Fr¨ªas matem¨¢ticas

El desaf¨ªo de Baton Rouge es el de mantener al espectador prendido de la pantalla a base de sorprenderle peri¨®dicamente, proponi¨¦ndole una historia de tri¨¢ngulo en la que la culpabilidad o el mayor talento criminal son m¨¦ritos que ora recaen en uno de los v¨¦rtices, ora en otro, para despu¨¦s desplazarse al tercero y acabar con una ¨²ltima pirueta en la que todos son v¨ªctimas de sus maquinaciones.Se ha hablado de cine negro norteamericano, concretamente de El sue?o eterno, para encontrar un referente o un modelo al que vincular este primer largometraje de Rafael Mole¨®n, sin duda a causa de la complejidad de la trama policiaca y de unos personajes femeninos temibles. La verdad es que en Baton Rouge no hay ning¨²n cad¨¢ver sin asesino, tal y como si suced¨ªa en el cl¨¢sico norteamericano, aunque alguno de los asesinatos es una simulaci¨®n y se nos obvia la descripci¨®n estricta y minuciosa de los hechos, algo que se agradece. Tampoco hay un clima de pesadilla que te sumerja en un universo regido por una l¨®gica y una moral distintas o id¨¦nticas a las de la vida real, s¨®lo que mostradas descarnadamente.

Atm¨®sfera g¨¦lida

La atm¨®sfera del filme de Mole¨®n es g¨¦lida, dominada por la mec¨¢nica de un rompecabezas armado a ciegas, en el que se desconoce casi hasta colocar la ¨²ltima pieza cu¨¢l ser¨¢ la figura resultante. Aunque se cite a Browning y sus Freaks, aunque los hermanos protagonistas planeen largarse al sur de Estados Unidos, a la ciudad que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula, aunque una de las hero¨ªnas perversas se apellide Harris, estamos mucho m¨¢s cerca de Las diab¨®licas de Cluzot que de Tourneur, Hawks, Huston o cualquier otro maestro en historias construidas como una espiral sin fondo por la que resbalan los aprendices de brujo, es decir, los espectadores y el narrador.En Baton Rouge el argumento tiene demasiada importancia, lo devora todo, personajes incluidos, hasta el punto de rodarse secuencias absurdas -la de Antonio Banderas inspeccionando el cuarto de ba?o para preparar una coartada que as¨ª resulta m¨¢s absurda a¨²n.Aunque a posteriori todo quede explicado, la pel¨ªcula agradecer¨ªa que Carmen Maura, despu¨¦s de ese arranque que la presenta como una ninf¨®mana de los urinarios, no se transformar¨¢ en una burguesa enamorada de su gigol¨®. Eso, el privilegiar la matem¨¢tica argumental en detrimento de los personajes, es lo m¨¢s importante que hay que reprocharle a Mole¨®n. Los actores s¨ª resultan convincentes, especialmente Victoria Abril y ?ngel de Andr¨¦s L¨®pez, Pedro D¨ªaz del Corral y una sorprendente Laura Cepeda entre los secundarios.