Una pol¨ªtica fiscal municipal progresista

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid celebrado el pasado 14 de octubre estaba dedicado a la revisi¨®n de las ordenanzas fiscales para 1989; es decir, la revisi¨®n de las tasas que cobra el Ayuntamiento por los servicios que presta (recogida de basuras, etc¨¦tera). Se trata de un cap¨ªtulo importante de los ingresos municipales. A propuesta de AP, se debati¨® tambi¨¦n el tipo de gravamen de la contribuci¨®n territorial urbana (CTU).El acuerdo logrado entre el CDS y AP para congelar la totalidad de las tasas municipales y reducir el tipo de gravamen de la CTU al 13,25% condiciona muy seriamente el presupuesto municipal para 1989, particularmente en el cap¨ªtulo de inversiones.

El Ayuntamiento ingresar¨¢ el a?o pr¨®ximo 17.365 millones por CTU de los 40.000 que tiene previstos dentro de la partida de impuestos municipales directos. Tal es su importancia.

El tipo de gravamen de la CTU est¨¢ en el 99% de los municipios espa?oles en una banda situada entre el 20% y el 25%. Barcelona (PSC + IC), con el 22,9% C¨®rdoba (IU), con el 24% Las Palmas (CDS), con el 20%; Santander (AP + regionalistas), con el 20%, y Le¨®n (AP), con un 25%, son algunos ejemplos. El PNV en Bilbao (20%) y EE y EA en San Sebasti¨¢n (30%) se mueven en la misma direcci¨®n.

La dr¨¢stica reducci¨®n operada en Madrid en 1988 (descenso del 18% propuesto por PSOE e IU para la CTU al 14,35% impuesto por CDS y AP) y la que acaba de producirse en el ¨²ltimo pleno (nuevo descenso al 13,25% gracias a los votos de CDS y AP) vienen a significar una reducci¨®n global de los ingresos del orden de los 12.000 millones de pesetas, si consideramos que para 1988 podr¨ªa haberse aplicado un tipo de gravamen del 18% y en 1989 de un 20%, en l¨ªnea con lo que est¨¢n haciendo el resto de los municipios del pa¨ªs.

El pago de la factura

A esta valoraci¨®n es preciso a?adir otra de alcance mucho mayor a¨²n, con la vista puesta en el futuro. Como consecuencia de las decisiones adoptadas en relaci¨®n con los presupuestos de 1988 y 1989, ?cu¨¢nto tiempo tardar¨¢ el Ayuntamiento de Madrid en adecuar la gesti¨®n de la CTU al ritmo del resto de las corporaciones municipales del pa¨ªs?; sobre todo, ?cu¨¢l ser¨¢ la cuant¨ªa de la factura a pagar?

Sobre la base de que no es posible pasar en un a?o de un tipo de gravamen del 13,25% al 25%, que en buena l¨®gica municipalista deber¨ªa aplicarse en 1990, se abre la perspectiva de un per¨ªodo de readaptaci¨®n no inferior a 4-6 a?os. Esto en el mejor de los supuestos, es decir, en el supuesto de que esa adecuaci¨®n se produzca. En cualquier caso, la factura que pagar¨¢ Madrid como ciudad no ser¨¢ inferior a los 25.000/30.000 millones de pesetas a lo largo de ese proceso. No voy a decir que las decisiones pol¨ªticas que est¨¢n detr¨¢s de esta situaci¨®n lastren el futuro de la corporaci¨®n, pero condicionan de manera importante su pol¨ªtica presupuestaria, y, por tanto, su capacidad de gasto. Y, como consecuencia, el nivel de la oferta de infraestructuras, equipamientos y servicios de la ciudad. Y al final de todo, la calidad de las prestaciones que reciben los ciudadanos en su condici¨®n de residentes en el municipio, eso que en el lenguaje econ¨®mico-urban¨ªstico propio de la izquierda hemos denominado siempre el salario indirecto.

Los seguidores del d¨²o

La pol¨ªtica tantas veces pregonada por el d¨²o Reagan-Thatcher de congelaci¨®n de impuestos ha encontrado entusiastas seguidores en Madrid en CDS y AP. El Centro Democr¨¢tico y Social, que de la mano de Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n viene desarrollando una actividad muy positiva en Madrid, se ha equivocado gravemente en este asunto.

Las consecuencias ya se ven en el proyecto de presupuestos para 1988 presentado: desaparecen, como consecuencia de las decisiones adoptadas en 1988, partidas tan importantes como las dedicadas a promoci¨®n de viviendas en alquiler; no hay programa de inversiones en el Plan de Empleo Juvenil; se revisan a la baja las transferencias, ya de por s¨ª escasas, al transporte p¨²blico...

IU defiende una pol¨ªtica fiscal progresista en las corporaciones locales. IU defiende la elaboraci¨®n de presupuestos expansivos para 1989, lo que significa que han de aumentar los ingresos, v¨ªa transferencias del Estado a los Ayuntamientos, v¨ªa impuestos municipales y v¨ªa endeudamiento. La fiscalidad municipal debe ser moderada, pero suficiente para cubrir los d¨¦ficit de equipamiento existentes, las obras de infraestructura a¨²n necesarias y el mantenimiento de un buen nivel de servicios en la ciudad. Todo con una perspectiva favorable a la redistribuci¨®n de la renta en beneficio de los sectores sociales m¨¢s necesitados.

Los Ayuntamientos de izquierda han venido movi¨¦ndose en esa direcci¨®n desde 1979. En ese mismo camino siguen los alcaldes actuales de IU. Lo l¨®gico ser¨ªa proceder a una revisi¨®n anual de las tasas en torno al IPC previsto y situar para 1989 el tipo de gravamen de la CTU entre el 20% y el 25%.