L¨ªmites al derecho humanitario

M. P. O., En los ¨²ltimos a?os el CICR ha debido afrontar, impotente, un nuevo drama: el de los desaparecidos. La mayor¨ªa de ellos no lleg¨® nunca a una prisi¨®n. Fueron volatilizados en los centros de detenci¨®n. Por eso el CICR insiste en tener acceso a los detenidos desde el momento mismo del apresamiento. Pero en esta batalla el fracaso ha sido total, incluso en los pa¨ªses m¨¢s democr¨¢ticos. Tampoco Espa?a ha autorizado la visita del CICR a los detenidos por terrorismo.

Otro de los retos actuales del CICR es definir hasta d¨®nde llega el derecho humanitario. Los m¨¦dicos del CICR, que ya estaban acostumbrados a o¨ªr relatos sobre picanas, quemaduras o destrozos vaginales, oyeron en las c¨¢rceles de Uruguay una tortura especialmente perversa: a los presos se les permit¨ªa ver a sus hijos peque?os una vez al mes a trav¨¦s de un cristal, pero bajo la orden estricta de no sonre¨ªrles ni hacerles ning¨²n gesto, porque si lo hac¨ªan no podr¨ªan volver a verlos nunca m¨¢s.

Los ni?os quedaban desconcertados cuando levantaban sus brazos hacia el padre y no reaccionaba, y cuanto m¨¢s inm¨®vil estaba el padre, m¨¢s se esforzaban ellos por llamar su atenci¨®n y m¨¢s fustrados se quedaban. Muchos presos cayeron al cabo de varias sesiones destrozados de dolor contra el cristal.

Nadie niega hoy el derecho humanitario, pero la mayor¨ªa de los pa¨ªses que suscribieron los convenios de Ginebra de en el a?o 1949 no han firmado todav¨ªa los protocolos adoptados en 1977 (el primero sobre conflictos internacionales y el segundo sobre conflictos internos), que introducen el derecho de protecci¨®n para la poblaci¨®n civil y la prohibici¨®n de determinadas armas, como las qu¨ªmicas, o estrategias de debilitamiento del enemigo, como el hambre.

De los 178 pa¨ªses del mundo, un total de 165 han firmado los convenios, mientras que apenas 76 Estados han suscrito el primer protocolo y 67 el segundo. Pa¨ªses tan importantes como Estados Unidos, Francia o el Reino Unido no han firmado estos protocolos.

Muchos interpretan que contienen una prohibici¨®n de la guerra nuclear porque establecen la protecci¨®n de la poblaci¨®n civil, y no existe ninguna protecci¨®n ef5icaz en este tipo de guerra. Estados Unidos, por su parte, interpreta que el primer protocolo implica un reconocimiento del terrorismo.