Lituania se viste de amarillo, verde y rojo
La m¨¢s cat¨®lica de las rep¨²blicas b¨¢lticas sovi¨¦ticas trata de recuperar el control de su destino
Lituania, la Rep¨²blica b¨¢ltica sovi¨¦tica m¨¢s meridional, que comparte una fuerte tradici¨®n cat¨®lica con su vecina Polonia, vive d¨ªas de fiesta y euforia. El amarillo, el verde y el rojo, los colores nacionales, autorizados el 7 de octubre, lucen en todas partes: en las solapas de las americanas, en las corbatas, en las calles, en las guanteras de los taxis y en el mostrador de las cafeter¨ªas. La "rep¨²blica burguesa", t¨¦rmino usado para designar a la Lituania independiente (1918-1940), ha desaparecido del vocabulario oficial, que hoy se explaya en criticar el pacto germano-sovi¨¦tico de 1939, origen de la actual pertenencia de Lituania a la URSS. Los protocolos del pacto Molotov-Ribbentrop han sido publicados y le¨ªdos en la televisi¨®n por los intelectuales a la cabeza del Movimiento de apoyo a la perestroika (Sejudis).
En la plaza Gdiminas de Vilna, junto a la barraca improvisada por Petras Cidzikas, el huelguista de hambre por la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos, hay un altar con crucifijos, im¨¢genes de la Virgen y una peque?a urna. En ella hay tierra de Siberia usada en tumbas de lituanos muertos en la deportaci¨®n. La ha tra¨ªdo una compa?¨ªa teatral lituana a la vuelta de una gira por aquellas regiones rusas. Hoy, tratar de "criminal" a Stalin y su pol¨ªtica y condenar las deportaciones masivas realizadas en 1941, tras la anexion sovi¨¦tica, no entra?a dificultades en Lituania. Otra cosa es volver a la situaci¨®n existente antes de la anexi¨®n sovi¨¦tica.Los lituanos tratan hoy de recuperar el m¨¢ximo de protagonismo sobre sus propios destinos sin tocar lo que, hoy por hoy, parece intocable: la secesi¨®n de la URSS.
La virtud del Movimiento lituano de apoyo a la 'perestroika' que hoy concluye su congreso fundacional en Viina, es haber tendido un puente entre los sectores independentistas proscritos y perseguidos por el poder sovi¨¦tico, y los altos dirigentes del Kremlin, comenzando por Mijail Gorbachov y Alexandr YakovIev.
Militando en el independentismo est¨¢ la Liga de la Liberaci¨®n de Lituania (LLL), un movimiento fundado en 1978, cuyo dirigente ' Antanas Terleckas, vio interrumpidos sus 11 a?os de peregrinaci¨®n carcelaria en 1987. "Nosotros queremos la salida total de las tropas de ocupaci¨®n y una Lituania independiente". El movimiento, en cambio, quiere total soberan¨ªa de la rep¨²blica en el marco de la federaci¨®n sovi¨¦tica", nos dice Terleckas, un hombre. de 60 a?os de sano aspecto campesino, que interrumpela redacci¨®n del texto a defender, en nombre de la Liga, en el Congreso del movimiento, donde interviene como ponente. Sobre su mesa de trabajo, en su residencia de madera en Vilna, hay varios recortes de la Prensa lituana que ataca a la Liga y desprestigia a sus dirigentes. "Los peri¨®dicos contin¨²an critic¨¢ndome con las mismas acusaciones fabricadas con las que me condenaron en ¨¦poca de Breznev", dice Terleckas.
"La Liga es un peque?o grupo de gente con poco ¨¦xito en la vida, algo as¨ª como el GRAPO en Espa?a, que comenzaron a luchar demasiado pronto, cuando a¨²n no se pod¨ªa hacer nada", nos dice Alginantas Cekuolis, uno de los l¨ªderes del movimiento, director del'seman ario Gitntasis Krastas (Pa¨ªs Nativo), algo as¨ª como el Novedades de Mosc¨² en versi¨®n local. De la Prensa reformista forma parte Aigimimas o Renacimiento, el bolet¨ªn informativo sin censura editado por el movimiento.
Cekuolis gusta de repetir que 'la Perestroika no es un catarro, como algunos pensaban, sino un embarazo en su octavo mes". As¨ª lo afirma el viernes en el Palacio de Deportes de Viina, donde los l¨ªderes de Sejudis presentan su programa. Entre ellos est¨¢ Kazim¨ªera Prunskiene, la economista que se resiste a ser llamada "nuestra Margaret Thatcher". En su despacho de vicedirectora del Instituto de Investigaci¨®n de Econom¨ªa Agraria de Lituania, Prunsk¨ªene defiende el concepto de "propiedad estatal de la rep¨²blica" y afirma que Lituania debe ser capaz de controlar los procesos monetarios en su territorio para garantizar resultados a una reforma econ¨®mica basada en la autogesti¨®n republ¨ªcana.
Moneda propia convertible
El m¨¦todo es una moneda convertible que proteja los logros locales de la depredadaci¨®n por parte de otras zonas m¨¢s pobres. Se trata, seg¨²n el economista Kazimiras Antonovictius, de un paso dentro de una reforma monetaria global en la URSS, que establecer¨ªa diferentes unidades convertibles entre s¨ª, de acuerdo con los ritmos de la econom¨ªa en cada zona. En opini¨®n de Antonovictius, la unidad monetaria lituana se podr¨ªa llamar litas, como la moneda del Estado lituano de entreguerras.Las tres rep¨²blicas b¨¢lticas acordaron en septiembre unos principios comunes para proceder a la autogesti¨®n republicana. En ellos se contempla la transferencia de todas las competencias econ¨®micas (desde los impuestos a la gesti¨®n de las centrales nucleares) a la rep¨²blica, con la excepci¨®n de Defensa y Exteriores. El estamento militar, con todo, no queda excluido de las reivindicaciones lituanas. El borrador de programa del movimiento pide una reforma del servicio militar que permita la preparaci¨®n de un cuerpo de oficiales lituanos e impida el traslado fuera de Lituania de los j¨®venes que cumplen el servicio militar. Los ciudadanos de Lituania tendr¨ªan prohibido intervenir en acciones militares condenadas por la ONU, se?ala el programa, en una alusi¨®n a la intervenci¨®n en Afganist¨¢n. Los comunistas adheridos al movimiento se sienten hoy respaldados por las altas instancias del partido en Mosc¨². Un papel fundamental desempe?¨® aqu¨ª el viaje que el pasado septiembre realiz¨® a Viina Alexander Yakoviev, miembro del Politbur¨® y secretario del Comit¨¦ Central. Muchos, desde la comunista Prunskiene hasta el music¨®logo Vytautas Landsbergis (que no es miembro del partido), creen que YakovIev dio un espaldarazo a los reformistas y les protegi¨® contra la direcci¨®n local sustituida la semana pasada.
El hombre del momento se llama Algirdas Brazauskas y su m¨¦rito reconocido m¨¢s importante es el de haber sabido expresar un nuevo tono en junio pasado antes de acudir a Mosc¨² como delegado en la XIX Conferencia. Brazauskas se manifest¨® entonces contra la decisi¨®n de construir el tercer bloque de la central nuclear de Ignalina.
Contra Ignalina, concebida como un testimonio de la "pol¨ªtica colonia?" de las entidades centrales moscovitas, est¨¢n los verdes de la rep¨²blica, l¨ªderados por Ziginas Vaisvfla, uno de los dirigentes del movimiento.
El anillo de la vida, una manifestaci¨®n ecologista que tuvo lugar en septiembre, fue una de las acciones organizadas por los verdes de Lituania, solidarios con la lucha contra la explotaci¨®n de las fosf¨®ritas en Estonia y contra la contaminaci¨®n en las playas de Letonia. El anillo de la vida, cuyas im¨¢genes festivas ilustran hoy el local donde se celebra el congreso de Sejudis, provoc¨® una airada reacci¨®n de los habitantes de la ciudad nuclear de Snieckus, adscrita a Ignalina. Sus habitantes, 35.000 personas, asentadas por Mosc¨², son, seg¨²n nos dice Vaisvila, en su mayor¨ªa emigrantes forasteros que vivieron la acci¨®n ecol¨®gica como un acto nacionalista lituano hostil.
La tradici¨®n y el progreso se a¨²nan en Lituania en una medalla de plata de fabricaci¨®n local con la imagen labrada de la Virgen Mar¨ªa. "Pong¨¢sela, protege de la radiaci¨®n nuclear", afirma, tendi¨¦ndomiela, un activista cat¨®lico y ecologista del movimiento.
Independentismo
La apertura ayer en Viina del congreso fundacional del Movimiento lituano de apoyo a la 'perestroika', a la que asistieron 1.127 delegados, se caracteriz¨® por las intervenciones de algunos oradores que aseguraron que el objetivo final es conseguir la independencia de Lituania, informa la agencia Efe.El congreso se inici¨® con un minuto de silencio en memoria de las v¨ªctimas del estalinismo, y a continuaci¨®n, el hijo de uno de los fundadores del Estado lituano, antes de que el pa¨ªs fuera integrado en la URSS, subi¨® a la tribuna de oradores y manifest¨® su apoyo al movimiento y a la independencia de Lituania.
A las puertas del Palacio de Deportes, donde se celebraba el congreso, se manifestaron decenas de miles de personas para expresar su apoyo al movimiento. El nuevo jefe del Partido Comunista de Lituania, Algirdas Brazauskas, torn¨® tambi¨¦n la palabra, tras ser recibido por los delegados con una gran ovaci¨®n, y defendi¨® la perestroika que, afirm¨®, "puede corregir los errores cornetidos". Brazauskas hizo un llamarniento a la "responsabilidad pol¨ªtica" en alusi¨®n al importante y delicado momento por el que atraviesa la URSS.
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