ETA desea negociar con el Gobierno, dice Revilla
Emiliano Revilla se debati¨® ayer, en su primera conferencia de prensa, entre dos ideas contrapuestas: el rechazo hacia la organizaci¨®n que le mantuvo secuestrado 249 d¨ªas y el reconocimiento de los aspectos positivos que ha sido capaz de hallar durante su cautiverio. As¨ª, se?al¨® que sus captores no habr¨ªan dudado en matarle; pero precis¨® que el trato dispensado le pareci¨® siempre cordial. Revilla explic¨® que los etarras "ten¨ªan muchas ganas de llegar a una negociaci¨®n con el Gobierno", dijo, "porque ten¨ªan ganas de acabar, que ya estaba bien con 31 a?os".
Revilla relat¨® ayer que su trato con los secuestradores fue amigable. Inclus¨® El jefe -como llamaba Revilla a uno de los miembros del comando- le escuch¨® cuando le daba explicaciones sobre materiales de construcci¨®n, y conversaba con ¨¦l sobre econom¨ªa. El etarra le explic¨® las fusiones bancarias que hab¨ªa conocido a trav¨¦s de "recortes de prensa", lo que puede significar que tampoco los secuestradores le¨ªan los peri¨®dicos enteros.Revilla afirm¨® que ten¨ªa una relaci¨®n especial con sus captores: "Los secuestradores me dijeron que su experiencia conmigo hab¨ªa sido muy positiva, que han aprendido mucho. El jefe me dijo hace diez d¨ªas: Creo que ning¨²n secuestrador ha tenido motivos para recibir tantas satisfacciones de un secuestrado como nosotros de usted".
Con bastante sentido del humor, el empresario soriano explic¨® ayer que los etarras aceptaron su solicitud de no dejarle atado a un arbol en el momento de la liberaci¨®n: "Les expliqu¨¦ que no me pod¨ªan dejar as¨ª, porque pod¨ªa venir un perro alem¨¢n o pasar una banda de delincuentes... y voy a ir de mano en mano". "Sent¨ª alegr¨ªa de que me dejaran en un sitio tan c¨®modo para m¨ª, llevaba los ojos tapados y me dejaron sentado en un ¨¢rbol y me dijeron que esperara media hora" explic¨®.
Sin embargo, Revilla matiz¨® en diversas ocasiones tras relatar los favores de los terroristas: "No me someto a las influencias, aunque escucho las consideraciones. Yo tengo los pies en el suelo. Estoy forjado como el hierro de los yunques".
El empresario se?al¨® que las cuatro personas que le vigilaron -tres hombres y una mujer- ,"son las mismas" que le secuestraron a la puerta de su domicilio, aunque no les vio las caras porque iban encapuchadas. Para justificar su relaci¨®n con los terroristas, Revilla se disculp¨®: "Ellos ha.n estado tan secuestrados como yo, y con alguien hay que habl:ar". Y agreg¨® que le hab¨ªan comunicado su inmediata liberaci¨®n con un abrazo.
Revilla bautiz¨® a estas cuatro personas eligiendo de entre una lista de nombres vascos que le presentaron. Al que llama El jefe, por su fuerte personalidad, le puso Aitor; y Urxi a su compa?ero de naipes. A la mujer y al hombre con los que no trat¨® los denomin¨® Maider e Igor. Aitor y Urxi tuvieron oportunidad de saber de la vida del empresario "m¨¢s que mi propia familia", dijo. Las memorias que redact¨® se las quedaron, pero el empresario piensa reescribirlas y donar lo que obtenga a -su pueblo y a los minusv¨¢lidos.
Por otra parte, el empresario manifest¨® que le daba risa* que el ministerio del Interior dijera que le hab¨ªa advertido de que pod¨ªa ser secuestrado, pero no repro ch¨® las interceptaciones del rescate que retrasaron su liberaci¨®n.
Revilla no quiso hablar de di nero y eludi¨® todas las pregunta sobre este punto argumentando que no sab¨ªa nada. No obstante Revilla contest¨® a la pregunta de si hab¨ªa pactado un nuevo plazo del rescate: "Yo soy muy serio y soy cumplidor de todos mis compromisos, y esto lo he ense?ado a mis hijos, lo que este comprometido est¨¢ comprometido y si no hay nada comprometido, nada".
Dinero
El hijo de Revilla, Antonio, tom¨® la palabra cuando una periodista pregunt¨® sobre los 25 millones de pesetas que desaparecieron del paquete de 750 millones incautados por la polic¨ªa francesa en ju lio al etarra Jos¨¦ F¨¦lix P¨¦rez Alonso y que seg¨²n algunos medios fueron restados por los in termediarios I?aki Aseguinolaza y Txomin Estrada. "Estas personas", dijo Antonio, "merecen mi absoluta confianza y honorabili dad y no dudo ni dudar¨¦ que no han cometido cosas que se han escrito. Estamos agradecidis¨ªmo de que nos hayan ayudado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.