Ieoh Ming Pei
C¨®mo convertir el Louvre en el museo mayor del mundo
Cuando Fran?ois Mitterrand le encarg¨® el proyecto de ampliar el mayor museo franc¨¦s, Ieoh Ming Pei lo primero que pens¨® fue: "Es imposible tocar el Louvre". Pero ahora est¨¢ "absolutamente convencido" de que, si se dota al Louvre de la infraestructura necesaria, "se convertir¨¢ en el museo mayor del mundo". Y en eso est¨¢. De momento se pase¨®, siempre sonriente, junto a Mitterrand, en la inauguraci¨®n de la Cour Napol¨¦on, el patio del Louvre donde se levanta su obra m¨¢s pol¨¦mica, la pir¨¢mide de cristal y acero, capucha transparente del nuevo vest¨ªbulo del museo, que se abrir¨¢ al p¨²blico en cuatro meses.
Pei es sobre todo conocido por ser el autor de la pir¨¢mide y de la reforma de la Cour Napol¨¦on, arquitectura de piedra, agua y vidrio. Pero ¨¦l hubiera preferido un debate sobre la concepci¨®n global del proyecto del Gran Louvre, en lugar de participar en lo que llama "la batalla de la pir¨¢mide". Y opina que desde que el presidente de la Rep¨²blica decide trasladar a Bercy el Ministerio de Econom¨ªa, que ocupa una de las alas del Louvre, su idea del mayor museo del mundo es posible.Nacido en China en 1917, norteamericano desde 1954, Pei se jacta de "ser el arquitecto menos de moda en Estados Unidos". Hijo de un banquero chino, despu¨¦s de cursar los estudios secundarios en Shanghai se traslad¨® en 1935 a EE UU, donde se diplom¨® en el Massachusetts Institute of Techriology (MIT) y en la universidad de Harvard. En la el¨ªtista universidad bostoniana fue alumno de Walter Gropius y ¨¦l mismo ense?¨® de 1945 a 1948.
Diez a?os m¨¢s tarde fund¨® en Nueva York su despacho de arquitectos I. M. Pei and Partners, del que han salido m¨¢s de 100 proyectos, 42 de ellos galardonados con premios de arquitectura. Miembro del grupo de planificaci¨®n urbana de la ciudad de Nueva York, entre sus realizaciones destacan el hotel de las Colinas Perfumadas de Pek¨ªn, la alcald¨ªa de Dallas, la terminal de TWA del aeropuerto Kennedy, dos museos neoyorquinos y la ampliaci¨®n de la National Gallery de Washington.
Pero ¨¦l est¨¢ enamorado del Louvre. La National Gallery o el Metropolitan, dice, fueron construidos para albergar museos mientras que "el Louvre es el ¨²nico museo que conozco, junto al Ermitage de Leningrado y algunos de menor importancia en Austria, en el que se revive la historia en muchas de sus salas".
Pei asegura que el Gran Louvre es el proyecto m¨¢s dif¨ªcil de los que ha acometido, en el que se debate la armonizaci¨®n entre conservaci¨®n y cambio, entre tradici¨®n y apertura. "Por una parte, el arquitecto quiere conservar el Louvre en tanto que monumento, y por otra, quiere abrirlo a la vida, porque est¨¢ en el centro de Par¨ªs, una ciudad que debe moverse y vivir".
"Si el Louvre fuera Versalles, no habr¨ªa ning¨²n problema, pero est¨¢ en la zona m¨¢s activa de Par¨ªs", insiste el arquitecto, nombrado en 1980 por el presidente norteamericano Jimmy Carter miembro del Consejo Nacional de las Artes, y profusamente galardonado en Estados Unidos, el Reino Unido y la propia Francia.
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