La corrupci¨®n en la c¨²spide mina el poder del Partido Comunista de China
Centros contra la corrupci¨®n, l¨ªneas telef¨®nicas habilitadas para recibir denuncias, incesantes arengas para "sanear la econom¨ªa" y proteger las conquistas de 10 a?os de reformas... Nada detiene en la Rep¨²blica Popular China a los que se lanzan a actividades fraudulentas.
Los defraudadores son de todo tipo, protegidos por s¨®lidas redes de relaciones que llegan al interior mismo de las instancias m¨¢s elevadas del poder. Hoy d¨ªa, en China nadie est¨¢ "por encima de toda sospecha". Esta corrupci¨®n en la c¨²spide mina las bases de poder del Partido Comunista de China (PCCh). Los peces gordos comienzan a caer. Este a?o, la serie se inici¨® con el gobernador de la provincia de Jiangxi y del jefe de aviaci¨®n civil. Sin embargo, los sermones y castigos no se convirtieron en seria advertencia hasta finales del mes pasado, cuando el Consejo de Estado decidi¨® abrir una investigaci¨®n sobre una poderosa corporaci¨®n entre cuyos dirigentes se encuentra Deng Pufang, hijo del hombre fuerte de China, Deng Xiaoping. Deng Pufang, que organiza m¨²ltiples actividades de beneficencia para lisiados y minusv¨¢lidos, habr¨ªa hecho beneficiarse, con este pretexto, a la compa?¨ªa Kanghua de importantes exoneraciones fiscales. Esta compa?¨ªa cuenta con unas 200 filiales entre China y el extranjero.Acero, materias primas, abonos, compra de suelo. No pocos son los espacios liberados de la econom¨ªa que, en lugar de ir a alimentar una poderosa "econom¨ªa socialista de mercado", se pierden en canales subterr¨¢neos que benefician, cuando no a alg¨²n venerable militar retirado que trata de "comunicar sus experiencias", a alg¨²n hijo de alto cargo espabilado para los negocios.
La Prensa ya no habla m¨¢s de casos aislados, ni encubre realidades concretas con cifras globales. Ya nadie se atreve a hacer una estimaci¨®n de lo que anualmente se desfalca, se evade al fisco, se contrabandea. La evidencia de una corrupci¨®n oficial en las altas esferas del partido es tan determinante que nadie se atreve siquiera a evocar entre sus causas "las influencias de la ideolog¨ªa decadente burguesa", como era costumbre.
En los tres ¨²ltimos meses, los centros anticorrupci¨®n recibieron 44.163 denuncias, un 40% de las cuales involucraban a funcionarios gubernamentales o a miembros del partido. En las grandes empresas se habla ya sin tapujos del xiaojin, el peque?o tesoro, para referirse a todos los fondos y ganancias il¨ªcitas.
"Esta corrupci¨®n mina el entusiasmo del pueblo", repiten los departamentos de propaganda sin que nadie los tome en cuenta. En la China de finales de los ochenta cada cual va a lo suyo.
El partido, al tiempo que intenta manejar este desorden econ¨®mico, pretende mantener su legitimidad y dar pruebas de buena voluntad abri¨¦ndose a iniciativas de personalidades extrapartidarias. Dos reuniones a este efecto se han celebrado recientemente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.