Los periodistas prefieren Viena o Ginebra
A. V., Los periodistas extranjeros que habitualmente cubren la informaci¨®n de la OPEP prefieren, desde el punto de vista de la log¨ªstica de su trabajo, que estos encuentros se celebren en Viena o Ginebra en lugar de la capital espa?ola. "Nos hemos acostumbrado y todo es m¨¢s f¨¢cil. Yo creo que m¨¢s vale lo malo conocido que lo bueno por conocer", declar¨® uno de los fijos.
Los ministros, que deliberadamente han elegido Madrid para sus reuniones con el fin de posibilitar un aislamiento de la Prensa que no hallan en otras ciudades, no ofrecen ninguna queja. "Madrid fue propuesta por los argelinos porque geogr¨¢ficamente nos ven¨ªa bien a todos", dijo un portavoz de la OPEP. "Para nosotros, Madrid est¨¢ bien, ya que pasamos m¨¢s inadvertidos", a?adi¨®.
Precisamente, la raz¨®n oculta de seleccionar Madrid puede que sea, sobre otras consideraciones, dificultar la labor de la Prensa. Pero eso tambi¨¦n les causa a ellos algunos problemas. Las delegaciones, contrariamente a Viena o Ginebra, que se alojan en un solo hotel, o dos pr¨®ximos como m¨¢ximo, est¨¢n desperdigadas por los hoteles madrile?os. La delegaci¨®n venezolana ha elegido el Palace; la indonesia, saud¨ª y la secretaria general de la OPEP, el Meli¨¢ Castila; la iran¨ª, nigeriana y argelina, el Meli¨¢ Princesa; la iraqu¨ª y kuwait¨ª, el Villamagna, y muchos periodistas, el Ritz. Comunicarse entre ellos, a la hora punta madrile?a, exige, como el d¨ªa del inicio de la reuni¨®n, de una a dos horas de viaje por la selva urbana madrile?a.
Pero muchos de los periodistas que siguen a la OPEP, que apenas conocen la capital espa?ola y con muy pocos hablando castellano, est¨¢n desesperados. "No se nos han dado acreditaciones, carecemos de sala de prensa, la polic¨ªa espa?ola trabaja de una manera ostensible (y no m¨¢s discreta, como en Ginebra o Viena) y hasta los telef¨®nos, por su especial configuraci¨®n, diferente a la de Europa o Estados Unidos, nos vienen mal a los sistemas de transmisi¨®n portables que llevamos. Es una aut¨¦ntica aventura trabajar bien en estas condiciones", comentaba la representante de una newsletter brit¨¢nica.
Persecuci¨®n
Un informador norteamericano apuntaba motivos m¨¢s comprensibles. "La labor de seguir a los ministros, ¨²nica informaci¨®n fiable de lo que ocurre, es m¨¢s f¨¢cil en una ciudad peque?a, ya conocida, que en Madrid, que se nos antoja como un monstruo, con problemas de tr¨¢fico, con pocas personas que hablan ingl¨¦s y con algunas dificultades log¨ªsticas en el uso del tel¨¦fono. Y eso sin incluir las l¨ªneas telef¨®nicas, que muchas veces est¨¢n saturadas con el exterior", dec¨ªa.
Pero Madrid tiene sus ventajas. Muchos periodistas, acostumbrados a viajar a Viena o Ginebra, disfrutan con una ciudad nueva como la capital espa?ola. "La movida madrile?a es sorprendente. No he visto una ciudad m¨¢s divertida que Madrid una vez que se hace de noche. Los restaurantes son un lujo a estos precios, aunque la ciudad no sea tan barata como se cree", dec¨ªa el representante de un peri¨®dico brit¨¢nico. "Lo que hace falta es que la OPEP se preocupe de nosotros y, como hacen algunos hoteles de Viena o Ginebra, nos den m¨¢s facilidades en el trabajo", a?ad¨ªa una periodista francesa.
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