La abstenci¨®n comunista, ¨²nica salida para Rocard
La ampliaci¨®n de la apertura propugnada por el primer ministro franc¨¦s, Michel Rocard, no acaba de cuajar, como demostrar¨¢ la votaci¨®n de los presupuestos, prevista para esta noche o ma?ana. Los socialistas se encuentran solos en la culminaci¨®n del debate m¨¢s importante del a?o despu¨¦s de que los centristas de la Uni¨®n del Centro (UDC) hayan anunciado que votar¨¢n, junto a la derecha, en contra. S¨®lo la abstenci¨®n comunista puede evitar que el Gobierno comprometa su responsabilidad, medida que llevar¨ªa a la presentaci¨®n de una moci¨®n de censura.
La situaci¨®n de Rocard no es nada halag¨¹e?a. Tras el fracaso de participaci¨®n en el refer¨¦ndum sobre Nueva Caledonia y con los conflictos sociales que no acaban de resolverse, el primer ministro tiene que afrontar adem¨¢s las constantes insinuaciones cr¨ªticas de los principales l¨ªderes socialistas, y hasta de alg¨²n ministro, que no han digerido todav¨ªa el nombramiento de Rocard. Tanto el primer secretario del Partido Socialista (PS), Pierre Mauroy, como el presidente de la Asamblea Nacional, Laurent Fabius, y el ministro de Educaci¨®n, Lionel Jospin, reclaman alternativas a la pol¨ªtica de "rigor econ¨®mico" dise?ada desde el palacio de Matignon.El coro, expresi¨®n de la lucha por el poder en el partido, ha sido tan insistente que Rocard replic¨® ayer a sus cr¨ªticos en una entrevista a Le Nouvel Observateur. El primer ministro asegura que el rigor "debe mantenerse a¨²n durante una quincena de meses", para suavizar entonces los controles si el crecimiento econ¨®mico contin¨²a.
Rocard reconoce que la apertura -"no confundir con mudanza", dice, "es otra manera de ser de izquierdas"- no avanzar¨¢ hasta despu¨¦s de las elecciones municipales de marzo. La preparaci¨®n de estas elecciones es, efectivamente, la raz¨®n de fondo de la UDC para oponerse al proyecto global de presupuestos, despu¨¦s de que los centristas se abstuvieran en la votaci¨®n de la primera parte, referida a los impuestos.
Presionados por Val¨¦ry Giscard d'Estaing, que considera que la aprobaci¨®n o no de los presupuestos es el signo que delimita mayor¨ªas y minor¨ªas parlamentarias, los centristas han preferido no quedar descolgados de las listas de oposici¨®n en las municipales y en las elecciones europeas de junio. Sobre todo cuando el propio PS ha frenado los excesos aperturistas al advertir que nadie que no haya apoyado al presidente Fran?ois Mitterrand figurar¨¢ en las candidaturas socialistas.
La conclusi¨®n es que, para aprobar el presupuesto. el Gobierno s¨®lo tiene dos opciones: recurrir al art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n, que obliga a la oposici¨®n a ganar una moci¨®n de censura para bloquear la aprobaci¨®n de una ley, o esperar la abstenci¨®n del Partido Comunista (PC). Los comunistas no han expuesto p¨²blicamente sus intenciones de voto y s¨®lo han dicho
que jam¨¢s apoyar¨¢n una moci¨®n de censura de la derecha, posibilidad rechazada tambi¨¦n por el l¨ªder centrista Pierre M¨¦haignerie. La situaci¨®n es parad¨®jica: la UDC, que vota contra los presupuestos, suspira para que el PC se abstenga y evite as¨ª la moci¨®n de censura.
Todo indica que los comunistas optar¨¢n por abstenerse, pero este favor, cuando est¨¢ pendiente el acuerdo entre la izquierda con vistas a las municipales, no agrada a un sector del PS, que preferir¨ªa que el Gobierno comprometiera su responsabilidad ante el Parlamento.En ese caso, la derecha de la Asamblea por la Rep¨²blica (RPR) y de la Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF) estar¨ªa dispuesta a presentar una moci¨®n de censura con el ¨²nico objetivo de desgastar al Gobierno, ya que no tendr¨ªa ninguna posibilidad de fructificar.
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