Boyer achac¨® el caos del Guinextebank a discrepancias entre Econom¨ªa y Exteriores

ANABEL D?EZ, El presidente del Banco Exterior, Miguel Boyer, reconoci¨® ayer en el Congreso que entre 1982 y 1985 existieron en el Gobierno socialista discrepancias respecto a la actuaci¨®n de Espa?a en Guinea y que, a pesar de su criterio, la cooperaci¨®n continu¨® por razones de pol¨ªtica exterior, ya que las razones objetivas de la econom¨ªa hubieran aconsejado la inmediata retirada de Espa?a del Guinextebank. Boyer afirm¨® en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre Guinea, no sin cierta irritaci¨®n, que lo peor de todo es que el despilfarro econ¨®mico no hubiera revertido en favor del pueblo guineano, sino que s¨®lo benefici¨® "a la oligarqu¨ªa pol¨ªtica".

El hecho de que Miguel Boyer afirmara que razones de pol¨ªtica exterior hab¨ªan prevalecido sobre las, econ¨®micas para continuar en el Guinextebank en su etapa de ministro de Econom¨ªa produjo la reacci¨®n de los grupos de la oposici¨®n, que pidieron la comparecencia ante esa comisi¨®n del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, para que explicara su gesti¨®n como ministro actual y como antecesor de Boyer al frente del Banco Exterior. Los votos socialistas frustraron que prosperara tal petici¨®n.El presidente del Banco Exterior, que compareci¨® en dicha comisi¨®n por espacio de cinco horas, tuvo una intervenci¨®n cargada de iron¨ªa en sus referencias al Gobierno guineano. "Parece que est¨¢ claro que no me gustan las autoridades guineanas". En esa l¨ªnea, Boyer dijo compartir la tesis de un dirigente del Fondo Monetario Internacional seg¨²n el cual Guinea "es el pa¨ªs m¨¢s-corrupto, desastroso e ineficaz que pueda imaginarse; a Espa?a le toc¨® ir ah¨ª, realmente con un resultado rid¨ªculo".

Lista de morosos

Los diputados Ciriaco de Vicente (PSOE), Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo (Democracia Cristiana), Gerardo Iglesias (Izquierda Unida), Joaqu¨ªn Abril Martorell (CDS) y Jordi Casas (Minor¨ªa Catalana) formularon numerosas preguntas a Boyer, haciendo hincapi¨¦ en la lista de morosos, tanto espa?oles como guineanos, deudores de cr¨¦ditos fallidos. Boyer, acogi¨¦ndose al secreto bancario, afirm¨® que no quer¨ªa conculcar la legislaci¨®n, por lo cual esperaba alguna decisi¨®n del Parlamento por la cual estuviera obligado a presentar la lista de morosos. A este respecto, los servicios de la C¨¢mara se disponen a elaborar un informe jur¨ªdico. En todo caso, Boyer dio a entender que no ten¨ªa inconvenientes si la ley lo autorizaba a entregar al poder legislativo tal listado, no sin antes aclarar que muchos de los cr¨¦ditos a¨²n no hab¨ªan vencido, pero que s¨ª se les pod¨ªa encuadrar en el cap¨ªtulo de cr¨¦ditos de dudoso cobro.A lo largo de su intervenci¨®n, el ex ministro puso de manifiesto su escaso entusiasmo por la forma en la que se concibi¨® la participaci¨®n espa?ola en el Guinextebank y sobre todo a que el reparto fuera del 50% y que el presidente del mismo fuera guineano y con derecho a voto ponderado. Boyer hubiera preferido, a efectos de un control riguroso, que Espa?a hubiera ostentado el 70% del capital.

Miguel Boyer no ahorr¨® cr¨ªticas al interventor general del banco guineano, calific¨¢ndolo de uno de los principales responsables del desastre de la gesti¨®n del banco. El desorden administrativo del banco dijo Boyer que hab¨ªa que inscribirlo en el contexto de ese pa¨ªs, donde impera el caos y el poder judicial "en paz descansa".

Seg¨²n el ex ministro de Econom¨ªa, no fue hasta 1985 cuando tuvo conciencia exacta de la dimensi¨®n del desorden y de los abusos que estaban cometiendo personas de la Administraci¨®n guineana. En ese momento, Boyer fue partidario de retirarse del Guinextebank, "aunque fuera regalando los 40 millones que hab¨ªa de capital". "Mi opini¨®n fue que hab¨ªa que cortar con el sistema y no fue as¨ª, de una forma brutal, por razones de pol¨ªtica exterior y por el tratamiento extraordinariamente generoso de Espa?a".

Discrepancias con Mor¨¢nA pesar de que en reiteradas ocasiones el ex ministro resalt¨® las discrepancias de criterio entre ¨¦l mismo y el entonces ministro de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, asegur¨® que no pretend¨ªa "largar a otros la responsabilidad", ya que tanto los planteamientos de uno como de otro eran absolutamente serios. En otro momento, Miguel Boyer defendi¨® a Fernando Mor¨¢n en sus posiciones respecto a Guinea y asegur¨® que ese ministro fue el m¨¢s firme partidario de continuar la cooperaci¨®n con ese pa¨ªs.