"Creced y multiplicaos"
El cine americano, en su ¨¦poca de esplendor, utilizaba a excelentes profesionales, que oficiaban como funcionales artesanos al servicio de la pol¨ªtica del star system, supeditados a ilustrar fielmente los guiones y pendientes de la tiran¨ªa de los productos Confundidos tras el adjetivo artesano de resonancias peyorativas, se encontraban cineastas que, a pesar de las limitaciones marcadas por el sistema productivo de Hollywood, y en parte tambi¨¦n a ¨¦l, dejaron la marca de su ingenio en sus amplias filmograf¨ªas.Hoy, la industria estadounidense del cine sigue buscando el ¨¦xito en taquilla, y para ello no duda en permitir realizar sus proyectos a quienes asumen la direcci¨®n de sus propias historias, sobre las que ejercen control econ¨®mico, facilidad que, m¨¢s que ejemplificar el talento de dichos cineastas, implica la docilidad de los mismos a las productoras. A esta categor¨ªa pertenece John Hughes, que en La loca aventura del matrimonio insiste en la comedia, en cuyo campo se desenvuelve con desigual facilidad, poseedor de pocas ideas felices y las mismas resueltas con anodina pulcritud.
La loca aventura del matrimonio
Direcci¨®n, gui¨®n y producci¨®n: John Hughes. Fotografia: Don Peterman. M¨²sica: Steward Copeland. Producci¨®n: Estados Unidos, 1988. Int¨¦rpretes: Kevin Bacon, Elizabeth McGovern, Alce Baldwin, James Ray, Holland Taylor, William Windom, Cathryn McKinney. Estreno en Madrid: cines Conde Duque, Pe?alver, La Vaguada.
En la presente pel¨ªcula el argumento inicia su desarrollo a partir de la boda de los j¨®venes protagonistas, que pronto habr¨¢n de enfrentarse a la vulgaridad de la vida cotidiana y a la mediocridad del trabajo, necesario para conquistar su independencia econ¨®mica y familiar, nuevos acontecimientos para ellos que pondr¨¢n en peligro su felicidad. Con ingredientes similares, King Vidor realiz¨® en 1928 una obra maestra, The Crowd, donde daba una visi¨®n realista y reflejaba con pesimismo aquella ¨¦poca.
Alarde tramposo
En oposici¨®n a su genio, Hughes, toscamente emboscado su mensaje en una embaucadora y lustrosa est¨¦tica visual, con alarde tramposo, te?ido de agridulce tono -poco e insuficiente- tambi¨¦n refleja una ¨¦poca: la del cine estadounidense actual, que intenta, con poca gracia art¨ªstica, agradar a los mansos de esp¨ªritu y promover la natalidad. Shes having a baby, t¨ªtulo original, de nota una mayor comicidad en las enso?aciones que sufre el joven protagonista, que finalmente aceptar¨¢ la realidad y reencontrar¨¢ su identidad con la paternidad. En definitiva, demasiado mensaje para tan pobre comedia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.