog¨ªa para fabricarlos- de m¨¢s de 300 kil¨®metros de alcance y m¨¢s de 500 kilogramos de carga ¨²til. Estos criterios se fijaron pensando en cargas nucleares, pero ahora se piensa que los misiles podr¨ªan llevar tambi¨¦n cargas qu¨ªmicas o bacteriol¨®gicas, m¨¢s ligeras. El uso, sin verdadero esc¨¢ndalo, de armas qu¨ªmicas en conflictos como el del Golfo, ha roto el tab¨² sobre estas cargas, estiman especialistas.

Expertos del grupo de los siete se reunieron en Roma los d¨ªas 8 y 9 de septiembre para intercambiar informaciones e intentar bloquear un programa argentino de fabricaci¨®n de un misil C¨®ndor 2, de, seg¨²n EE UU, 800 kil¨®metros de alcance y 350 kilogramos de carga ¨²til.

Este programa, seg¨²n The Washington Post, contar¨ªa con apoyo financiero de Egipto e Irak (otras versiones hablan de aportaci¨®n t¨¦cnica egipcia y financiera iraqu¨ª), lo que hace temer su proliferaci¨®n en el mundo ¨¢rabe.

El Ministerio de Defensa argentino ha negado que Egipto o Irak participaran en el C¨®ndor 2, fabricado por las empresas ITESA y ENTESA, seg¨²n Janes Nato Report. que cita fuentes de estas sociedades seg¨²n las cuales se trata de un cohete para poner en ¨®rbita sat¨¦lites y no de un misil de ataque.

El revulsivo en EE UU lo produjo la venta por China a Arabia Saud¨ª de misiles bal¨ªsticos CSS-2, con un alcance de unos 3.000 kil¨®metros, capaces de llevar cargas nucleares aunque Riad ha prometido que nunca dar¨ªa tal paso. Arabia Saud¨ª puede as¨ª alcanzar a la mayor parte de los pa¨ªses de la zona, incluido Israel, un territorio sumamente vulnerable a los misiles. El Gobierno israel¨ª ha llegado por ello a afirmar que en caso de tensi¨®n Israel podr¨ªa verse tentado de atacar el primero a cualquier Estado potencialmente enemigo armado con misiles bal¨ªsticos.

Claro que Israel est¨¢ desarrollando sus propios sistemas, como el Jeric¨® 2, probado el a?o pasado. Los siete tambi¨¦n han abordado el problema planteado por los misiles israel¨ªes. A ello hay que sumar el arma nuclear israel¨ª, cuya existencia est¨¢ pr¨¢cticamente confirmada a ra¨ªz de las revelaciones del t¨¦cnico israel¨ª Mordejai Vanunu. En septiembre pasado, Israel entr¨® en el club de las potencias espaciales al poner en ¨®rbita un sat¨¦lite por medio de un cohete propio. EE UU neg¨® toda participaci¨®n.

Advertencia egipcia

Tres meses antes, en junio, ante la Asamblea Extraordinaria sobre el desarme de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Esmat Abdel Meguid, afirm¨® que "Egipto no permanecer¨¢ complaciente y tomar¨¢ todas las medidas necesarias para asegurar su seguridad una vez convencido de que se est¨¢n introduciendo armas nucleares en la regi¨®n".El 24 de junio pasado las autoridades estadounidenses frustraron un intento por parte de dos militares egipcios y tres norteamericanos de sacar de EE UU material de carbono avanzado que podr¨ªa servir para fabricar conos para misiles bal¨ªsticos de gran precisi¨®n.

The New York Times inform¨® que el Gobierno egipcio, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n de Reagan, pod¨ªa querer este material para desarrollar un nuevo misil tierra-tierra, financiado posiblemente con apoyo iraqu¨ª.

El verano pasado se anunci¨¦ que Israel y Estados Unidos van a cooperar en el desarrollo de un arma capaz de disparar contra los misiles bal¨ªsticos en vuelo. Israel participa en el programa de la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI o guerra de las galaxias) norteamericana, que cobra mayor importancia ante la proliferaci¨®n de los cohetes de ataque.

La proliferaci¨®n de los misiles bal¨ªsticos, sin embargo, no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una tendencia general hacia la adquisici¨®n de armamento m¨¢s desarrollado por parte de pa¨ªses del mal llamado Tercer Mundo.