'Cumbre' sorpresa de Hussein, Arafat y Mubarak

La jugada magistral del rey Hussein de Jordania empieza a dar resultado. Tras su sorprendente decisi¨®n del pasado 31 de julio de romper lazos legales y administrativos con Cisjordania y la consiguiente confusi¨®n, el monarca hachem¨ª comienza a recoger sus frutos. Ayer recibi¨® en su palacio de Aqaba a Yasir Arafat, el m¨¢ximo dirigente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) e intervino en la reuni¨®n, como hombre bueno, el presidente egipcio, Hosni Mubarak. La agenda, aunque no desvelada, parece f¨¢cil de adivinar: la viabilidad de la confederaci¨®n con Jordania como soluci¨®n al problema palestino.

La presi¨®n popular en los territorios ocupados por Israel (Gaza y Cisjordapia) y el apremio de la reuni¨®n del Consejo Nacional Palestino, donde debe abordarse la cuesti¨®n de la independencia de este pueblo, han forzado al l¨ªder de la OLP a buscar salidas m¨¢s realistas.El propio Arafat declar¨® a periodistas egipcios, que las relaciones entre un futuro Estado palestino independiente Y Jordania "se basar¨¢n en un sistema de confederaci¨®n". Tambi¨¦n dijo que en la reuni¨®n se tratar¨ªa de "elaborar una posici¨®n conjunta jordano-palestina para una conferencia internacional de paz sobre Or'ente Pr¨®ximo".

"La confederaci¨®n con Jordania es un deseo y un objetivo de los palestinos. Si los norteamericanos nos empujan, nos est¨¢n pidiendo que hagamos algo que est¨¢ en nuestro inter¨¦s", declaraba hace apenas una semana Hani el Hasan, el principal consejero pol¨ªtico de Arafat. Las palabras de El Hasan, recogidas en una entrevista publicada por el diario The Washington Post, muestran el cambio de actitud que se respira en la central palestina. El consejero de Arafat tambi¨¦n revel¨® que el presidente egipcio hab¨ªa presentado en septiembre nuevas condiciones de la OLP al rey Hussein, pero que Jordania todav¨ªa no hab¨ªa respondido. Entre los asuntos a¨²n pendientes, El Hasan mencion¨® la participaci¨®n de los palestinos en el ej¨¦rcito de un Estado confederado y la creaci¨®n de dos parlamentos separados para los palestinos de Gaza y Cisjordania y para los jordanos.

El monarca jordano, por su parte, cre¨® cierta expectaci¨®n el pasado viernes cuando se difundi¨® una entrevista concedida a la cadena de televisi¨®n norteamericana ABC. En ella, Hussein se refiri¨® a "una fuerte posibilidad de que en los pr¨®ximos d¨ªas se produzcan contactos a alto nivel" entre su pa¨ªs y la OLP. En sus declaraciones, que fueron ¨ªntegramente reproducidas por una de las cadenas libanesas, el rey a?adi¨® que dichos contactos examinar¨ªan las propuestas del ministro israel¨ª de Asuntos Exteriores, Simon Peres, quien recientemente se pronunci¨® por elecciones libres en Cisjordania y Gaza para que los palestinos de esos territorios elijan a sus representantes.

La opci¨®n jordana

La opci¨®n jordana no reviste en principio ninguna novedad. Defendida por los laboristas israel¨ªes y bendecida por Washington, ha sido rechazada en numerosas ocasiones por los palestinos, desde cuyas filas se ha aducido que se trataba de una utilizaci¨®n de su causa para las ambiciones territoriales de la corona jordana. Este hecho y las numerosas desavenencias mantenidas con la OLP llevaron al rey a la ruptura del pasado verano.[Con motivo de este encuentro de Aqaba, el l¨ªder laborista israel¨ª, Sim¨®n Peres, ha reiterado que la opci¨®n jordana, mientras que el l¨ªder del Likud, Isaac: Shamir, ha considerado el encuentro como una "intervenci¨®n en la campa?a electoral israel¨ª", informa France Pressel.

Por otro lado, desde la perspectiva palestina, el modelo social y pol¨ªtico del reino no es el que m¨¢s se acerca a sus aspiraciones de fundar un Estado laico y democr¨¢tico. Sin embargo, y parad¨®jicamente, ¨¦ste es el ¨²nico proyecto de los muchos barajados por todas las partes implicadas en la cuesti¨®n palestina, que parece encontrar un apoyo internacional suficiente como para ser tenido en consideraci¨®n.

Esto no quiere decir que no plantee dificultades, entre ellas cu¨¢l ser¨ªa el destino de los colonos israel¨ªes establecidos en Gaza y Cisjordania desde la fecha de su ocupaci¨®n tras la guerra ¨¢rabe-israel¨ª de 1967. De hecho, los peros que se opon¨ªan a la puesta en pr¨¢ctica de la federaci¨®n tampoco han desaparecido, a no ser que de la reuni¨®n tripartita de Aqaba surja una propuesta original. Cabe preguntarse qu¨¦ es lo que ha cambiado para que Arafat, que no hab¨ªa vuelto a Jordania desde la cumbre ¨¢rabe de Arriman, en noviembre de 1987, y al que se cre¨ªa enfadado con el rey Hussein, haya decidido pasar el fin de semana con el soberano a orillas del mar Rojo.

Los m¨¢s de 300 palestinos muertos a manos del ej¨¦rcito israel¨ª y los miles de heridos y detenidos que se han producido desde el inicio del levantamiento popular (intifada), hace 10 meses, han generado un estado de ¨¢nimo en los territorios ocupados que exige acciones r¨¢pidas para solucionar un problema que lleva pendiente 40 a?os: el derecho a la independencia del pueblo palestino. La direcci¨®n de la OLP y Arafat, lo sabe, como sabe tarribi¨¦n que en la gran pol¨ªtica internacional la cuesti¨®n no alcanza relevancia m¨¢s que en funci¨®n de que beneficie o perjudique a otros Estados.

Adem¨¢s, ha cambiado la direcci¨®n del planteamiento. Se llega a la federaci¨®n a petici¨®n palestina y no por ofrecimiento de Jordama, tal como seguramente pretend¨ªa el monarca cuando anunci¨® la ruptura de lazos con Cisjordania. De hecho, tal ruptura s¨®lo lo fue a medias.