Poes¨ªa urbana

Poes¨ªa urbana recitada a ritmo de rock and roll. Esto es lo que un neoyorquino de 39 a?os, llamado Elliot Murphy, ofrece desde comienzos de los a?os setenta, cuando firm¨® su primer contrato discogr¨¢fico. Entonces le llamaron el nuevo Bob Dylan por sus ir¨®nicas letras y el uso de la guitarra ac¨²stica en un magn¨ªfico primer elep¨¦ llamado Aquashow. Con el paso del tiempo su m¨²sica se volvi¨® 'm¨¢s el¨¦ctrica, acerc¨¢ndose al concepto rockero con el que han triunfado personajes como Springsteen.Ahora, en su tercera visita a Madrid, lo ¨²nico que ha variado desde entonces es la formaci¨®n de su banda, manteniendo inalterables unos conceptos en los que cree firmemente: textos muy cuidados, la base sonora creada por una guitarra y una voz que se deja arrastrar por las pasiones.

Con un volumen ensordecededor, que provoc¨® gritos entre el p¨²blico ("?que cuelguen al t¨¦cnicol"), Brian Ritchie, el que fuera miembro de los desaparecidos Violent Femmes, demostr¨® que el bajo es un instrumento con vida propia. El bater¨ªa realiz¨® una labor menos espectacular, pero tremendamente profesional, siendo en todo momento la columna vertebral de cada tema.

En dos horas de concierto solamente son¨® una versi¨®n, Route 66, formando el resto del repertorio un resumen de los 10 elep¨¦s del neoyorquino. Una mezcla explosiva de poemas y rock desgarrado, fundiendo a Dylan y Chuck Berry en busca de una m¨²sica que ignore el paso del tiempo.